El día había empezado un poco extraño.
Durante la noche estuve soñando con una loba color marrón; en el sueño la loba estaba en peligro, la rodeaban unas criaturas extrañas, parecían lobos, pero no eran exactamente eso, sus caras estaban deformes, sus ojos no tenían ni un color; eran negros, tan oscuros como las frías noches de luna nueva, sus cuerpos cubiertos de pelaje, incorporados en dos patas, ligeramente encorvados, y enormes.
La pequeña loba se hacía pequeña en el centro de aquella jauría, con un terror marcado en sus pequeños ojos dorados, en las bestias una insaciable hambre estaba dibujada en sus rostros, babeaban al ver a la loba, cuando parecía que querían lanzársele en cima para devorar cada parte de ella, de entre la oscuridad resurgió un enorme lobo negro, de ojos intensamente dorados, las bestias que rodeaban a la pequeña loba se retrajeron ante la presencia de aquel lobo.
Sentí la misma presión de poder, que sintieron aquellas bestias, retaje mi cabeza y la incline ligeramente pero sin dejar de mirar a la loba. El lobo negro se acercó lentamente hacia donde se encontraba la loba marrón, y como si estuviera consiente de mi presencia, me miro con sus dorados ojos asesinos, abrió sus fauces y le arranco la cabeza aquella loba.
Pude sentir como mi corazón se quebraba al ver aquella escena, después de decapitarla, le dio de comer a las bestias con lo que quedé de ella; el sueño se repitió una, y otra vez. Luche por abrir los ojos, pero estaba atrapada en ese bucle sin sentido, claramente yo estaba en ese sueño transformada en loba, las bestias deben de ser los híbridos de los que habla mi padre en los diarios, pero el lobo negro y la loba marrón, no sabía que se podían significar.
Cuando ya casi amanecía, fui capaz de abrir los ojos y salir de aquella pesadilla. Los nervios y el dolor en el pecho no me tenían tranquila, asi que salí a correr, para amenguar un poco el mal sabor de boca que me había dejado aquella pesadilla, porque claramente no podía llamarle de otra forma.
Aunque la carrera no fue de gran ayuda, al menos me había quitado el agotamiento de haber permanecido despierta toda la noche, una hora o dos talvez, regresé a casa y me metí a la ducha. Las vacaciones se habían terminado y era hora de regresar a la escuela. Mi último año de universidad era este, y aun que pensé que sería un año normal, las cosas cambiaron.
«Nunca te atrevas hablar antes de tiempo, el destino te puede jugar en contra».
Me vestí para ir a la universidad. Opte por mis jeans, camiseta blanca, chaqueta negra de cuero y botas, el cabello lo dejaría suelto, pero para salir lo amarre en una coleta, ya que tenía que recogerlo para meterlo ente el casco de la motocicleta. Extraña al amor de mi vida, asi que iría en ella a la escuela, e igual no quería que me vieran llegando en un auto de lujo conducido por un chofer.
Mi madre insistió en que usara la camioneta y a Paul para que me llevara, pero no logro convencerme, después de todo el conducir mi moto también es como una terapia para mí, y la sensación que me quedo en el cuerpo después de esas pesadillas, no me dejaba tranquila, necesitaba conducir, despejar mi mente y concéntrame en lo que me esperaba en el campus.
Sali de la mansión, descendí por las escaleras de la entrada principal, y vi a la bella maquina color ónix que estaba estacionada en la entrada, una CBR 600 RR, con un motor de 4 cilindro, chasis ágil y una potencia máxima de 89kW / 14. 250rpm, correr con ella es sentir que vuelo. Pero, ahora que he descubierto que soy una loba creo que puedo correr más con mi cuatro patas que a dos ruedas.
Me subí a ella, y encendí el motor que ruge debajo de mí, ocasionando que los bellos de mi cuerpo se ericen al escuchar el sonido que produce aquel potente motor, reafirmo que trepárteme sobre estas dos ruedas no dejara de ser de mis cosas favoritas, asi pueda transformarme en una bestia de cuatro patas, conducir mi motocicleta le sobre pasar en todos los sentidos.
Conduzco de camino hasta la universidad. El trayecto no es tranquilo, veo a la guardia de la ciudad que va y vienen en las patrullas. Recientemente una noticia tiene inquita a toda la gente, eso incluye a mi madre, el haber revelado el secreto familiar para mi sucedió en el momento oportuno según ella.
Los cadáveres que han encontrado en el bosque son una señal de que la amenaza está cada vez más cerca, y sabe que el lobo que lo enfrentara ha nacido; lo que supones que ese lobo soy yo, en donde el los diarios de mi padre me describe como la elegida.
Estoy inquieta, no sé si es por el sueño de la loba, o los cadáveres, o la dichosa leyenda que aún no descifro que significa, pero, estoy impaciente.
Minutos después de haber partido de la mansión Hugues, vislumbro el campus Legends Master, e intento disipar los pensamientos que abruman mi mente. Busco un lugar para estacionarme cerca de la entrada principal, y a mi lado se estaciona un auto negro, pero no le prestó atención, ya que mis ojos solo buscando a las únicas personas que me interesa ver en este momento.
Me quito el casco y mi cabello negro cae sobre mi espalda en una cascada. Un escalofrió recorre mi empina dorsal al sentir que me observan, concentro todos mis sentidos hasta de donde provienen esa sensación de estar siendo observada y me doy cuenta que desde el auto negro tres par de ojos me miran. Dos de las voces que se oyes en el interior las reconozco, uno es Demian y el otro es su amigo Alex, pero la tercera voz no la conozco, más sin embargo es melodiosa y suave.
#870 en Fantasía
#546 en Personajes sobrenaturales
romance, hombres lobo humanos guerra romance, romace lesbico
Editado: 22.02.2025