POV. Alice Camberleck.
Mercy se encontraba a un lado de mi, observándome preocupada. Sus ojos expresaban preocupación, podía sentir las miradas de los demás presentes sobre mi, confundidos.
-¿Te encuentras bien?- la voz de Mercy retumbo en mi interior, acelerando mi corazón ante aquello.
La observe sorprendida, era la primera vez que aquello ocurría, confundiéndome ante lo ocurrido.
-Recordé- respondí- Recordé cuando mi madre me dio a luz- finalicé carraspeando levemente.
Mi pecho se comprimía al recordar aquello, ¿Porque aquel recuerdo llegaba a mi mente?
-¿Podemos seguir?- pregunte aun observando la puerta ante mi, sintiendo miles emociones en mi interior.
-Claro- respondió Cassandra con voz suave.
Su voz era tan suave como un pétalo de rosa, tan delicado, tan frágil y fuerte a vez.
¿Porqué no puedes recordarme, madre?
Mis pasos eran lentos, aún pequeñas partes de aquella visión regresaban a mi mente, dejando muchas preguntas en mi.
¿Porqué aquella habitación se encontraba cerrada?
Aquella pregunta comenzaba a aumentar mi intriga, quería comprender tantas cosas a la vez, quería comprender todo lo que comenzaba a cambiar en mi vida, quería comprenderme. Pero no podía, no podía comprender porque mis padres desaparecieron, porque mis antiguos amigos me traicionaron, ni mucho menos podía comprender porque debía de actuar de manera tan fría frente a mis verdaderos padres, no comprendía porque debía de sufrir observando como éstos se encontraban en familia, sin mi...
Sus ojos expresaban amor, cariño, afecto, se querían, se querían como una familia feliz. Aunque sabía que aquello no era cierto, todo a mi alrededor emanaba una tristeza absoluta, cada persona, cada lugar, absolutamente todo emanaba tristeza, dolor.
¿El amor podría salvar a las personas de sus tormentos?
¿El amor podría salvarte, me podría salvar?
Una punzada en mi corazón se hizo presente al recordarlo...
¿Qué sucede cuando te enamoras de la persona errónea?
¿O de una persona prohibida?
Aquello me había sucedido..
El brillo en mis ojos al observarlo sonreír, como su mirada brillaba ante miles de estrellas sobre nuestros cuerpos, su sonrisa traía luz a mi vida, su voz..
Su voz traía cientos de emociones a mi pecho, el era mi salvación, incluso mi destrucción. El me enseño que el amor puede salvarte de las penumbras de cada uno de tus tormentos, me enseño que el amor es indestructible, es un pasaje hacía un mundo distinto de la realidad, un mundo feliz, pero a su misma vez triste.
Como una montaña rusa, llevándote hacía lo más alto de la felicidad y luego desechandote hacía la realidad, la tristeza, dando vuelta tu corazón, tu mente, tu alma.
Aquel brillo característicos en los ojos de cada persona enamorada, aquel brillo que notan en ti, que notas al hablar u observar a esa persona que crea tantas sensaciones en tu interior.
-Aquí es- escuche nuevamente la voz de mi madre, volviéndome a la realidad
Frente a nosotros se encontraba una puerta de madera, perfectamente pulida, su color era tan oscuro, misterioso.
Dentro de esta se encontraba un lugar realmente espacioso, las paredes eran de madera antigua, de apariencia rustica, en el centro de esta se encontraba una enorme cama adornada de colores oscuros, el azul se mezclaba con el negro, creando una combinación perfecta para mi. A un lado de esta se encontraban pequeños candelabros de plata sobre una pequeña mesa de madera oscura, las luces creaban una calidez absoluta en aquel lugar, mis mirada se encontraba absorta en lo que vía, adorando cada extremidad de aquella habitación.
-Es hermoso- murmure observando a mi madre- me ha encantado, gracias- sonreí agradecida, sus ojos brillaron al ver mi rostro iluminado, volviendo a sentir un leve calor en mi pecho.
-Esta habitación es horrible- la voz de Alisson se hizo presente en el lugar, giré a observarla con desprecio.
-Tu eres horrible- respondí sintiendo como una leve risa se escuchaba en el lugar por parte de mis dos acompañantes- todo de ti es horrible, incluso tu presencia- giré mis ojos enfadada.
Un silencio incomodo se hizo presente, envolviéndonos en éste, podía sentir como el cuerpo de aquella princesa emanaba un aura oscura, malvada.
Aún sentía como la presencia de la Luna atraía a mi cuerpo fuerza, una enorme fuerza.
Oh querida Luna, ayudadme a encontrar paz en el tormento de mi interior..
***
Un fuerte murmullo se podía escuchar desde la habitación, intuía que las personas comenzaban a prepararse para la cena, ¿Qué sucedería en ésta?
Observe mi rostro por última vez sobre aquel maravilloso espejo que se encontraba en el baño, mis ojos eran exactamente iguales a los de mi madre, Cassandra.
Un fuerte suspiro se escapó de mis labios mientras me disponía a salir de aquella habitación, un ligero silencio se hacía presente sobre el pasillo, envolviéndome en éste.
Mis pasos eran apresurados, temía llegar tarde a aquella extraña cena de celebración.