La Elegida: Secretos de una Vida Oculta

Capítulo 9: ~~~

El tiempo no es un buen socio, cuando los días en la vida de las dos grandes familias empezó a transcurrir rápidamente, cosa que los nuevos herederos no notaron hasta que el calendario les recordó que su vida universitaria estaba mas cerca.

Dentro del mundo de Moor, ahí donde la sociedad es la que levanta la economía, donde las vidas cotidianas son trabajar, ganarse la vida y construir imperios económicos; las dos familias mas grandes de Moor presentaban a sus nuevos lideres; los ciudadanos se mantenían expectante antes las nuevas noticias, por que curiosamente las dos familias compartieron las buenas nuevas el mismo día.

Cada día en la vida de los herederos pasaba entre reuniones, papeles y conferencias. Todo era lo mismo, atrapados en sus empresas; para Cleo estar entre tanto papeleo y reuniones no era lo que mas le gustaba hacer, después de todo su personalidad es despreocupada y libre; pero esta era su nueva rutina, escuchar sobre cosas de lo que no tenía ni idea y quitándole el tiempo para ir y presentarse con su manada.

En cambio en la vida de Demian todo estaba igual o peor, siempre ocupado con la empresa familiar, seguía sin terminar de leer los diarios y eso también absorbía parte de su tiempo. En su papel como cazador, tampoco le daban tregua con los entrenamientos y con todo eso sobre sus hombros dejaban apenas un poco de vida para salir y explorar el bosque y sus alrededores.

Después de esa semana de extenuante trabajo, al fin llegan las clases y era hora de regresar a la universidad, a las tareas, proyectos, amigos y todo lo que venia con el ultimo año de la carrera. Ahora, podría todo complicarse en la vida de los dos chicos; con aquella amenaza se que acerca cada vez mas a ellos y a la ciudad que han intentado proteger por años.

El lunes llego en un parpadear; Cleo despertó aún más temprano que de costumbre, por alguna razón esa noche no pudo dormir, algo había encendido un nerviosismo dentro de ella; sentía como si algo estuviera apunto de suceder que no la dejo pegar un ojo. En cuando amaneció su puso en pie y se adentro en el bosque para correr y despejar esas sensaciones abrumadoras.

Al sentir la nieve bajo sus patas, respirar el aire frio de la mañana, sentir el viento suave deslizándose en su denso pelaje, le daba la paz que anhelaba en ese instante. Después de transformarse la primera vez, tomaba un instante en su apretada agenda para dejar salir a su lobo y correr por la paradera que rodeaba la mansión familiar.

Después de vagar y explorar, volvía a la mansión cansada pero un poco mas tranquila, aun que el presentimiento aquel aun era un constante en su sistema, correr apaciguaba la carcoma que la estaba matando. Regreso a su habitación, se ducho rápidamente al ver que se hacia tarde, y se vistió para ir a la universidad saliendo tan pronto le fue posible.

Cleo abandono la mansión con las mismas emociones a flor de piel, se tomo un segundo antes de descender por las escaleras sintiendo la brisa fresca de la mañana acariciar su rostro. Bajo tan pronto se sintió lista, descendió hasta donde la esperaba el transporte que la llevaría hasta su destino, monto su motocicleta; maquina poderosa que había llevaba días sin conducir.

Al encender el motor un rugido vibrante resonó en el aire, llenándola de una emoción indescriptible. Como si cada fibra de su ser se despertara con el sonido, recordándole la libertad y el poder que sentía al conducir.

Mientras aceleraba por el camino, el paisaje nevado de Moor se desplegaba a su alrededor. Los árboles cubiertos de nieve formaban un túnel blanco y brillante, y el sol de la mañana reflejaba destellos dorados en el hielo. El aire frio y limpio llenaba sus pulmones, y una sensación de euforia la invadía. Habían pasado días desde la última vez que había podido tocar su moto, y ahora, cada segundo sobre ella era más como un regalo. La velocidad, le control, la conexión con la carretera…todo era perfecto.

Al llegar hasta las puertas de la gran universidad, bajo la velocidad y se dirigió al estacionamiento. El campus estaba rodeado de altos pinos y edificios antiguos cubiertos de una ligera capa de nieve. Perdida en sus pensamientos, tan ajena de lo que sucedía a su alrededor, no noto que un auto tan familiar se estacionaba a un lado mientras aparcaba su motocicleta.

Dentro de aquel automóvil, tres pares de ojos lo observaban con profunda admiración, curiosidad y anhelo. Una de las personas dentro del coche abrió tanto los ojos al ver a la persona frente a ella, murmuro algo inaudible claramente asombrada al ver aquella esbelta figura.

Por otro lado, Demian, se encontraba sumido en sus pensamientos atormentado por lo que había sucedido en el restaurante y con la decisión de dejarla ir. Su corazón latía con fuerza, dejándolo sin valor para bajarse del coche; pena, dolor, y pesadumbre le impedían siquiera pensar en mirarla a la cara.

El hombre estaba tan enamorado que el rechazo había hecho más que solo romperle el corazón, matando toda esperanza de que alguien más pueda existir para él; porque su mente y su corazón solo exigían a una sola persona y esa era aquella chica de cabello negro y ojos color miel que se desmontaba de la motocicleta frente a ellos.

No podía lidiar con esos sentimientos; o las emociones que aquella expresión y aquella voz que amaba escuchar le hubiese pedido que nunca mas se acercara a ella, que se olvidar de esos sentimientos porque nunca tendría la oportunidad que había estado buscando.




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