La Elegida (en Edición)

Capitulo 11

Todo a mi alrededor se detuvo.

No podía articular ninguna palabra, cada extremidad de mi cuerpo se paralizó al escuchar aquéllas palabras.

Estaba paralizada, me sentía confundida, no quería entender el porque de sus palabras. Temía que todo fuera cierto, que cada palabra, cada suceso, cada momento, fuera cierto. No quería que mi vida cambiará, no quería cambiar, de tan solo pensar que todo fuera verdad un sentimiento horrible recorre cada parte de mi cuerpo, dejándome un presentimiento aterrador.

No queria pensar, ni entender, no queria hablar ni moverme, no queria hacer absolutamente nada.

Sólo estar sola, en una inmensa oscuridad, donde pueda entender cada palabra, no quería ser un monstruo, ni quería hacer daño, lo único que no quería entender era que si todo aquéllo fuera real, estaba jodida.

Realmente jodida.

Quien en su sano juicio desearía ser un monstruo, a quien le gustaria hacer sufrir a los demás, yo no soy así. No soy un monstruo, ni una persona mala, sólo soy una persona que quiere que todo vuelva a ser como antes, quiero comprender la realidad, necesitó entender absolutamente todo.

Pero no logró hacerlo, no quiero, me niego y me reuso a entender. No quiero sufrir, no quiero ser alguien horrible, no quiero que se decepcionen de mi, no quiero.

Pero al mismo tiempo dentro de mi, siento que esto es lo que estaba esperando por muchos años, siento que era lo que me faltaba para despertar de la realidad, de ser quien realmente soy. No temo, no me preocupo, solo estoy feliz, feliz porque realmente podre saber quien soy, y ya nada podra detenerme por querer saber la verdad, mi verdad, mi vida, mi historia, mi realidad.

Todo es tan confuso que no logro comprender, nisiquiera a mi misma.

Un gelido tacto logro que regresara a la realidad, mi realidad.

Aquella mujer no tan desconocida, me miraba paciente esperando a que hablara, o simplemente esperando a que intentara escapar de allí.

Pero eso no sucedería, no escaparia, no de nuevo, no puedo escapar de la realidad ni de mi misma, ya era demasiado tarde para escapar.

-¿Qué?- un pequeño pero audible murmuró prosedio a salir de mi boca.

No quería escucharla, ni escucharme a mi misma, no quería aceptar que toda mi vida fue una completa mentira.

Cada momento, cada lugar, cada situación, cada persona. Todo era una completa mentira, todo.

Absolutamente todo, ahora lograba comprender el porque de algunas cosas.

-Entiendo que todo esto te confunde, pero es la verdad- su voz sonaba distorcionada.

No se como paso, pero de un momento a otro mis párpados comenzaron a cerrarse por si solos, mi vista se nublo, comenzaba a caer en un profundo sueño.

-La luna roja se acerca princesa, tus poderes no tardarán en despertar y cuando eso pase, tu cambiaras y ya no serás la misma de antes, cuidate- alcancé a escuchar antes de cerrar mis ojos por completo.

Oscuridad.

Una absoluta e inquietante oscuridad era lo único que veia. No sabia si estaba soñando o si aun seguía despierta.

Todo estaba tranquilo, a distancia podía escuchar murmullos, suaves brisas de aire rosaban mi piel como si intentarán protegerme, todo se sentia en paz, una tranquila paz que desaparecería en cualquier momento.

***
Abrí mis ojos lentamente y los murmullos comenzaron a escucharse devuelta, pero esta vez un poco mas claros.

Mis ojos comenzaron a buscar algun rastro de donde provenían los murmullos, pero no podía alcanzar a ver nada.

Todo estaba oscuro, tan oscuro como si no quisieran que los viera.

No estaba entendiendo nada, se supone que me encontraba en mi habitación, pero no entendía porque escuchaba murmullos en esta.

Estaba a punto de prender la luz cuando una voz muy conocida llamo mi atención.

-Necesitamos saber lo que esta pasando con Alice- susurro Kim.

-La luna roja esta cada vez mas cerca, debemos hacer algo-suspiro- tenemos que ayudarla- esta vez fue Ethan el que hablo, parecia que tuviera miedo.

-Nadie la puede ayudar-gruño- ella es la princesa solo ella puede hacerlo- la voz de Rose sonaba enfadada.

Silencio...

Toda la habitación quedo en un profundo silencio, podía escuchar sus respiraciones mezclándose. 

Por mi parte no sabía que hacer ni como reaccionar, lo unico que me preguntaba era.

¿Como sabian que era una princesa?

Era bastante obvio que ellos sabían muchas cosas sobre mi, me estaban ocultando cosas, cosas muy importante sobre mi vida.

Aquello me enfado un poco, se supone que tienen que ayudarme no ocultarme cosas, joder.

Necesitaba que se fueran de mi habitación, pero quería saber escuchando su conversación.

- Necesitamos estar atentos a todo lo que suceda- un pequeño silencio se hizo presente- no podemos arriesgarnos a que se enfade, puede ser muy peligrosa cuándo esta enfadada- suspiro Ethan.

-Tenemos que tener mucho cuidado, parece que sospecha algo- esta ves fue Rose la que termino de hablar, dando por finalizada la conversación.

Mi cuerpo se encontraba paralizado con lo que acababa de escuchar. Era bastante obvio que no podía contar con ellos, no cuando me ocultaban cosas.

Necesitaba saber más sobre mi, y que significaba la llegada de la Luna Roja.

Podía escuchar sus pasos saliendo de mi habitación, cuando por fín quede sola un alivio cruzo todo mi cuerpo.




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