Capitulo 65

El General Damián coordinaba la retirada de las tropas, intentando mantener la calma y el orden en medio del caos.

Mientras tanto, en el castillo, el ambiente estaba lleno de tensión y preocupación. Los consejeros y sirvientes se movían rápidamente, preparando todo lo necesario para cuidar de Elizabeth. El médico real estaba listo para atenderla en cuanto llegaran junto con Amanda.

Al entrar en el castillo, Henry colocó suavemente a Elizabeth en una cama mientras el médico comenzaba a revisarla. Amanda se mantuvo cerca, observando con preocupación y ofreciendo su ayuda cuando era necesario.

- Reina Elizabeth necesita descansar y recibir tratamiento. Ha pasado por mucho y su cuerpo necesita tiempo para recuperarse.

Henry asintió, sintiendo una mezcla de alivio y preocupación. Sabía que Elizabeth estaba en buenas manos, pero no podía dejar de preocuparse por su bienestar su cabeza en ese momento era un caos inevitable un lado de su corazón quería protegerla aunque la otra quería despedazarla por el parecido tan real de su propia madre.

-Gracias, doctor. Haremos todo lo posible para asegurarnos de que se recupere.-Comento el serio.

Amanda se acercó a Henry, su expresión era evidente aunque era el Rey de Findara y ella era nada mas que una simple varonesa su mirada aun era de alarma.

-Henry, necesitamos discutir nuestra próxima estrategia. No podemos permitir que esta situación nos deje vulnerables.-Comento el Consejero Matthew recargado en la orilla de la puerta.

Henry asintió, reconociendo la importancia de planificar cuidadosamente sus próximos movimientos.

- Tienes razón, Debemos reunir a todos y discutir cómo proceder, no dejare que me vuelvan a intimidar.

-Yo tengo una idea si gusta, Majestad-Comento con una sonrisa en su rostro aunque algo siniestra-Si gusta después podemos discutir eso en privado.

Mientras el médico y Amanda continuaban cuidando de Elizabeth, Henry y Matthew se dirigieron a la sala de reuniones, donde los consejeros ya estaban esperando en la salón.

La atmósfera era tensa, pero había una determinación palpable en el aire. Sabían que debían actuar con rapidez y precisión para asegurar la seguridad.

- Gracias a todos por estar aquí. La situación es crítica, pero tenemos que mantener la calma y planificar nuestra estrategia cuidadosamente. Mi Reino está a salvo por ahora, pero debemos asegurarnos de que no haya más amenazas.

El General Damián se adelantó, su rostro mostrando una mezcla de preocupación y resolución.

- Majestad, nuestras defensas deben ser reforzadas inmediatamente. No podemos permitir que el Reino de Ledoux o cualquier otra fuerza externa nos ataque de nuevo.-Comento con firmeza.

-Majestad también necesitamos considerar nuestras alianzas. Debemos asegurarnos de que nuestros aliados estén dispuestos a apoyarnos en caso de un conflicto mayor.

Henry asintió, tomando en cuenta los consejos de sus consejeros.

- Tienen razón. Debemos fortalecer nuestras defensas y asegurarnos de que nuestras alianzas sean firmes. Además, debemos encontrar una manera de resolver el conflicto con Harry y Stefan sin más derramamiento de sangre. No quiero que Elizabeth sufra más.

Uno de los consejeros, Lord William, se adelantó con una sugerencia.

- Majestad, tal vez podríamos entregar a la Reina de Terca y Tanalar.-Comento algo serio.-¿Acaso no es esta guerra sin sentido por ella?

Las palabras de William cayeron como una bomba en la sala de reuniones. El rostro del Rey Henry se oscureció de inmediato, su ira era palpable. Se puso en pie de un salto y miró a William con una intensidad feroz.

- ¡¿Qué has dicho, William?! ¿Propones que entreguemos a Elizabeth? ¡Esa idea es inaceptable!-Exploto con ira en sus ojos.

La tensión en la sala era palpable, y todos los presentes se miraron nerviosamente. La furia de Henry era evidente, y nadie se atrevía a intervenir.

- No permitiré que Elizabeth sea entregada de nuevo a ellos. Ella se quedará conmigo, aunque la guerra azote nuestro reino. Prefiero luchar que entregarle la victoria a ellos.

William retrocedió, intimidado por la ira de Henry. Sabía que había cometido un error al proponer una solución tan drástica.

-Majestad, lo siento. No quise ofenderlo. Solo buscaba una manera de evitar más sufrimiento.-Comento Lord William tembloroso.

Henry respiró hondo, tratando de calmarse, pero su resolución seguía siendo firme.

-¿Por que mejor no me dices lo que te traes en manos?, Duque Matthew-Saco Henry de repente haciendo silencio el consejo mientras lo miraban determinadamente.

-Majestad, me he dado cuenta de que hay un Reino tan débil que podríamos conquistarlo en menos de un día. Esto nos daría más poder y fuerzas para enfrentar cualquier amenaza.

Henry levantó la mirada hacia Matthew, considerando la propuesta. Sabía que cualquier movimiento en esta situación debía ser calculado y estratégico.

- Matthew, ¿de qué reino estamos hablando?-Comento el interesado.

- El Reino de Terán. Han estado debilitados por conflictos internos y no tienen la fuerza para resistir un ataque. Conquistarlos nos daría acceso a sus recursos y fortalecería nuestras defensas.

Henry se quedó en silencio por un momento, reflexionando sobre las implicaciones de la propuesta de Matthew. Sabía que conquistar otro reino podría traer más conflictos, pero también podía ser la clave para fortalecer su posición.

El Lord Ethan , que había estado escuchando atentamente, intervino con una pregunta.

- Henry, ¿estás seguro de que esta es la mejor opción? Si bien podríamos ganar más poder, también podríamos enfrentar más resistencia y conflictos.-Comento voz cautelosa.