ISAAC
Aparté la mirada de la pista de baile, sintiendo una punzada de... ¿qué? ¿Intriga? ¿Diversión? Lo único que sabía era que la imagen de sus ojos avellana, fulminándome a través del barullo, se había quedado grabada en mi mente como una fotografía. "Dulzura", había respondido. ¿Por qué esa palabra? Quizás por el contraste con su evidente enojo, una especie de ironía silenciosa. O tal vez, en el breve instante en que sus labios formaron la palabra "idiota", había percibido una vulnerabilidad fugaz, un destello que contradecía su fachada de mujer irritada.
—¿Todo bien, Isaac? —preguntó Alan, dándome una palmada en el hombro. Estaba sudado por el baile y sonreía ampliamente. Brian asintió a su lado, la mirada perdida en la multitud femenina.
—Sí, sí, todo bien —respondí, tratando de sonar casual—. Solo... pensando en lo torpe que fui con el vino.
—Déjalo ya en el pasado —dijo Brian, con un tono que no disimulaba su diversión—. Lo importante es que la noche sigue. Además, si esa chica te viera con una cara tan pensativa, seguro pensaría que estás enamorado.
—¡Ja! No seas ridículo —respondí con una sonrisa forzada.
Intenté concentrarme en las bromas de Alan y las divagaciones de Brian, pero mi mente volvía una y otra vez a la pelirroja. Cuando la vi bailar, un magnetismo inesperado emanaba de ella. Sus movimientos eran fluidos, casi salvajes, pero con una gracia que contrastaba con la rigidez de su postura anterior. Había una seguridad en su forma de moverse, una despreocupación que la hacía aún más atractiva. Su sonrisa, cuando compartía una mirada cómplice con sus amigas, era radiante, una luz que hacía olvidar por completo la furia de hacía unos minutos. Ese contraste me intrigaba aún más.
Me encontré buscando con la mirada la camiseta negra entre la multitud danzante. Quería verla de nuevo, aunque fuera de lejos. Quería descifrar esa punzada en sus ojos, esa mezcla de enojo y algo más que no lograba identificar. ¿Era posible que, debajo de toda esa irritación, hubiera una pequeña chispa de... algo más? Era una idea descabellada, lo sabía. Pero la forma en que nuestros ojos se habían conectado... se había sentido diferente a cualquier otro cruce de miradas. Había una intensidad que me mantenía enganchado.
La idea de acercarme a ella volvió a rondar mi cabeza varias veces esa noche. Me abrí paso entre la multitud con esa intención. La vi cerca de la barra, riendo con una de sus acompañantes. Tomé aire, dispuesto a acercarme y disculparme apropiadamente por lo de la blusa, tal vez invitarla a una copa ahora que parecía más relajada. Justo cuando estaba a punto de hablarle, una chica rubia con una sonrisa coqueta se interpuso en mi camino, preguntándome si conocía a alguien que organizara una fiesta después. Por cortesía, me vi obligado a seguir la conversación por unos minutos, y cuando finalmente me disculpé y me zafé de la chica, Karen y sus amigas ya no estaban allí.
Desde mi posición cerca de la barra, la vi reír con sus amigas, su cabello rojizo destacando entre la multitud oscura. Parecía estar pasándolo bien, completamente ajena a mis intentos fallidos. En un momento dado, incluso pareció notar mi mirada. Nuestros ojos se cruzaron fugazmente, pero su reacción fue como si yo fuera invisible. Desvió la mirada con una indiferencia que, debo admitir, me pinchó el ego. No estaba acostumbrado a ser ignorado tan descaradamente. ¿Era realmente tan imperdonable mi torpeza con el vino?
Finalmente, decidí relajarme y disfrutar de la noche con Alan y Brian. Si el destino quería que volviera a cruzarme con la pelirroja de los ojos avellana, así sería. Y si no, quedaría como un recuerdo fugaz de una noche peculiar. Una chica de carácter fuerte y una blusa de seda arruinada por mi torpeza.
Me había dejado una impresión más duradera de lo que hubiera esperado de un simple tropiezo en la multitud. Y mientras la buscaba con la mirada por última vez, una pregunta se instaló en mi mente:
¿Quién era ella?
Y lo más importante,
¿por qué me importaba tanto su desdén?
***
Bonito Domingo!!!
Recuerden dejarme sus comentarios, votos y su amor incondicional.
Mil Gracias..