POV. Mercy.
-¡Alice!- exclame al observarle aparecer.
Su rostro se encontraba apagado, al igual que sus ojos quien me observaban sorprendidos.
-¿Qué sucede?- murmuró llegando a mi lado, mi corazón comenzaba a doler continuamente. Algo había ocurrido, y ésta vez aún más peligroso.
-Debo de hablar contigo- respondí quitándole un pequeño rastro de lágrimas sobre su mejilla.
Esta asintió sediendome su completa atención.
Algo en mi se removió incómodo al sentir el dolor que emanaba cada poro de su cuerpo.
-¿Qué ha sucedido, pequeña?- susurre observandole con dolor.
Esta inclinó su cabeza en el intento de ocultar el dolor en su rostro.
Tragué saliva al presentir quién era culpable de su sufrimiento.
-No comprendo- murmuró con voz apagada.
Frunci el ceño confundida.
-¿Qué no comprendes, cariño?
-No comprendo el por qué de querer a personas que nunca me querrán, no comprendo por que rompo mi corazón a causa de mis ilusiones- suspiró posando sus manos sobre su rostro un breve instante- Quisiera desaparecer, aprender a sobrellevar el dolor que se instala en mi pecho, dejandome sin aire. ¡Quisiera alejarme de todo por un miserable tiempo!- exclamó desesperada.
Suspire dirigiendo mi atención a un punto inexistente en aquélla habitación.
-Debemos irnos, Alice- hablé luego de unos minutos en silencio. Podía sentir su mirada quemando mis entrañas.
-¿Qué?- respondió sin dar crédito a lo que escuchaba.
-Lo que quiero decir, es que es momento de partir. El tiempo se acaba, y es momento que tu desentierres la caja de Pandora; es el momento exacto en el cual esta en tus manos decidir si quieres seguir y descubrir cada uno de los secretos que se encuentran escondidos en cada parte de nuestro alrededor, o darte por vencida y dejar que la soledad se apodere de ti, sin piedad.
-¿Por cuanto tiempo?- murmuró.
-El necesario- me incorporé imitando su acción- Unos días quizás- esta asintió sonriendo levemente.
-Esta bien- aceptó- Pero con una condición.
Le miré intrigada, su mirada seguía expresando un profundo dolor.
-¿Cuál?
-Nos iremos hoy mismo, no debemos perder más tiempo- su voz sería provocó una sonrisa en mi rostro.
Asenti riendo.
-De acuerdo, apronta todo nos iremos en un momento.
****
Observaba el pequeño equipaje que se encontraba entre mis manos, según las palabras de Mercy no era necesario tanta ropa, solamente lo necesario.
Un fuerte se escapó de mis labios al sentir el sonido de unos tacos detrás de mi.
Una tenue aura ya conocida se instalaba a mi alrededor, mis ojos se cerraron brevemente intentando alejar el enojo que habitaba en mi
-¿Qué es todo esto?- su voz resono ante todo el salón, mi corazón se exaltó al escucharle.
Mis manos ejercieron fuerza sobre el pequeño bolso.
-Un equipaje- respondí a secas observandole, su mirada se encontró junto a la mia, sus ojos expresaban terror- ¿Qué no lo notas?
-¡Claro que lo noto!- exclamó alterada- ¿Te irás?- su voz tembló en un susurro.
-Si- asenti dirigiéndome hacía la puerta, podia sentir sus pasos siguiendome- Me iré, dejaré de entrometerme entre todos ustedes.- gire por última vez observandole de manera fría, aun qué algo en mi interior se rompía en pedazos con cada una de mis palabras.
Sus ojos me observaron con una profunda tristeza, algo se ocultaban en ellos. Batallando contra sus demonios y su propia consciencia, perdiendo sus estribos con cada una de sus emociones.
Gire nuevamente saliendo de aquél lugar con la leve esperanza de que me siguiese, pero aquéllo no ocurriría. Al menos no es innedita realidad.
-¿Estas lista?- pregunto Mercy a mi lado, observando tras de mi.
Asenti subiendo rápidamente al auto, a la espera de escapar lejos, tan lejos como me permitiese.
Mi mirada volvió a dirigirse hacía la gran entrada del Palacio, encontrandome nuevamente con su rostro. Esta yacía petrificada a un lado del marco de la puerta.
Te olvidaré, madre.
Y regresare siendo todo lo que alguna vez tu odiaste.
*****
-¿Quieres contarme que ha sucedido?- suspire ante su pregunta, Ethan se encontraba absorto conduciendo hacía un lugar desconocido ante mi.
-No se por donde comenzar- respondí perdida en mis pensamientos.
Una pequeña risa se escapó de los labios de Mercy, ocasionando que le mirara seria.
-Quizás por el principio- comentó con simpleza.
Resople enfadada, aquéllo no era tan fácil de comentar.
Un pequeño trueno se oyó sobre el cielo, creando pequeños relámpagos en este. Mercy me observó sorprendida, habia ocasionando el cambio de clima..
-Cassandra- murmure su nombre son un deje de dolor- No entiendo realmente lo que quiere lograr confundiendome. Actúa como si me odiara, y por momentos actúa como si fuese su propia hija- me exalte posando mi mano sobre mi cuello de manera cansada.
-Eres su hija- se unió Ethan, con diversión en su rostro.