Evan
La puerta del estudio se cerró con un golpe seco. Me quede un momento en el umbral, observando la penumbra que lo envolvía. El olor a pintura vieja y a polvo le picaba la nariz. La luz de la luna que se filtraba por la ventana proyectaba sombras largas sobre el lienzo que colgaba en la pared, una figura fantasmal que parecía cobrar vida en la penumbra.
Mamá estaba de pie frente al cuadro, con la mirada fija en el rostro del hombre que lo miraba desde el lienzo. La vi pálida, sus ojos rojos como si estuviera llorando, y un temblor recorrió su cuerpo.
-Mamá... -dijo Evan, acercándose a ella con cautela.
-Dio un salto, como si lo hubiera olvidado.
- ¿Qué haces aquí? -preguntó, con la voz entrecortada.
-Te estábamos buscando y unas …de las sirvientas me dijo que estaba a qui ya casi es la hora de cenar. -respondió Evan, con un nudo en la garganta.
Su mirada se volvió a posar en el cuadro.
-Todavía lo extraño. -voz baja y ronca.
-Si como no tienes idea. -entre cortada
-Y tú crees que él... que él todavía está vivo. -con un hilo de esperanza en la voz.
Se giró lentamente hacia él, con una expresión de dolor en el rostro.
-No lo sé. -dijo, con la voz temblorosa. -Pero espero que sí.
-No creo ir a cenar, disculparme con tus hermanos. Me voy a ir a acostar -con una sonrisa forzada.
-Descansa, te quiero. – me acerco a ella y le di un beso en la frente. Ella le sonrió con tristeza.
-Gracias mi niño y no olvides cerrar la puerta.
Me quedé mirando la pintura, la imagen de mi padre, con su mirada penetrante, su sonrisa cálida. Sentí un vacío inmenso, un dolor que me apretaba el pecho. No sé cómo no sé si quiero ser el duque que todos esperan, de mí. No sabía cómo llenar el vacío que había dejado su ausencia.
-Mamá te extraña, Emma ya no se acuerda mucho de ti, todos te extrañamos, en especial yo -murmuré, sintiendo las lágrimas asomarse a mis ojos.
En ese momento, escuché la puerta abrirse. Volteé y vi a Eli entrar.
-Hablando con él -dijo, con una mirada melancólica.
-Sí -respondí, sin apartar la vista de la pintura.
-Qué crees que haría con nosotros si él estuviera aquí -preguntó Eli, con un tono de voz suave.
Evan se encogió de hombros. Lo más probable... es... que le daría sape a Henry -dije, con una sonrisa irónica. Luego traería de vuelta a Elijah. A Emma la abrazaría y jamás la soltaría. Y a ti y a mí nos daría un sermón por dejarla sola estos años. Luego nos abrazaría... y nos pediría que lo perdonemos por lo que hizo. Eso haría él.
-¿Y dónde está mamá?
-Se fue a descansar.
-Para ella fue un día agotador y cansado... por estos días.
-Lo entiendo. Entonces vamos a cenar sin ella. Cuando salgas, cierra la puerta. Nos vemos en el comedor.
Asentí y me di la vuelta para salir. Una carta llamó mi atención, estaba sobre la mesa, junto a unos mapas y papeles. La tomé, pero en el momento en que la toqué desapareció. Salí del estudio y me dirigí hacia el comedor, con un sentimiento de incertidumbre y confusión que me llenaba el corazón.
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Editado: 10.12.2025