La Elegida (en Edición)

Capitulo 46

POV. Cassandra.

El fuerte viento azotaba sin piedad los grandes árboles que se encontraban fuera del palacio, el cielo se encontraba propagado por grandes nubes grises que amenazaban por soltar una gran tormenta sobre nosotros.

Pequeños relámpagos hacían presencia iluminando cada lugar que encontraban, se asomaba una tormenta, pero presentía que esta significaba una cosa.

Mis vista se dirigía hacía cada parte del cielo, una opresión en mi pecho alerto a todos mis sentidos.

Presentía qué aquélla tormenta significaba algo, una advertencia.

Pero, ¿Qué nos advertía? 

El viento comenzaba a ser aún más fuerte, creando un fuerte sonido que resonaba con mucha fuerza, aterrando a los presentes.

Los relámpagos se hacían presentes uno tras otro, constantemente. Creando una guerra sobre el ya oscuro cielo, iluminando cada nube gris sobre este.

-Ella está por llegar- murmuró una voz sobre mi oído.

Giré rápidamente mi rostro intentando encontrar algún rastro de aquélla voz irreconocible ante mí.

Cerré mis ojos por un leve instante intentando calmar mí pulso, respirando suavemente.

Podía sentir como la sangre fluía por mis venas, recorriendo cara poro de mi cuerpo, causando pequeñas descargas eléctricas.

-Madre- llamó una voz aguda a un lado de mi cuerpo.

-Alisson- respondí observando a la joven que se encontraba a mi lado, mi hija.

Sus ojos me observaban fríos, serenos, tensando cada extremidad de mi cuerpo por enésima vez, confundiéndome.

¿Porqué reaccionaba de aquélla manera?

-¿Qué sucede?- pregunto posando su mano suavemente sobre mi hombro.

Podía sentir como mi pecho comenzaba a quemar rápidamente, oprimiendo mi respiración.

Sus facciones eran duras, completamente frías, estas eran distintas a las mías, completamente distintas.

Su tacto quemaba, llevando pequeñas corrientes eléctricas hacía mi pecho, haciendo qué este se oprimiera aún más.

-No sucede nada, hija- respondí seca.

No comprendía el porque me sentía de aquélla manera con mi hija.

Mi hija..

Ella no es tu hija.

¿Qué me sucedía?

¿Porqué sentía aquéllas voces?

¿Qué querían decirme?

Su mano se tenso levemente sobre mi hombro oprimiéndolo fuertemente bajo su tacto, mi cuerpo reaccionó alejándose levemente se su agarre.

La observé enfadada por aquélla reacción de su parte.

Sus ojos se encontraban cerrados, intentando tranquilizar su respiración.

Rodee mis brazos sobre sus hombros, abrazándola fuertemente. Rápidamente rodeó sus brazos sobre mi cintura.

-Te quiero Alisson- respondí sin escuchar alguna respuesta de su parte.

Espero no te arrepientas- susurraron en mi interior nuevamente.

***
POV. Mercy.

Mi respiración se encontraba entrecortada, cada uno de mis sentidos se encontraba alerta, mientras manos apretaban fuertemente el volante.

Sentía como grandes punzadas de electricidad chocaban contra mi pecho, oprimiéndolo.

Mis ojos observaban como grandes relámpagos abrían paso entre las nubes grises qué adornaban el cielo, oscureciendo todo a su paso

Los truenos resonaban por todo el lugar creando pequeños temblores sobre el suelo, y sabía que significaba.

Alice era la tormenta..

Ésta con todo su poder estaba creándola, se encontraba luchando contra todo mal que habitara dentro de su interior, ocasionando grandes cambios en el clima, pudiendo desatar una gran tormenta con el poder de destruir todo a su paso.

-Alice- murmure al observar como fuertes rayos azotaban sobre el cielo, iluminándolo de una manera espeluznante.

Un gran suspiro broto de mis labios a medida que salia rápidamente del coche y me dirigía a paso apresurado hacía donde unos minutos atrás se había dirigido Alice.

Pequeños fragmentos de un cuerpo que yacía en el suelo inmóvil venían a mi mente de manera constante, aumentando mi nerviosismo.

Corría, corría lo más rápido posible, necesitaba encontrar a Alice. Presentía que algo le había ocurrido, lo sentía.

Lo minutos pasaban y aún no encontraba ningún rastro de esta, esto hacía que mis nervios se incrementaran y comenzara a frustrarme de manera evidente, intentaba enfocarme en las pequeñas visiones de tenía pero me era imposible.

Cerré mis ojos intentando regular mi respiración, cada una de mis extremidades fueron relajándose, podía sentir como mi pulso comenzaba a latir con normalidad, comenzaba a tener el control de mi cuerpo nuevamente.

-Concéntrate en Alice- murmuraron a mi alrededor, y así lo hice.

La imagen de una joven sobre el suelo inundo mi mente nuevamente, pero esta vez sabía de quien se trataba.

Aún con mis ojos cerrados comencé a correr, las palmas de mis manos ardían creando pequeños hormigueos en mis brazos, mi respiración volvió a ser pesada, entonces comprendí lo que estaba sucediendo.




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