La Empleada del Dios del Amor

El Principio y Fin de un Amor

Ella está rota ... 
Recuerda la primera vez que leyó esa palabra en un texto , y no podía comprenderla del todo . Mucho menos incluirla en su vocabulario .
 

¿ Cómo una persona se podría romper ? . Y es que hay millones de formas para hacerlo , algunas son como pequeñas grietas u otras  son barrancos  más profundos . La cuestión cambia es cuando somos capaces de protegernos e impedir que alguien más nos rompa y de lograrlo no lo continúe haciendo   . 
Y Alba no había usado más que un mecanismo de defensa cuando estaba al borde del barranco  . 

Pero ... Puede que el método empleado sea el menos conveniente . Y ahora sufriría el doble las consecuencias . 
 

El aeropuerto estaba atestado de gente .  Las ruedas de las maletas frizaban el suelo pulido y los millones de  zapatos rechinaban entre tanto apuro  . Tratando de hacerse espacio entre la multitud Alba avanzó hacía el mostrador de boletos , pensando que el recorrido se le estaba haciendo interminable  . 
Personas regresaban de un viaje , personas  iban a realizar un viaje , la mayoría que sabían dónde ir y otras pocas como ella que escogerían cualquier destino . 
 

Sí efectivamente escogería al azar , asi la mandaran a la Antártida , aceptaría sin queja con tal de respirar un aire nuevo.  Aunque esté le congelara los huesos viniendo el caso. El vuelo que esté libre ese será el  de elegir . 
 

Era notable su estrés . Se peinaba de vez en cuando las cejas para estirar la arruga que formaba su ceño fruncido y suspiraba con irritación . Triste de aquel que se tropezara con esa pesadilla andante .  Muchas cosas terminaron moldeando su carácter y no fueron para mejor . 
 

Esperaba de su aventura una experiencia placentera y el comienzo del viaje no estaba dando prueba de ello . Y nada en retrospectiva parecía estar tomando su debido sentido , en definitiva estaba menos claro todo ahora  .  Le frustraba que aunque en cierto modo las cosas cambiaron en su camino , muchas de las que en realidad le habría gustado que cambiaran no lo hicieron .
 

Nunca supo realmente a dónde ir . ¿Quién la esperaría de regreso ? , ¿ cuál lugar ;  era su lugar ? ¿ qué dirección debería tomar ? .
 

Excelente sería que su lugar ideal lo  encontrara  justo ahora . Sería justicia que las piezas encajaran de una buena vez . Y es que pensaba que con comprar ese boleto de avión se sacaría  la lotería. La lotería de su futuro . 
 

Rezaba que se le abriera una puerta y que una luz le ilumira el camino para dirigirla lo más pronto a ella  .
Odiaba sus decisiones precipitadas , pero lo que si tenía bien claro dentro de esa neblina espesa que la tenía cegata , era que debía desprenderse de su pasado de una buena vez . 
 

Caminaba con temple en contra de la guerra en la que vivía su cabeza . Se movía ágilmente y su cabello castaño tirando a cobrizo , ensortijado , rebelde y libremente suelto  , se movía con el vaivén de sus pasos . Años ya desde la última vez que se lo había cortado y ya llegaba más abajo de sus caderas . Recuerda que la última vez que se lo cortó fue por una decepción amorosa . Desde esa última vez no había tenido la oportunidad de pagar un despecho con su cabello . No hubo otro caso , para hacer semejante estupidez.  
 

Su cabello no tenía la culpa y mucho menos su apariencia tenía que ser afectada por su estado de ánimo .
 

Y había prometido una noche a gritos que ya no iba ser a quién  le romperian el corazón . La misma noche en la que firmó el contrato con Eros y se convirtió en la empleada del Dios del Amor   .
 

Se detuvo un instante sintió la reconocida punzada . Esa que le mostraba su próximo objetivo , haciéndose más fuerte a medida que iba acercándose lentamente a él. 
 

Pensaría Alba que se trataba de un trabajo más. 
 No obstante , predecía que en  cambio  a los sucesos anteriores  ,   algo raro ocurría está vez y se le escapaba de sus manos como manejarlo    . Ya había clausurado el contrato y Eros no debería dominar  sobre ella en tal sentido .
<<¿ Qué estoy sintiendo ?>>  , Susurró preocupada . 
 

Lo vió venir y contuvo el aliento.  

Resultaba indescriptible el magnetismo con el cual no podía desviar la mirada de esos ojos  . Su corazón se disparó y  un chispazo la hizo vibrar por dentro  y se estremeció sin poder evitarlo .
 

Él caballero notó su presencia , lo leyó en sus ojos verdes oliva , en la manera en que le brillaban como dos faroles en la noche .  Logró reconocerla , pero no sabría de dónde , si la conoce y ella no le recordaba o la confundía con alguien más . Cómo podía saberlo . Solo intentó dominar sus nervios haciéndose la indiferente y era algo que al momento  le resultaba imposible . Se mordió los labios avanzó un poco más rápido y su taconar se hizo más fuerte . Le dolía la ampolla que tenía en el talón izquierdo y requería con urgencia de una bendita.  
<< ¿ Y si ... Y si es Eros en un disfraz ?>>  , pensó y él terror la invadió por completo .
<<Debo tomar ese avión rápido e  impedir que él aborde conmigo >>  . 
 

Se encontró con una fila inmensa para llegar  al mostrador de boletos .  Tenía por delante a veinte personas. Tiempo suficiente de espera para que él viniera y  la hiciera desaparecer  sin que los demás se dieran cuenta. 
<< Piensa ... Vamos piensa >> . Se repetía . Miraba por doquier y se le ocurrió colearse . Pero si armaba un alboroto podrían detenerla las autoridades  y eso retrasaría  sus planes . Y de pasar desapercibida a un show eran dos polos bien opuestos . 
 

Maldijo por debajo y volteó la vista por detrás de su espalda . El joven de hace unos momentos ya no estaba . Se relajó su espina dorsal , sin embargo  el corazón no dejaba de latirle deprisa .
<< ¿ Qué diablos me pasa ? >> , susurró y se acarició la cabeza apartandose  algunos risos que le caían en el rostro . 
 




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