POV. Narradora.
¿Cuanto podría cambiar tu destino en tan sólo un momento?
¿Cómo podría cambiar la felicidad por el dolor, sucesivamente?
¿Aquél dolor cesaria alguna vez, en algún momento?
Aquéllos siglos no han sido fáciles para cada uno de los habitantes del Palacio, todo a su alrededor se tornaba oscuro, el dolor habitaba en su interior destruyendo todo a su paso.
Cientos de familias sufriendo por culpa de un monstruo, miles de secretos esparcidos por todos los lugares que se encontrasen, verdades intentando ser ocultadas por el mismísimo dolor.
¿Quién sería capaz de vencer aquél mal?
La llegada de la Luna Roja, había traído grandes sorpresas aún no descubiertas, a partir del momento en el que esta se posara sobre el cielo, cada uno de aquéllos secretos serían descubiertos por una joven, cada una de las verdades llenas de dolor serían convertidas en felicidad.
¿Quién sería aquélla joven?
Dos jóvenes destinados a estar juntos por toda su eternidad serían los elegidos para batallar contra todo la maldad que habitara en su interior.
Una joven elegida por la diosa Gea, heredando un poder único, inigualable jamás visto en absolutamente ninguna criatura, una belleza hipnotizante, un corazón lastimado pero latiendo para sanar miles de corazones más..
Diferentes criaturas por ser descubiertas, miles de razas escondidas entré diferentes rincones el mundo, diferentes guerras por batallar, cientos de aliados, miles de enemigos.
¿Cuántos aliados serían suficientes para combatir la maldad?
Un ángel por ser descubierto, un demonio por nacer, ambos unidos, creando un poder sorprenderte, una criatura con el poder de sanar y lastimar a quien quisiera.
¿Qué sorpresas prepararia el futuro?
Preciosa Luna, concededme un deseo..
¿El bien o el mal?
¿La felicidad o la maldad?
Una sola línea las separa, una sola decisión.
***
POV. Cassandra.
-Y yo soy la Princesa- gritó haciendo temblar el suelo a nuestro alrededor, la observe sorprendida.
Princesa..
Princesa..
Un leve recuerdo atravesó mis mente, sucumbiendo mi interior.
Una mujer estaba por dar a luz, su rostro se encontraba borroso ante mí, una niña recién nacida, una belleza resplandeciente.
Todo a su alrededor era confuso, una sombra, aquélla niña era arrebatada de los brazos de su madre, su rostro se encontraba visible, paralizando todo a mi alrededor.
Aquélla mujer era la copia exacta de mí, su rostro, cada facción de éste, absolutamente todo era exactamente igual.
-¿Qué has dicho?- murmure abrumada ante los sucesos de recuerdos que comenzaban a atacar mi mente, perturbandome.
Su rostro palidecio, podía notar como cada extremidad de su cuerpo se contraia, tensandose ante todas las miradas.
Un leve murmullo procedió a salir de sus labios, se encontraba hablando en Latín..
Todo a nuestro alrededor se encontraba en silencio, nuestras respiraciones se hacían presentes, algunas levemente alteradas.
Un pequeño sonido agudo llamó nuestra completa atención, divisando nuestros ojos hacía el cielo, buscando de donde provenía aquéllo.
La Luna brillaba de forma intensa, a su alrededor se encontraba una gran espiral brillante, su luz irradeaba calor, un calor sofocante.
Aquélla situación era asombrosamente irreal.
-¿Qué está sucediendo?- murmuró Alexander llamando nuestra atención.
-Ella estará presente hasta qué la Luna se aleje del cielo- respondió Alice, observando sorprendida con du vista posada sobre el cielo.
-¿Ella?- pregunté intrigada.
-Mi madre- respondió nuevamente, observando mi rostro. Mi pecho dolió ante su respuesta, creando un sin fin de confusión en mi inferior.
***
POV. Alice Camberleck.
O mater mi, opus est mihi auxilio tuo renatus es coram me. (Oh, mi querida madre, he de necesitar su ayuda, renace ante mi.)
Una sensación extraña recorrió mi cuerpo, tensando cada extremidad de éste, sintiendo pequeños temblores en mi interior.
¿Qué ocurría?
Podía sentir cada una de las miradas de los presentes sobre mi, inquietandome.
Pasaron unos segundos antes de qué un leve sonido se hiciera presente a nuestro alrededor, clamando nuestra atención.
La Luna se encontraba emitiendo una brillante luz, formando una gran espiral a su alrededor.
Perfectamente maravilloso...
-¿Qué está sucediendo?- escuché la voz de Alexander, llenando de emociones mi interior.
-Ella estará presente hasta que la Luna se aleje del cielo- respondí, sorprendiendo a los presentes ante mi respuesta.
-¿Ella?- preguntó Cassandra dirigiéndose a mí, asenti observandola maravillada ante sus ojos.
-Mi madre- aquéllas palabras se escaparon de mis labios, inquietandome, su rostro comenzó a tornarse pálido, sus ojos dejaron de tener aquél leve brillo, abrumando mis sentidos.
Oh diosa Gea, ayudadme ante todo aquéllo.
¿Qué sucedería en éste momento?