Capitulo 32

POV. Mercy.

Cuando la diosa Gea me creo para que yo fuera la encargada de proteger a su hija, no podía estar más que orgullosa de aquello.

Alice tiene un alma tan pura pero a su vez un alma misteriosa y aterradora. Sabía que no sería nada fácil su camino, es por eso que haría todo lo que estuviera a mi alcance para protegerla.

Cuando le prometí a Gea que la protegeria, sabía que me uniría a ella.

Sabía que mi alma se entrelazaria con una parte de Alice, y ambas seríamos una parte unida.
Sentiría cada sentimiento de su parte incluso su animo, cada cosa que le sucediera yo la sentiría el doble.

También sentiría cuando algo estuviera mal, era mi deber el protegerla, enseñarle todo lo que sucedería cuando llegara el día de partir.

Debía de explicarle tantas cosas nuevas para ella que me sorprendía lo rápido que podía comprender.

Cada vez que la miraba a los ojos podía notar mucha tristeza en ellos, pero me sorprendía que pudiera conservar la calma y no estallar.

¿Qué era aquéllo que le ocasionaba dolor al recordar?

Era lo que siempre me preguntaba al verla, sabía ocultar fácilmente sus emociones, se encerraba en si misma y guardaba su sufrimiento con tal de que nadie pudiera verla triste.

¿Porqué? 

Porque ocultaba su tristeza y se reservaba todo para si misma, guardandolo en su interior, no permitiendo salir sus emociones.
Como si temiera ser débil, sentía que se aferraba a algo dentro de su interior y eso no la dejara ser feliz.

Pero había algo que no podía hacer por ella. Sabía que ella comenzaría a descubrir muchos secretos que estuvieron enterrados durante décadas, pero mi deber era acompañarla y ayudarla en lo que pudiera.

Una vez que descubriera cada uno de los secretos que estuvieron ocultandole durante años, ella decidiría si cambiar, tendría que decidir si llenarse de odio o luchar contra este.

Lo que ella no sabía que todo en ella era mentira, no solo su vida, tambien su edad. Sus recuerdos fueron borrados una vez que nació y a lo largo de los años estos se borraban en cada cumpleaños que cumplía.

Pero una vez que su momento llegara, recordaría cada recuerdo que se le fue borrado, cada sueño sería un recuerdo, algunos no solo serían sueños sino muertes de personas que conoce y otras a las que no. Muertes que sucederian, advirtiendole que sus sueños incluso pesadillas si podrían ser reales.

Cada marca, incluso cicatriz en su cuerpo tiene un significado, estas son partes de sus poderes y otras de sus predicciones.

El tiempo se esta acabando demasiado rápido, y sentía que debía de explicarle muchas cosas a Alice.

Solo esperaba que no explotara al contarle todo...

POV. Alice

Mis ojos no podían creer lo que estaba viendo, mi corazón se encontraba acelerado debido a la sorpresa.

Cada parte de mi cuerpo estaba cubierta de un espeso fuego, mi pelo se encontraba cubierto con pequeñas llamas del fuego, y sorprendentemente no quemaba.

Era como si fuéramos uno, sentía que mis ojos estaban repletos de fuego así como mi interior.

No comprendía como había sucedido, pero lo había logrado.

Era sorprendente como podía convertirme en uno de mis poderes, siendo uno mismo.

-Asombroso- susurre absorta en lo que veía.

Mis manos temblaban levemente y cada vez que mi corazón se aceleraba podía sentir como el fuego aumentaba en mi interior, fluyendo por mis venas, convirtiéndome en uno de ellos.

Mis dedos tocaban suavemente mi piel haciendo que en esta se formaran pequeñas marcas, lo cual llamo mi atención.

Cada vez que acariciaba mis brazos, en este se formaban pequeñas marcas bastante parecidas al fuego.

Eran diferentes la una a la otra, diferente tamaño y forma.

Mi pecho ardía cada vez que se formaban aquéllas extrañas marcas en mi piel.

El dolor era tan intenso que intentaba con todas mis fuerzas dejar de estar repleta de fuego.
Pero cada vez que lo intentaba el fuego aumentaba, dejándome dentro de este, sin escapatoria alguna.

Relajate

Una voz dulce se escucho en mi interior, entonces lo hice.

Cerre mis ojos de pronto intentando tranquilizarme, intentaba que mi respiración fuera calmada. 

Mi corazón comenzó a palpitar con normalidad, mis ojos dejaron de arder luego de un momento, respire profundo antes de abrir mis ojos.

Todo el fuego se había apagado, ya no quedaba ningún rastro de este.
Exceptuando las marcas en mi piel, estas eran más notorias que antes, su color era de un rojo intento contrastado con mi piel.

¿Cómo se supone que esconderia esto de mis brazos?

Por más que intentará maquillarme no podría ocultar aquéllas figuras tan notorias al rededor de mis brazos, pues muchas de estas marcas eran más grandes que otra y no lograría ocultarlas a todas.

Pero, ¿porqué estás estaban en mi piel? Eso era lo que no comprendía, ¿qué significaban? Eran figuras de pequeñas llamas y estas estaban en cualquier parte de mis brazos, el color de algunas era suave pero a medida que la figura iba descendiendo el color se hacía más intenso y notorio.