Llegué a la casa. Giré la perrilla y me inserté en mi humilde hogar. Todo estaba oscuro y había un silencio absoluto. Decidí subir a la segunda planta para revisar si mi hermana ya había regresado. Ella se encontraba acostada en la cama mirando al techo, no se había percatado de mi presencia. Toqué la puerta un par de veces y me adentré, noté como ella me observaba por el rabillo del ojo mientras yo me acomodaba en los pies de la cama.
_Escucha-Rompo este incómodo silencio que nos rodeaba_Sé que no quieres hablar y lo entiendo, pero necesito saber qué pasó-Digo de la forma más tranquila y amable que puedo. Ella me miró con los ojos llorosos mientras se llevaba una almohada a su regazo.
_De ayer decirme Mi princesa a hoy gritarme en medio de la calle Niñata Malagradecida hay mucha diferencia. -Sonrió con ironía.
_Es que no entiendo, qué carajos le pasó a ellos.
_No lo sé-Se escogió de hombros mirando al vacío.
_Tal vez vieron algo, mencionaron algo de una camioneta o algo así..
_Ya basta-Me interrumpió mientras se sentaba en la cama_ Si ellos son bipolares o hijos de su linda y gentil madre no me importa. Él no tenía derecho a hablarme así y menos a tí-Habló con la vena Aorta apunto de estallar , comenzó a expulsar su vómito verbal mientras ofendía a Esteban y alagaba a su madre.
_Escucha, no pensemos en eso. Por cierto dónde están-Clavé mis orbes café en los suyos. Aunque ella quería olvidarse de ellos yo necesitaba saber dónde estaban ahora. Mi corazoncito tenía sentimientos después de todo.
_Vinieron en taxi. Deben estar en casa de Jossie.
_Escucha, vamos a preparar algo y ver alguna película.
_Espera, aún debo ordenar algunos apuntes
_ Yo dejé todo listo desde el viernes así que, iré preparando palomitas, hoy es noche de películas-Le aventé un almohadón a la cara, ella me devolvió el golpe mientras se sobaba el estómago de la risa.
Bajé a la cocina, prendí la luz y comencé a hacer las palomitas. Mientras esperaba decidí abrir las ventanas para que el aire natural ventilara. Al correr las cortinas divisé a Aaron pegado a mi ventana con una sonrisa torcida. Al principio me sobresalté del susto pero ahora me encontraba intentando abrir la ventana mientras una sonrisa tonta cubría mis labios. Comencé a jalar la manilla pero él sólo negaba con la cabeza.Apoyó su mano en el cristal de la ventana y yo repetí la acción. Miles de mariposas revoloteaban en mi estómago. El grueso cristal no era impedimento alguno para que este chico me pusiera los pelos de punta. Debería estar reclamándole y enojada mientras el estuviera golpeado y lleno de moratones por mi causa, pero, en cambio estamos sonriendo mientras nuestras manos acarician un cristal.
_Clem, ya están listas las palomitas-La voz de mi hermana me hizo sobresaltar. Cubrí la ventana con la cortina en un ágil movimiento y le di la espalda a la pared.
_Claro, ve escogiendo la película.-Expresé un poco nerviosa mientras jugaba con mis dedos. Ella se encogió de hombros y fue a la sala. Solté un largo suspiro, su humor de perros no le permitió levantar sospechas. Gracias Mundo por apiadarte de mi alma.
Al girarme y correr la cortina el ya no estaba.
Este hombre está jugando con mi mente o qué?
Camino a la sala y mi hermana se encontraba buscando la dichosa película.
_Sugerencias-Se gira para observarme.
_Nah, confío en tí-Digo sentándome en el sofá.
_Que bueno porque ya la -Volteó nuevamente a mirarme mientras cubría mi boca con una de sus manos -Antes de que preguntes, es la mejor película que ojos humanos hayan podido visualizar, y, antes de que te puedas quejarte-Volvió a interrumpir mis deseos de quejarme_No es Una conejita en el Camnpus . Es mejor que eso. Es Legally Blond.
_Cuál es esa.
_Te aseguro que la amarás.-Y, literalmente me "puso cómoda" y puso la peli.