La emperatriz Mizuki

LA EJECUCION

Hey, buenos dias/tardes y noches UwU

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Antes de que lean el capitulo, queria avisarles que  tal vez este no sea un capitulo bien escrito.

Contexto: Tenia clases y un examen. El capitulo originalmente tenia 3000 palabras y pense que podria editarlo para subirlo, pero, no me alcanzo y aparte, el capitulo me parecia tener varios huecos que casi estuve a punto de rendirme. 

Pero...aqui me ven :D
Logre terminarlo al fin T-T

Este capitulo tenia que salir el viernes, pero termino saliendo el sabado a las 4:05 de la mañana XD 

(Exactamente esa es la hora donde estoy escribiendo esto)

Espero me disculpen la tardanza y los errores que se me hayan pasado de alto :,c

Sin mas que decir, ¡Disfruten del capitulo!

Preparen sus Teorias~

Nos leemos pronto

Lis_Dives

 

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—De la espalda “señorita” 

 

La palabra “señorita” fue entonado en burla. Dentro mío sentía como la vergüenza me estaba carcomiendo. Los soldados, que hasta hace un momento me habían despertado de mi desmayo, se encontraban tratándome peor que a una esclava. Todos se reían alrededor mío y no pude evitar sentir un ardor por mis ojos. 

 

¡Splash! 

 

Otra cubeta de agua era lanzada, esta vez hacia mi espalda. Estaba completamente helada, pero al parecer debía de estar agradecida por aquel lujo. No todos los prisioneros podían tomarse un baño antes de su ejecución, por lo que, según había entendido por parte de los soldados cuando apenas me levantaba, era muy afortunada por el detalle enviado de Rei. 

Si, Rei se estaba “apiadando” de su ex-prometida. Su piedad era tan grande que no solo me estaba mandando una última ducha, también se encontraba presente “verificando” que sus órdenes fueran cumplidas. 

En pocas palabras, estaba presente ahora mismo. El tener que presenciar a mi ex-prometido en la mayor y ultima humillación que tendría en vida estaba provocando que mi rostro se enrojeciera, llena de vergüenza e ira. 

 

¡Splash! 

 

Las gotas de agua transcurrieron por mi rostro. Me encontraba limpia en cuerpo, pero, dentro mío me sentía destrozada. La limpieza había acabado, pero para mí, esto apenas empezaba; Rei quien continuaba observando todo en silencio, ordeno a los soldados acercársele, dejándome sola por un breve momento. 

Vasto solo un par de segundos para reprimir aquel ardor en mis ojos. 

No quería llorar delante de él. Lo odiaba y estaba segura de que no le daría el gusto de verme abatida nuevamente. 

Respiré hondo y puse la expresión más neutra que podía, esas de las que había estado practicando desde pequeña frente al espejo cuando creía que algún día seria la emperatriz. 

Alce el rostro mientras me enderezaba. Rei me observaba. Su mirada era fría, indiferente, e incluso un tanto oscura a la que yo recordaba. Estaba más que claro que él era una persona distinta a la que había llegado a conocer. 

 

“¿Habría cambiado por Alian? ¿Rei era así desde un principio?” 

 

Mis pensamientos se vieron interrumpidos por una voz grave que parecía estar tarareando una canción. 

 

—¡Hey, Rei! Perdón por la demora. 

 

Unos cabellos celestes desordenados se asomaron por la puerta de la celda. 

 

“¿Que hace aquí Ted Blinch?” 

 

Rei solo lo observo de reojo y frunció el ceño. Se encontraba obviamente molesto, pero eso no pareció afectar a Blinch en lo absoluto. Ted solo sonrió de forma agradable, rodeándolo por su hombro. 

Quede estupefacta. Ted y Rei nunca se habían llevado bien. Ambos se detestaban desde muy pequeños, tal vez por la herencia de sus casas. Toda la nobleza lo sabía. Los Vilsertch y los Blinch se detestaban a muerte, pero no se atrevían a hacerse daño públicamente por el poder de ambas familias.  

Los Blinch eran conocidos por ser la casa que daba a los mejores eruditos, prodigios, e genios en la rama de las ciencias y leyes; aparte eran muy queridos por el pueblo, pues ellos siempre se preocupaban por el bienestar de los pobladores que vivían dentro de sus dominios.  

Los Vilsertch, por otro lado, eran reconocidos como los protegidos por los cinco dioses, aparte, siempre daba a los más poderosos bendecidos de agua, quienes eran una balanza entre el mundo de los mortales y los dioses. 

Ambas familias mantenían siempre su distancia. 

Entonces ¿Por qué Ted Blinch actuaba tan cercano con Rei? 

 

“Ah, cierto, ¿cómo lo pude olvidar? Ted es el hermanastro de Alian, es obvio que tienen que llevarse bien” 

 

Lo había olvidado con todo lo sucedido. 

En esos momentos mis pensamientos fueron cortados. Los soldados se acercaron y me entregaron un vestido blanco, esos que siempre tenían puesto los que iban a ser ejecutado y que luego los quemaban junto con el cuerpo del sentenciado. 

 

—¿Podeis retiraos? 

 

Los soldados me observaron, riéndose a carcajadas. 




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