La Elegida (en Edición)

Capitulo 24

POV Castillo Camberleck

Todo era sombrío, frío, pequeñas ráfagas de viento rozaban mi rostro, la neblina era escasa.

Grandes árboles habían a mi alrededor, ramas, hojas, incluso algún insecto sobre el suelo.

Me encontraba dentro de un bosque jamás conocido, miles de historias había oído contar sobre este.

Historias aterradoras, tristes, decían que en este bosque la maldad y bondad reinaban, sí tu corazón estaba  completamente repleto de maldad, algo realmente malo te sucedería, sufririas más de lo que podrías imaginarte.

Decían que podrías volverte más loco de lo que estabas y sentir el pánico rondar por tu cuerpo. Carcomiendote por dentro, dejando todos tus poros expuestos al terror y en ese momento sabes que tu fin se acerca, mucho antes de lo que cres.

Por otra parte, si tu corazón existe el amor, la esperanza, inclusive luz. No sucedera nada, se te consedera todo lo que alguna vez soñaste incluso anhelaste, podras ser feliz por primera vez en tu vida.
Viviras miles de emociones en tan solo un momento, felicidad, emoción, amor, todo, absolutamente todo lo que siempre deseaste sentir.

Mis pasos eran lentos, siempre precavido y con mis sentidos alerta, no era facil confiar en tu camino.

¿Qué hacía en este lugar?

Era la pregunta que llevaba haciéndome durante el tiempo que llevaba estando aquí.

Podía sentir gritos y susurros desde cualquier rincón de aquel enorme bosque, niños incluso adultos gritando desgarradamente hacían que mi piel se erizara.

No sabía por cual camino estaba yendo, no sabia el porque habia aparecido aquí, y tampoco sabía si aquélla joven estaría aquí.

Mis impulsos me obligaban a seguir caminando sin rumbo alguno.

Algo dentro de mi sabia que me encontraría nuevamente con ella, pero no sabia si esta ves podria verle el rostro o escuchar su voz.

La oscuridad era aterradora y la leve luz que emitía la luna no era de mucha ayuda.

Pero para mi no era problema, pues no me afectaba en nada la oscuridad siempre podía ver a través de ella.

Me preguntaba quien era ella.

¿Un vampiro? Quizás un simple humano en busca de ayuda. Pero eso era imposible, ya que ningún humano podría conectarse con nosotros, ellos eran ignorantes a nuestras leyendas pensaban que estas no eran ciertas, que todo era una farsa. Pero no era así, habían leyendas reales pero otras realmente falsas, utilizadas para engañar a los humanos para hacerlos creer que no existimos.

El humano era un ser al que fácilmente se le podría engañar, su miedo para nosotros es el mayor tesoro, nos alimentamos de su miedo. 

Es muy difícil que puedan persivirnos ya que su temor a la realidad los atormenta, incluso muchas veces nos gusta ver como el pánico les rodea dejándolos sin respiración.

Existen muchos seres que por naturaleza deben de tomar sangre humana. A esos se les llama Vampiros, pero yo siendo un híbrido, no he de necesitar tomar sangre de humanos. 

Por más extraño que suene, esa sangre no me gusta, muchos de nosotros necesitamos de esa sangre para vivir incluso alimentarnos, pero en mi no, perfectamente podía vivir sin beber de ella.

Mis pasos fueron deteniendose lentamente, ante mi se encontraba un gran castillo, su apariencia era extraña y a su vez vieja, rocas lo rodeaban a su alrededor como si quisieran protegerlo.

Pequeños charcos de agua se encontraban entre las rocas.

Para ser un lugar antiguo daba una apariencia extraordinaria.

Mis pasos siguieron acercándose hasta la entrada de aquél lugar, pero mis pasos se detuvieron al escuchar un sonido detrás de mi.

Al girarme, mi sorpresa fue más grande al encontrarme con el rostro y visible de aquella chica, esta vez traía un vestido tan negro como la noche, realmente precioso.

Pero había algo extraño en su rostro, mientras iba acercándose aún más hacía mi podía darme cuenta del increíble parecido que tenía con mi esposa, algo en mi interior se inquietó.

Mis ojos siguieron cada uno de sus pasos hasta encontrarse frente a mi.

-Ya casi es la hora- comentó con voz ronca, al decir aquello sonrió tiernamente.

Mi pecho dolía y en mi interior crecía mucho calor, lo cual no entendía.

Su sonrisa. Era exactamente la misma copia que la mía.

Di un paso hacía atras anonadado por lo que veía.

-¿A que te refieres?- pregunté desconcertado.

Sonrío.

-Ya lo verás- respondió- nos estaremos viendo- avisó para así marcharse sin dejar rastro de ella.

-No!- grité queriendo llamar su atención pero era demasiado tarde- regresa- susurre al no ver rastro de ella por ningún lado.

Grité lleno de confusión.

-¿Que me esta sucediendo?- me pregunte agarrándome la cabeza con ambas manos.

Y todo volvio a oscurecerse.

Nuevamente..

***
POV Alice.

Un silencio incómodo se hacía presente a nuestro alrededor.

-¿Cómo?- pregunte anonada- es muy pronto- respondí.

-Nunca es muy pronto Alice- comentó-  tu parte de bruja ya despertó y es porque es la más poderosa, esta despierta cuando uno de tus poderes sale de tu interior. Siempre estuvo despierta solo que estaba esperando el momento indicado. No solo ella despertará si no que te esperan muchos más- avisó sorprendiendome.




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