La Elegida (en Edición)

Capitulo 65

Sucumbida ante miles de emociones, el odio se incrementaba a medida que los minutos pasaban.

Mi cuerpo dolía, todo a mi alrededor giraba envolviendome entre voces deconocidas, provocando punzadas en mi pecho.

-Debes controlarlo- Mercy se encontraba a tan solo unos pasos de mi cuerpo, observandome con su ceño fruncido.

Un leve gruñido se escapó de mis labios al reincorporarme lentamente, podía sentir el tenue ruido de mis huesos crujientes.

La verdadera oscuridad habita tu interior, es hora que demuestres tu lado oscuro..

-Mercy- murmure con voz aguda, tan fría como si del hielo se tratase.

-Mirame- ordenó conectando nuestras miradas.- Debes controlarlo, utiliza tu fuerza, conviertete en tu propia reina, escucha las voces- finalizó, alejándose rápidamente, dejandome a la deriva de mi propia oscuridad.

Conviertete..

Lucha..

Deja qué la oscuridad se acomple a ti..

Suspiros, gruñidos, inclusive pequeños gemidos de desesperación se escapaban de mis labios, repleta de desesperación intentando encontrar una respuesta.

Déjate llevar..

Recuerdos borrosos, irrelevantes. Esparcidos a mi alrededor, llantos desgarradores que no ocasionaban más qué felicidad, el olor a sufrimiento qué impregnaba en cada rincón de aquél oscuro lugar.

Misterios escondidos entre cada rama que se encontraba a mi alrededor, secretos entre los árboles, las hojas expresando terror ante mi presencia, volvando a causa del espeso viento qué comenzaba a ser presente.

Atemorizando a los pequeños animales que se preparaban para protegerse entre si, escapando de mi.

-Imagina por tan solo un momento todo a tu alrededor de manera distinta, cada poro de tu cuerpo irradeando luz, protegiendo la naturaleza, las personas siendo felices sin necesidad de sufrir interminablemente, haciendo justicia ante todo el mal qué crecía en cada ser maligno, desmostrandoles quien era la reina, expresando cariño con cada acción; queriendo cambiar el odio y reemplazarlo por amor, cariño, contención.

Esperando el momento indicado para saber la verdad en cada mentira, gritando quién eres, enseñando tu verdadera naturaleza, abriendo tu corazón para permitir enamorarte nuevamente; dejando de lado aquél dolor qué se adueña de tus entrañas convirtiendote en todo lo malo qué puedes ser.

Ésta eres tu, Alice. Eres todo lo malo y lo bueno que existe en este miserable mundo, tu eres nuestra única oportunidad para cambiar absolutamente todo. Eres nuestra verdadera reina, quién tendra que batallar ante todos los seres qué desbordan oscuridad, salvando vidas inocentes, sobreviviendo entre el veneno qué se esparse en el subsuelo.

Disolviendo las mentiras para tranformarlas en la verdad, permitiendo ser quién en verdad eres y alguna vez deseaste ser, tu eres la mismísima oscuridad, tan aterradora, repleta de maldad, eres también las oportundiades jamás encontradas, demostrando tu alma pura, pacífica, guerrera, luchando contra todos para salvarnos, queriendo nuestra felicidad sobre la tuya, sin importar que aquéllo implique tu muerte..

Eres la reencarnación del bien y el mal, mezclandose entre sí. Formando una sola pieza con la ayuda de pureza, siendo un equipo totalmente indestructible, inhumano, imposible de romperse en pedazos todo lo que alguna vez quisiste contruir entre tus propias manos.

Tú vales todas las catástrofes, porqué tu eres nuestra salvación, nuestra propia protección, tú.

Así que cierra tus ojos y déjate llevar ante tus emociones, no temas qué ellos te protegeran, recuerda siempre qué solamente tu los controlaras, absorbelos..- Mercy alzaba su voz sin piedad alguna, sumergiendose en lo más profundo de mi alma, escuchando cada palabra que dirigía hacía mi, comprendiendo.

-Lucharé entré todos- murmure sintiéndome extraña.

Mis pasos eran firmes, lentos, escuchando el silencio qué invadía aquél lugar, mis latidos no se encontraban vivos, estaba muerta en un cuerpo con vida, imposible de creer pero verdaderamente cierto.

Las pequeñas ramas crujian bajo mis pasos, el frío acariciaba mi rostro pálido, mis ojos luchaban por encontrar su verdadero color ante la oscuridad que se esparcia entre ellos.

Alzando mi rostro en busca de Mercy, la podía sentir cerca de mi, observandome a la lejanía.

Mis labios se curvaron lentamente formando una sonrisa tenue, controlando mis demonios, demostrando ser la reina de mi oscuridad. 

¿Escuchas eso? El silencio expresando admiración ante ti, dejando qué reines sobre éste. 

-Ésta eres tú, Alice- murmuraron en la lejanía una voz qué no pertenecía a Mercy.

****

-¿En donde estaban?- Ethan me observaba preocupado.

-Ethan- sonreí- nos encontrábamos observando los grandes jardines que se encuentran a nuestro alrededor- mentí evadiendo su presencia.

Éste me observo confundido para luego sonreír dulcemente.

-¿Sabes donde se encuentra Mercy?- habló llamando por completo mi atención, provocando una sonrisa en mi rostro.

-¿Qué sucede con ella?- pregunté divertida.

-No sucede absolutamente nada, Alice- respondió carraspeando incómodo.




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