La Élite De Swill (libro 1. Saga Demogorgon)

DESPEDIDA

23-diciembre-1985. Nyx tracking.

Nyx Sokolov se encontraba guardando sus pertenencias en valijas grises. Fotografías, libros y cartas de admiradores llenaban su baúl azul, recibido como regalo de su decimo tercer cumpleaños. Estaba lista para partir de la que fue su habitación durante poco más de cuatro años. En la universidad había conocido a personas sabias, sentimentales y a otras tantas de personalidades excéntricas. No se había dado cuenta, hasta ese momento, que volvería a su ciudad natal. Donde años atrás, había dejado familia, amistades y amores. Viajar y vivir sola durante tanto tiempo la hizo madurar de una manera que si quiera ella se hubiera imaginado.

-¿Estás segura Nyx?- preguntó Axel Yazbek de Behemot, Nord; su mejor amigo en la universidad- puedes quedarte en mi casa todo el tiempo que quieras- comentó mientras le brindaba a Nyx una cálida sonrisa-.

-No estoy segura, pero debo hacerlo- contestó mientras se mordía el labio inferior con preocupación- he estado lejos durante tanto tiempo, perdí el contacto con amigos que consideraba hermanos.

-¿Les dirás entonces?

-No lo sé. No es el propósito por el que regreso. Además, creo que ya ni siquiera siguen considerándome una amiga- mencionó, haciendo un gesto de tristeza- me tengo que ir.

Axel le dio un fuerte abrazó y un beso en la mejilla.

-Suerte, te deseo éxito en todo- tomando ambas manos de Nyx entre las suyas, mostrando el cariño que le tenía- te extrañaré.

Nyx le dirigió una sonrisa cariñosa y salió por la puerta con sus valijas y baúl en mano. Mientras iba bajando por las escaleras, observaba todas las fotografías y murales que cubrían su dormitorio. Recordando cada una de las experiencias vividas dentro de esas paredes. No solo dejaba amigos y recuerdos atrás, lo hacía por segunda vez.

Llegó a su auto, un Bentley blanco, subió su equipaje y al asiento del piloto. Dio un último vistazo al edificio donde vivió las más gratas experiencias, suspiró profundo y encendió el automóvil. Cuando llegó a los límites del campus prendió el radio e introdujo su CD favorito, The K-yons, banda nórdica que adoraba. "nobody knows me, I don't want to be known". ¿Cómo es que su mejor amigo no sabía ni la mitad de su vida, de su verdad? Nyx se preguntaba mientras coreaba esa canción durante el trayecto al aeropuerto internacional de Ahpuch, Alterner. Al bajar del auto, se encontró con Francis, el mayordomo de la familia, un híbrido de humana y xys.

-Buenos días señorita, tengo todo listo para enviar su auto a casa. ¿Le ayudo con su equipaje?- preguntó cordialmente el mayordomo-.

-No- fríamente respondió Nyx- no era necesario que viajaras hasta aquí, pude haber llegado a casa en taxi.

-Fue petición de su padre.

-Puedes irte ya, mi vuelo sale en dos horas.

-Señorita, mi viaje está reservado junto al suyo, solo que en vuelo comercial.

Nyx le dirigió una mirada fría, casi inexpresiva, como si no le importase lo que hiciera Francis en absoluto. Dio media vuelta y dijo:

-Nos vemos en casa.

Sin más palabras, se alejó del estacionamiento y entró al aeropuerto. Abundaban personas por cualquier lado, más de lo común, ¿sería acaso porque voló un día antes de las festividades de la luna? Casi enfurecida, se dirigió a la parte donde registrarían su equipaje. Hizo los trámites necesarios e ingresó a la sala de espera del aeropuerto. Tendría que esperar 45 minutos hasta que pudiera abordar. Tomó su teléfono y se colocó los audífonos. Reprodujo de manera aleatoria su música, y de manera irónica salió una canción de los K-yons "...come home, which I least desire". Soltó una risa burlona y continuo escuchando la canción. Dormitó un poco y escuchó: "Vuelo 364 con dirección a Sabazios, primera clase: abordar por puerta A en 5 minutos". Tomó su bolso y baúl, se dirigió a la puerta mencionada. Le dio a la chica su boleto e ingresó. Le señalaron su asiento y se sentó casi inmediatamente.

-¿Que gusta de beber?- preguntó amablemente la sobrecargo-.

-Una copa de vino- con voz desinteresada respondió Nyx-.

La chica le dirigió una sonrisa cordial más que amistosa y se alejó.

El avión despegó y Nyx solo se preguntaba una cosa ¿estarían las cosas igual? ¿La recordarían? Interrumpió sus pensamientos la sobrecargo, le entregó la copa de vino y se retiró. Giro su vista hacia la ventana y tomó un gran sorbo del vino. Contemplaba las nubes sin pensar en nada más que en la hermosa vista. Terminó el contenido de la copa, reclinó el asiento y se quedó profundamente dormida. Varias horas después, un sobrecargo le dijo que era hora de cenar, ella solo quería dormir, y le hizo entender eso al sobrecargo, se alejó, sin más insistencia.



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En el texto hay: humanos, magia, sangre poderosa

Editado: 17.12.2019

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