La Espada de las Estrellas. (el Libro de las Puertas)

Capítulo 4 La Blanca Oscuridad.

Ahora, ya no hay distancia de por medio para esconderse. La tecnología es casi mágica y lo puede todo con un poco de imaginación. 

Nada evitará que los seres Eviternos, se encuentren en el universo físico y luchen como seres terrenales, sin recibir como recompensa, el abrazo frío, pero acogedor de la muerte. 

 

“La nave de Abi Al y del Dios Esteko, ha llegado al planeta azul. El portal dimensional creado al doblar el espacio, para evitar la tremenda distancia, los ha dejado a unos cientos de kilómetros de la Tierra”.

La nave de Zula Fráguer, está lista para doblar el mismo espacio y llegar a uno de los tres destinos probables.

— ¿Cuáles son sus órdenes General? —Pregunta el Sargento Kilino a Zula, quien hacia acto de presencia en la cabina de mando, a la vez que es observado por la tripulación de la nave recién secuestrada por Kilino, y un grupo de soldados que apoyan al Sargento. 

El poderoso Demonio, le da al Sargento una pequeña bolsa con varias fichas negras, ordenando repartirlas entre toda la tripulación, y la orden es cumplida. 

La bolsa contiene solo seis fichas negras y al devolver Kilino la bolsa a su amo, aún tiene las mismas seis fichas negras, a pesar de que el Sargento repartió, doscientas de estas piezas. Gracias a la ayuda de las fichas, Fráguer se ha Convertido en el nuevo comandante de la nave. 

El Destructor, cierra un par de segundos los ojos para sincronizarse con los demás Dioses, y una vez que tiene la información, ordena al Sargento. 

— ¡Busque el Planeta Pavela y dirige la nave hacia él! —Kilino da la vuelta y ordena al oficial navegante, que localice y dirija la nave, hacia ese lugar. 

Los tres Dioses saben ahora que Zula Fráguer, irá tras la Llave del Tiempo del Dios que se halla desprotegido y es más vulnerable. Zírdal Pok.

El Planeta Pavela, tiene una ubicación cardinal con respecto a Veriano, Grínalo y la Tierra. Todos estos lugares, están distribuidos en la misma posición que tienen las cerraduras del Portal de Salida, en el piso del Salón del Tiempo. 

El planeta Pavela, está colapsado por un acontecimiento cósmico que sucedió años antes del arribo de Zírdal. Un cometa, se estrelló con una de las Lunas del Planeta Pavela, provocando que la mayor parte de la población sobreviviente al cataclismo, se ocultara en el subsuelo, en una gran caverna que se creó, durante los grandes terremotos que azotaron a todo el globo. 

Lo que evitó que esta gran cueva se desplomara fue, la Llave del Tiempo de Zírdal. La poderosa espada, se halla en la parte más alta del gran domo interior, colocada sobre una gran columna y esta a su vez, ayuda a soportar el peso de los dos kilómetros de tierra, que separan la caverna, de la superficie del planeta. 

La espada se separó del Dios Zírdal, de la misma extraña manera que Esteko de Dolzan perdió su llave, cuando salieron del Salón del Tiempo. La poderosa espada, apareció en ese lugar, en el mismo momento en que todo se derrumbaba deteniendo el colapso. 

La Llave del Tiempo, evitó por sí misma, la extinción de los seres racionales de Pavela, porque al momento de llenarse la caverna de personas, un último temblor, casi derriba todo dejando la Llave del Tiempo imposible de retirar, pues ella, carga con el peso del gran domo.

Zírdal salió del casi destrozado Portal de Llegada del planeta, un par de años después que su llave. Al encontrar a la civilización escondida bajo el suelo y darse cuenta que no podría usar su llave en mucho tiempo, hasta que la acumulación de escombros se solidificaran al rededor de la espada, Zírdal decidió aguardar por la ayuda de alguno de los Dioses. 

En aquellos años, se relacionó con los habitantes de la Ciudad Hundida, haciéndoles saber sobre la existencia de las Deidades y que algún día tendrían su propio Dios, para adorar. 

Mientras esperaba, Zírdal entrenó a muchos habitantes durante cientos de años, pero la espera fue infructuosa, la ayuda nunca llegó. Ahora, Zírdal Pok se prepara para recibir al Demonio asesino, solo y casi desarmado.

“Es el momento en que el Destructor, sale del Portal de Llegada, en el Planeta Veriano, buscando a los Dioses, después de escapar del Salón del Tiempo”.

Zírdal, se encuentra despidiéndose de algunas personas que viven cerca de su hogar, igualmente, de la sacerdotisa Milla, por que saldrá de campamento con el último y mejor de sus discípulos, por lo qué no pudo ver el brillo de Brísaliz, su Llave del Tiempo, cuando le avisaba del arribo al universo del cuarto viajero. 

La poderosa espada, aún se halla escondida en las alturas de la columna de piedra, muy lejos de la vista de cualquiera.

La Ciudad Hundida, que ha sido la casa de Zírdal Pok durante tantos años, se ha convertido en un glaciar, debido a las bajas temperaturas del exterior, provocadas por los desechos de la destrozada Luna, que evitan la llegada de la mayor parte de la luz y del calor solar a la superficie del globo, sin embargo, la población se aclimató poco a poco a los cambios, que fue sufriendo el lugar.

En el instante que Zírdal y Jélmer salen de la Ciudad Hundida y cruzan la puerta principal, el Destructor llega a la aldea de Monte Azul, en el transporte volador de su primera víctima.




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