La Elegida (en Edición)

Capitulo 7

Mis ojos comenzaron ha arder, y miente quedo en blanco.

No podía despegar mi vista de las paginas de aquel libro, desconocido para mi.

Por un momento creí entender lo que decia, pero solo por un momento.

Estaba demaciado nerviosa, y quien no lo estaria, teniendo a una desconocida frente a ti, mirandote de una manera aterradora.

Nose cuanto tiempo pase mirando aquel libro, pero lo que sabia era que no sucedia nada, no era la indicada para leerlo, nose si me estaba haciendo una broma o en realidad la mujer estaba loca.

Me estaba empezando ha artar, y creía que era absurdo lo que me habia dicho la mujer.

No creo nada lo que me dijo, ni creo que exista de verdad esa "leyenda", ni la elegida, no creo en absolutamente nada.

Admito que siempre me gusto todo aquello relacionado con lo sobrenatural, pero de aquí a creer lo que me decia aquella mujer, era realmente imposible que existiera todo aquello.

Bufe cansada.

-Esto debe ser una broma- murmure entre dientes, mientras la miraba con enojo- tengo que hacer cosas mas importantes, antes de escuchar algo tan absurdo- mi enojo aumentaba a medida que las palabras salian de mi boca.

La mujer me sonrio.

-Lo que sucede es que tu no crees, ni tienes esperanza de creer que sea verdad lo que te conte- comento con simpleza- tienes que creer para entender, y ver para comprender- sonrio.

En este momento mi cara debe ser un poema, esta mujer en verdad esta loca.

-Usted esta loca- escupí con desprecio. El enojo se estaba apoderando de mi, y no podia controlarlo.

-Me lo dicen muy seguido querida- me guíño- llevate el libro, tal vez si me escuchas y crees en lo que te dije, podras leer el libro.

Esas ultimas palabras fueron la gota de derramo el vaso, mi enojo se intensifico de pronto.

Podia sentir que mis ojos cambiaban, al igual que mi cabello.

La mujer me miro asombrada, sus ojos reflejaban sorpresa y miedo a la ves.

-Er..es t..u- tartamudeo con dificultad.

Mis ojos se abrieron como plato, no podia seguir estando allí, necesitaba irme a casa, aunque siga perdiendo muchas clases.

-Debo irme- comenté rapidamente, mientras corria, alejandome de allí.

***
Me encontraba ordenando los destrozos que ocasione en mi habitación. 

Al llegar a casa, no me pude controlar y deje que mi enojo se apoderara de mi.

Falshback

Mi furia aumentaba cada vez más, subi deprisa hacia mi habitación.

Destrozaba todo lo que se interponia en mi camino.

Cada cuadro que estaba colgado en las paredes, lo destrozaba.

No importaba si eran cosas de valor, todo lo rompía.

Mi vista se fijo en un espejo enorme, frente a mi.

Mi puño impacto sobre este, logrando que este se rompiera en pedazos, mi mano dolia.

Fije mi vista sobre esta y lo que me aterro, fue ver que mi sangre era negra.

Un gran liquido negro recorria alrededor de mi mano.

Me quede unos instantes mirando la herida, que por cierto no era muy grande.

Y pude apreciar que esta iba sanado lentamente, nose si era mi imaginación pero ya no quedaba rastro de aquella herida.

Intente autoconvencerme de que era solo mi imaginación y deje mi mano como estaba mientras me disponia a ordenar todo el destrozo que habia en esta.

Fin del Flashback

Cuando por fin habia terminado de "ordenar" me convenci de leer aquel libro, que por cierto no sabia de que se trataba.

Coloque el libro sobre mi regazo, y al abrirlo pude observar pequeños diseños sobre los costados de las hojas, parecían como flores con pequeñas entredaderas y sobre estas una pequeña espada atravezandolas.

Trate de concentrarme lo mejor que pude, ya no me sentia nerviosa y eso era un gran alivio.

Mis ojos se posaron sobre aquellas letras desconocidas para mi.

De pronto mi vista comenzo a nublarse y devuelta pude apreciar solo por un momento que las letras se tornaban más claras.

La confusión me invadio por dentro, mis manos comenzaron a temblar a medida que iba viendo como las letras se movian a medida que iba leyendo lo que estaba escrito.

Era impresionante, pensaba que todo era mi imaginación pero al ver como en verdad entendia lo que estaba escrito allí, el panico se instalo en mi cuerpo dejandome sin poder reaccionar.

Lo que me dejó impactada fue el hecho de ser verdad lo que me contó aquella mujer de avanzada edad. 

Te lo dije, solo tenias que confiar.




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