La duquesa y El duque

I

Me removí inquieta y sentí un dolor de cabeza intenso mientras intentaba abrir los ojos, la luz que entraba por el ventanal me hizo cerrarlos nuevamente.

-Mamá se movió-Una vocecita me hizo volver a intentar abrirlos.

-Si, pero sabes lo que dijo papá, que no podemos molestarla porque luego se enoja y nos abandona-Otra voz me llamo la atención.

Volví a intentar abrir los ojos, ahora con éxito, mire el gran techo blanco y luego mire las grandes paredes color hueso, me levante un poco para poder sentarme y ver donde estaba, pero lo que no me esperaba era ver a dos niños parados viéndome fijamente.

-Mamá esta despierta-grito la pequeña niña tirándose a mis brazos.

El niño me observo y empezó a llorar.

-Mami, seremos buenos niños, no te vayas, papá te ama y nosotros también, no nos abandones.

¿Mami? ¿Papá? ¿Cómo puedo ser yo madre?

Me reí internamente, pero los deje de hacer al ver los niños viéndome con los ojos enormes con pequeñas lagrimas saliendo de ellos.

-Niños, no soy su madre-Les dije y empezaron a llorar aún más, pero se detuvieron a escuchar la puerta abriéndose.

-Adriana, ¿Qué le estas haciendo a los niños? Se que no me quieres en tu vida, pero con los niños no te metas, ellos no tienen la culpa-Un fuerte hombre castaño empezó a gritar mientras entraba a la habitación.

¿Este no es el del Imperio del Dragon? ¿Y mi prometido?

Me quedo analizándolo, anoche yo estaba con mi padre cenando, hablando de que mi futuro esposo sería el Duque, pero me negué ya estaba enamorada de Carlos, el hijo de uno de los amigos de mi padre.

Corrí hacia la casa de mi amiga Maribel por ayuda y cuando subí a su habitación me había encontrado con el mayor espectáculo que había visto en mi vida, Mi mejor amiga con mi novio besándose, después de eso no recuerdo nada, solo unas manos empujándome por las escaleras.

¿Pero cómo es posible que me encuentre con el duque ahora? ¿Sera que me salvo anoche?

-Duque-El me miró fijamente tras mi llamado- ¿Estos son sus hijos? -Pregunte esperando una respuesta positiva.

-Niños, Baje a lavarse las manos y luego a comedor, la comida será servida-Los niños me miraron y luego al duque-No me hagan repetirlo de nuevo.

Los niños salieron de la habitación en menos de lo que esperaba.

- ¿Cómo puedes ser tan cruel para hacerme esa pregunta frente a ellos? Se que ellos no fueron concebidos de manera voluntaria por parte tuya, y que te arrepientes de aquel día, pero se que ellos son mis hijos, y no me importa si quieres irte con Carlos, no te dejare que los trates así-Me quede muda, ¿Irme con Carlos?

Al parecer había estropeado todo, pero no me acuerdo de nada.

-Eres libre de irte con tu amante, después de todo a el lo amas hasta mas que los niños-Pero sí que lo había estropeado grande.

Grande es poco.

-Estaré en la capital trabajando, los niños estarán en la biblioteca estudiando, volveré en la noche con ellos, si decides irte, hazlo en silencio sin que los niños lo noten, que pases buen día duquesa-Me miro con desprecio y luego salió de la habitación.

Mire hacia la puerta y luego mire hacia el gran espejo que tenia en frente de la cama, me levante con cuidado de no caerme y me mire fijamente, mis pechos eran mas grandes, y mi cadera también, mire mi cabeza rojo y me sorprendí al ver que me llegaba más debajo de la cintura.

Pero si ayer lo tenia a penas un poco más abajo del cuello

Imposible

¿Qué estaba pasando?

La puerta se volvió abrir, pero ahora entro una señora de mediana edad.

-Duquesa ¿Quiere que le sirva el desayuno aquí o en el comedor? -Hablo con la cabeza baja.

- ¿Duquesa? ¿Usted me dijo duquesa? - Ahora que lo recuerdo el duque también me llamo así.

-Si señora, usted es la esposa del duque, lo que la hace duquesa-La mire sin entender.

-No, yo soy la hija del conde Lauro, soy condesa, no duquesa-trate de explicarle.

-No señora, usted se casó con el duque ¿No lo recuerda? ¿Qué medicamentos le mando tomar esta vez la señorita Maribel?

¿Maribel? ¿Ella estaba detrás de todo esto?

-De hecho, no recuerdo nada de lo me dice, solo recuerdo cuando alguien me empujo por las escaleras tras ver como…-Me quede callada y ella por fin me miro a los ojos- digo, tras ver que Maribel no estaba en su casa alguien me empujo y no recuerdo nada.

- ¿El accidente que tuvo por las escaleras? -Asentí-Eso fue hace más de cinco años-Casi me desmayo al escuchar eso-Tras despertarse su padre la obligo a casarse con mi señor, y meses mas tarde usted quedo embrazada de los pequeños, sus hijos, pero nunca le gusto estar con el duque por lo que siempre trato de escaparse con el caballero Carlos, en mi opinión señora, el duque esta mejor que el-Hablo rápido.

- ¿Puedes no contarle a mi marido que perdí la memoria? -Ella asintió- ¿Cuál es su nombre?

- ¿El del duque o el mío?

-Ambos.

-Mi nombre es Rosa, El duque se llama Cristhian, pero usted siempre lo llama así, Duque-Afirmo.

- ¿Me ayudas a arreglarme? -Entre al gran armario y note los grande y extravagantes vestidos que había- ¿Solo tengo estos?

Rosa Asintió.

Son horribles.

-También necesito una modista, ¿Puedes llamar una por mí? -Ella asintió-Me daré un baño mientras tanto-Y Rosa-Ella me giro a verme-Gracias.

-Siempre a su disposición señora, solo le pido de todo corazón que trate de darle una oportunidad al duque y a los niños, sé que serán una gran familia.

-Lo prometo.

Entre al baño y entre a la bañera que a pesar de que el agua estaba helada, lave mi cuerpo completo y tras arreglarme, Sali corriendo hacia abajo donde escuche unas voces.

- ¿La señora no le gusto el vestido que le mande? Puedo hacer uno nuevo, pero que no me deje sin trabajo por favor- Una dama de estatura pequeña estaba suplicándole a Rosa.



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En el texto hay: matrimnio, duquesa, duque

Editado: 23.08.2023

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