VIII

Narra Adriana.

Me pase la tarde con mis hijos, ya que hasta mi padre había desaparecido y Rosa recién estaba llegando para decirme que mi marido nos había invitado a cenar y que nos arreglamos temprano que él nos venía a buscar.

- ¿Por qué no vino el a decirnos eso? -Rosa hizo un gesto de no saber la razón y siguió buscando ropa en mi armario.

-Tenia tanto trabajo el pobre, sabía que esto pasaría al tomarse el día de ayer libre-Me senté en la cama envuelta con una toalla-Mire este vestido.

Me coloco un vestido totalmente blanco en la cama, era uno de los que recién había mandado a arreglar. Ajustado arriba y abajo suelto, pero cuando giraba se alzaba la falda.

- ¿No se ve muy elegante? -Admití viéndome en el espejo.

-Se le ve perfecto y combina con los trajes de los niños, por eso lo elegí, ayer se veían tan lindos combinados los cuatros.

¿Los cuatros?

-Es decir que mi esposo también lleva un traje blanco-Ella asintió- ¿A dónde me lleva Rosa? Se que sabes.

-Me descubrió, es un lugar super romántico, es un restaurante que abrió reciente, me dijo que le tenía una sorpresa ahí-Rosa hablo emocionada-Pero ahora tendrá que fingir una cara de sorpresa.

-No te preocupes, ahora entiendo porque me arreglaste tanto, ve a ver como van los niños, yo me pintare un poco la cara-Me miro con una sonrisa y luego se retiró de la habitación.

Entonces iremos a cenar, cada día me sorprendes más Cristhian.

Me coloque unos tacones altos también blancos con algo de dorado y me coloque algo de maquillaje en el rostro, deje mi hermoso cabello rojizo al aire ya que aun se encontraba ondulado por la fiesta de ayer.

Estaba lista para cenar con mi familia.

Bajé las escaleras y me reuní con mis niños, que si estaban vestidos de blanco.

- ¿Cristhian llego? -Rosa negó saliendo de la cocina con vestido azul oscuro.

-Mando un carruaje, nos está esperando afuera-Me sorprendí al escucharla.

-Me emociona mas al saber que me acompañas en esta etapa-Me acerque para abrazarla-Vamos.

Los cuatros subimos al carruaje y tras acomodarnos correctamente salimos a nuestro destino.

-Señora, sabe que, aunque le dije a donde íbamos, aun sigue siendo una sorpresa, me mandaron a vendarle los ojos-Abrí la boca y formé una O con ella.

Acepte mi destino y me acerque a ella para que lo hiciera, cerré los ojos bajo las pequeñas risas de mis niños y Rosa me coloco una venda que hizo que no viera nada.

Pasaron unos cuantos minutos y sentí como el carruaje se detenía.

-Llegamos, señora, déjeme y la ayudo a bajar-Se escucharon movimientos por todo el sitio y subí las manos en busca de que alguien me sostuviera-Venga-Rosa me ayudo a bajar y a caminar por un lugar que ni siquiera conocía.

Sentí que sus manos me soltaron y otras mas grandes me las agarraron, supuse que era Cristhian, pero descarté la idea al escuchar la voz de mi padre.

-Te tengo mi niña-Murmuro mi padre para mí.

Me movió un poco y me dio intriga saber que el hacia aquí.

¿Una cena familiar? Supongo que sí.

El me soltó la mano y sentí como se colocaba detrás mío y retiraba la venda, fui abriendo los ojos de apoco para que la luz, que era mínima pero aun así era luz, no me molestara.

Cuando los abrí mire hacia al frente y quise llorar al instante.

Estaba en una Iglesia, Por Dios.

Mire a Cristhian posicionado en la parte delante de la Iglesia junto a lo que creo era el padre.

Mis ojos se pusieron llorosos, y agradecí el no ponerme mucho maquillaje.

Mis hijos estaban parados al lado de él y la única invitada que estaba sentada en los bancos era Rosa con aquella Sonrisa cálida que siempre me dedicaba.

-Vamos hijas, nos esperan-Respiré y sostuve la mano el brazo de mi padre.

Y cada paso que daba me hacia recordar lo que había dicho anoche.

¨NO ME ACUERDO DEL DIA EN QUE NOS CASAMOS¨

Mas lagrimas brotaron.

-Te entrego a mi hija Cristhian-Soltó mi padre cuando llegamos al frente-Se que es muy testaruda, pero también se que es mi vida completa, te ruego de todo corazón que la cuides y el día que ya no puedas, me la entregas, este viejo se encargara de ella.

Estaba que hacia un océano con mis lágrimas.

-No se preocupe, puede descansar en paz sabiendo que la cuidare con mi vida.

Tome el brazo de Cristhian y mire como mi padre se colocaba al lado de Rosa.

Dios mío, si estoy soñando, no me despiertes.

-Estamos reunidos esta noche para a esta bella pareja, nuevamente, en sagrado matrimonio-Voltee mi rostro y mire a Cristhian sonreír-Hagamos esto rápido chicos, El novio puede decir sus votos matrimoniales.

-Aquí parado frente a ti Adriana, prometo que Te amaré hasta que deje de respirar e incluso en ese último suspiro, te haré saber que viví gracias a tenerte conmigo, Prometo amarte siempre como si fuera el comienzo, prometo amarte siempre sin miedo al final-Solté una lagrima-Se que no me recuerdas, pero desde que te conocí entendí lo que es amar, el día de hoy te agradezco por quedarte a mi lado-Coloco su mano encima de la mía-Con nuestros amigos y familiares alrededor de nosotros, te tomo como esposo/a y juro amarte, respetarte y entregarte mi corazón hasta la eternidad.

El romance no era lo mío por Dios, pero estaba que me dé derretía.

-Ahora la novia dirá sus votos matrimoniales.

Me quede muda, Dios mío, Yo no sé decir este tipo de palabras.

-Ay Cristhian-todos soltaron una risa-Soy mala con las palabras, porque no tengo forma de prometerte amor eterno, pero si puedo encargarme de que sientas que te quiero cada uno de los días de nuestra vida juntos-solloce y Cristhian me toco el rostro para quítame las lágrimas que caían por el-No hagas eso, mi maquillaje-Él sonrió-Deseo que esta historia nunca llegue al final, porque quiero convertirme en la razón por la que comiences a creer en la frase “juntos por siempre”, gracias por hacerme recordar este hermoso día, no te puedo decir te amo ya que con las manos cuento los días que llevo a tu lado, pero quiero que esto funcione y que junto a nuestros niños, estemos juntos hasta que la muerte nos separe-me lance hacia sus brazos y lo abrace con tantas ganas-Gracias Cristhian, por tenemos paciencia, por todo lo que has hecho por mi y por supuesto, por esperar mi amor durante todos estos años.