La Elegida: Secretos de una Vida Oculta

AKIRA

La vi alejarse lentamente mientras permanecía inmóvil en el mismo lugar. La chica realmente me dejo sin palabras, me robo el aliento y logro que mi corazón se acelerara como aquel día, realmente esa mujer es capaz de robarte la vida en un suspiro, de enamorarte con una mirada y de volverte loca con el sonido de sensual voz.

No era capaz de apartarle la mirada, y de pensar en cómo una mujer como ella, con ese rostro tan bello podía tener un pésimo carácter. Sus palabras eran tan frías que me corrió un escalofrío por todo el cuerpo, ¿Por qué era asi?, ni siquiera creo que me haya reconocido, y yo aquí temblando por los nervios que me dejo tenerla de nuevo cerca de mí.

Y, ¿Qué es eso de torpe?, fue muy cruel que me llamara asi cuando nuevamente ella fue la que causo que callera en sus brazos, ¿Por qué no se apartó, si no quería tropezar conmigo?, vaya situación, estoy enamorada de un tempano de hielo sin emociones.

—¡Akira! —, grito el chico a mi lado sacándome de mis profundos pensamientos. Frunzo el ceño y lo miro con confusión. Esa era la primera vez que Demian me alzaba la voz. ¿Tan distraída estaba, para que tuviera que gritarme?

—Oyes, — le dije casi en un tono casi quebrado, — no me grites, ¿estas molesto, yo que hice?

—¿Qué, que hiciste?, — me responde con reproche, y mirada severa, — No me escuchas. Te dije claramente que te comportaras, no estas en tu otra escuela, ¿lo entiendes? Aquí es diferente, las personas son diferentes. — me regaña, — y para terminar de complicarte la vida, vas y te topas con la chica que odia que la toquen.

—¡Ya basta! — le grito casi en la cara, — no me regañes más. Ya entendí, pero sabes perfectamente que asi soy. No puedo estar quieta. — lo miro, — y en cuanto a la chica, ¿puedo saber su nombre?

—¿Enserio solo preguntaras eso? —, me dice aún más furioso. — Vaya que eres increíble, trencitas. Realmente increíble. — suelta, y se va, retomando el camino que llevábamos.

—¡Vamos dime! — le grito mientras corro detrás de él. Seguirle el ritmo a un hombre que mide más de 1.80, no es fácil.

—¿Acaso no lo escuchaste?

—No, —le digo curiosa, — ¿Cómo se llama?

Me mira con los ojos entrecerrados, intentando descifrar mi curiosidad por aquella chica, —¿Por qué tan ansiosa?

—¡¿Qué, ansiosa yo?!, NO — le respondí nerviosa.

Mi deseo de saber todo de ella va delatarme si no puedo controlar lo que me está sucediendo. ¿pero cómo lo voy a lograr? En este momento quiero salir y correr para buscarla. Me prometí cuando la conocí que si volvía a verla, me encargaría de saber todo de ella. Y, es lo que voy a hacer.

Me giro con la clara intención de caminar en la dirección en la que se fue aquella chica, pero la voz de Demian me detiene al gritarme que me detenga, — ¿Dónde crees que vas? Te están esperando en la oficina del director, ¿no lo recuerdas chiquilla?

—Regreso si me dices el nombre de la chica, — lo sentencio, y su entrecejo se vuelve a fruncir. Creo que antes que terminemos la universidad, Demian se verá igual que un viejito conmigo aquí.

—Eres la chica más exasperante que he conocido Akira, — dice mientras se lleva las manos a la cintura, y suspira con fastidio, — ¿No dejaras de insistir cierto?

—No, — le respondo segura, — lo cierto es que no lo are.

—Y, ¿tampoco me dirás por qué tanta curiosidad?, — me mira de soslayo, y evado sus ojos.

—No

—Pues bueno, — me dice, — su nombre es Cleo

«Cleo», lo repito en mi mente, y su nombre es tan hermoso como ella. Le agradezco a Demian y sigo el camino hacia la oficina del director. me siento satisfecha al conseguir que el chico me soltara el nombre que por lo nervios no pude escuchar, ahora sí, tenía lo que necesitaba para poder acercarme y hablar con ella sin parecer una loca.

¿Oh, como fue que me llamo? Pienso en la respuesta y no sé si reír, o enojarme por haber hecho el ridículo con la chica que me gusta. Tengo bien ganado el que me llamara «torpe», la primera vez terminamos en el suelo, y ahora yo termine en sus brazos por venir distraída y jugando como siempre.

Demian tenía razón. Solo me pedio un favor, y fue comportarme. ¿Qué tan difícil es mantenerse quieta?, pero en mi caso es casi imposible, sobre todo cuando estoy muy nerviosa. Mientras veníamos en camino hacia la universidad, sentía que podía con todo, pero el ver Cleo en el estacionamiento, conducir esa motocicleta negra, y al mismo tiempo verse tan guapa y seductora me puso con los nervios de punta, y desde ahí todo se fue al caño.

Soy un completo desastre, lo único que espero de ahora en adelante es no volver hacer el ridículo frente a ella. caminamos el resto del camino en silencio, Demian no vuelve a insistir en saber por qué tengo curiosidad, y se lo agradezco que en entienda que no hablare de eso con él. De entre mi hermano, Alex y él, Demian es el que es más sensible, es más romántico, más amoroso, más cariñoso, y por eso sé que cuando hablamos de amor, él es el mejor consejero.

Llegamos con la directora del campus, Demian me presenta, hago el papeleo de la beca que he obtenido y me asignan a un guía para que me muestre todo el lugar, ya que Demian debe de irse a sus clases, y no puede estar conmigo en todo el día.




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