Ha pasado una semana desde la reveladora charla que tuvimos con mi padre; después de ese día se nos informó que tendríamos una ceremonia, y eso será el día de hoy. no he visto a nadie, he pasado día y noche en mi cuarto con Alex leyendo los diarios.
Es mucha información que procesar; unos hablan de los orígenes de los guardianes, en otros hay características sobre nuestro linaje y en otros se describe todo acerca de los hombres lobo. Todo lo que leo parece parte de una novela, parece una fantasía, irreal, ficción, y me cuesta asimilarlo todo. mi vida ha cambiado de un momento a otro y eso por decir menos.
Rápidamente la rabia me inunda, caigo en cuenta de todos los lobos a los que he matado. Empecé a participar en las cacerías cuando tenía quince años, y me convertí en uno de los mejores al ser, certero, salvaje, cruel y el más sanguinario, sin saber que tal vez estaba asesinando a familias enteras de hombres lobo.
¿Dioses, cuantos lobos he matado ya?
Me siento atrapado en un bucle, las atrocidades que he hecho pasan en mi mente una tras otras recordándome lo estúpido y vanidoso que he sido. No quiero… no se si quiero ver a mi padre; esconderme la verdad por mucho tiempo es algo que no debería perdonarle tan fácilmente, además no entiendo por qué el de decirme justo ahora. No le encuentro sentido.
—¿Cómo es posible que me haya dejado matar a tantos? —pienso en voz alta mientras paso a la siguiente página del diario que tengo sobre las piernas.
Cada párrafo que he leído hasta ahora habla del propósito por el que fuimos creados, además, los lobos no eran creaturas peligrosas, nunca lo han sido. Habla de la inteligencia, belleza, fuerza y la nobleza que los caracteriza, pero hasta ahora no hay nada que justifique que se le considere hoy malos. ¿Por qué hicieron que otros pagaran por el pecado de uno?
Al menos debieron intentar salvar a los demás, no merecían nada de lo que han vivido. Me concentro en la pagina que acabo de pasar y leo lo que escribió mi padre en ella:
Diario de William, año 1279
10ª Luna llena, año 1279
Llevo días buscando a Evans, desde que se declaró en contra de la prohibición se fue de Moor y no he podido encontrarlo, todo se ha vuelto un caos.
Decir que puedo arreglarlo es absurdo, esto… nada de esto tienen remedio. Evans ha enloquecido, ya mato a casi toda su manada, y ha convertido a humanos en híbridos, bestias salvajes y sin control. Ya nada de la nobleza y la pureza que había en su corazón existe, he perdido a mi amigo.
Moor se ha convertido en un rio de sangre, los guardianes han luchado contra los que quedan, ya no podemos distinguir entre los híbridos y lo hombres lobos, todos parecen haberse vuelto salvajes ante nuestros ojos. Los humanos… los humanos corren peligro. Es como si la misión de Evans sea remplazar a sus hermanos con híbridos creados por él; por cada hombre lobo que muere, cinco humanos se convierten.
Ya no sé qué hacer, es más creo que lo mejor sería…
11ª Luna llena, año 1279
Seguimos en guerra contra los híbridos de Evans, pero a él aun no lo encontramos. Y esto va de mal en peor.
Hoy llegue hasta la frontera, se nos informo en el cuartel que una manada de híbridos había atacado a la manada del norte, cuando llegamos la escenas fue difícil de ver, fue una masacre.
Apenas sobrevivieron algunos hombres lobos que huyeron hacia el este cuando nosotros llegamos a su territorio, era obvio que no se quedaría esperando por una ayuda que nunca llegaría, ellos igual perdieron la esperanza en nosotros al igual que nosotros en ellos.
Los híbridos de ese ataque siguieron más al norte, como si siguieran ordenar, tal vez, es Evans guiándolos. Pero son especulaciones mías.
Se que hay hombres lobos ocultándose en algún lado, aquellos que pudieron huir de las garras de Evans y de los cazadores, pero aún no se si solo están ocultándose por miedo o porque están esperando el momento para atacar.
Si ya uno de ellos se ha revelado contra la ley de los dioses, es cuestión de tiempo para que los otros lo hagan, probablemente sea mi paranoia pero ya no se en que creer, con todo lo que estoy viendo.
Puedo sentir el dolor de mi padre en cada palabra, amaba a los lobos tanto que su traición lo rompió de todas las formas posibles, lo hizo perder la esperanza en ellos, entiendo por que se siente asi, pero no entiendo por qué no busco aquellos que se escondieron y nunca, en muchos años atacaron a los guardianes y a los humanos.
Me tiro sobre mi espalda, hundiéndome en la suave cama de mi habitación; y creo que debería de salir un rato, buscar algo de comer, tomar un poco de aire y procesar todo lo que acabo de leer.
Tal vez, ya algunos se estarán preguntando por que me he encerrado tanto tiempo después de hablar con mi padre, pero igual no me importa mucho lo que digan, hay cosas a las que no tengo por qué darle tanta vuelta, esto es algo que se tenían que hacer sí o sí.
Tocan a la puerta un par de veces antes de que esta se abra y sea mi padre el que entra por ella, esta vestido impecablemente, con su traje hecho a la medida en un azul marino, por hoy no lleva corbata y los tres primeros botones de su camisa están sueltos dejando ver parte de su torso tonificado.
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Editado: 14.08.2025