La Espada de las Estrellas. (el Libro de las Puertas)

Capítulo 6 No Existe un Plan.

La esperanza se desvanece de la mente de las Deidades y del alma de una mortal, que sigue el camino de una lucha que parece no tener buenas posibilidades, porque los planes, por más elaborados y perfectos que pudieran nacer en la mente de los Eviternos, no serán útiles si el mal los conoce al momento de su concepción.

El temor se apodera de casi todo, la huida es vana y la distancia se vuelve inútil. 

Todos saben todo, pero nadie tiene un plan que pueda terminar con el terror.

El tiempo dará una idea y el mal ignorará lo que sus ojos ven, siendo emboscado por otros ojos.

 

Zula Fráguer, el Destructor, se halla en el centro del Portal de Llegada del Planeta azul, el mismo por el que Merlo llegó a la Tierra, años antes de la época de Arturo y el que usó Zírdal para sacarlo del Planeta Pavela.

El terrible Demonio, mira hacia todas direcciones envuelto en la tormenta que él mismo creó, buscando una cerradura o algún mecanismo que haga que el portal funcione y lo lleve tras los Dioses, pero el desesperado Eviterno, comienza a bufar de rabia al darse cuenta que no logra encontrar la forma de abrir el portal.

Una idea cruza por la mente de Fráguer, al recordar como Zírdal lo llevó a ese planeta. Zula se sincroniza con los Dioses y dice para sí. 

— ¡Con que han vuelto al Salón del Tiempo! ¡Los tengo a todos, esta vez no podrán huir de mí! 

El Destructor deja de hablar, solo piensa en Merlo y desaparece del portal.

En el Salón del Tiempo, los tres Dioses discuten apresuradamente lo que tienen que hacer en cuanto Zula Fráguer, les de alcance.

— ¡No podemos hacer nada más que tratar de entrar al Cerrojo y buscar a Seth Jóler y su Llave del Tiempo! 

Merlo comenta a sus acompañantes, tocando el Cerrojo con ambas manos, buscando la forma de abrirlo o pasar al otro lado del portal. Zírdal y Esteko buscan, cada uno por su parte en los demás portales, sin tener resultados.

Abi, contempla a la Excálibur al darse cuenta del verdadero poder de la espada, repentinamente reacciona y se acerca a Alquinos y pregunta con voz preocupada.

— ¡Perdón señor Merlo! ¿Puedo ayudar en algo? 

La guerrera, que se halla de pie a tres pasos del Eviterno, aún siente el poder de la Excálibur en su mano y el Eviterno que no voltea a mirar por seguir buscando, dice a la joven muchacha, muy apresuradamente.

— ¡Permíteme la Llave del Tiempo, quiero ver si puedo introducirla en alguna de las cerraduras para volver a abrir el portal, aunque parecen tapadas o bloqueadas!

Abi se aproxima al Dios del Tiempo, que aún trata de hallar algo diferente en el Cerrojo, y este, no se percata que la esgrimista se aproxima por su espalda, hasta que ella se acerca por el lado derecho del Dios para entregar la llave.

Cuando Abi Al trata de apoyarse en el Portal de Inicio, su mano derecha atraviesa de forma imprevista el portal y la guerrera enuncia.

— ¡Disculpe señor Merlo! ¿Es esto lo que están buscando? 

El Dios, por fin gira la cabeza para mirar a la guerrera que ya ha introducido parte de su brazo en el Cerrojo debido a que tiene la Llave del Tiempo en su mano y a los cambios de todo en el salón.

— ¡Esteko, Zírdal miren esto! 

Los dos Dioses acuden aprisa al llamado de Merlo. El tiempo se les agota rápidamente y tienen que apresurarse a lo que sea que traten de hacer. Los tres Dioses sienten la sincronía de Fráguer que aún se encuentra en el Planeta Tierra.

— ¡Pon atención Abi, vas a entrar al portal y buscarás a Seth Jóler para que nos ayude con Ántria, su Llave del Tiempo! ¡Zula estará aquí en dos segundos! ¡No te preocupes por nosotros, estaremos bien mientras Zula no tenga todas las llaves!

Esteko no ha terminado de decir todo lo anterior a Abi y sin dejar de hablar, voltea hacia el Portal de Salida y ve aparecer a Zula, gira la vista nuevamente hacia su discípula y concluye diciendo.

— ¡Corre por favor hija mía, no te detengas! 

Zula analiza la situación y al escuchar a Esteko dar la última instrucción a la guerrera, traduce el idioma que usó el Eviterno y grita furiosamente aproximándose a los desarmados Dioses, usando ese nuevo dialecto, pero Abi que lo mira directamente a los ojos, se introduce lentamente al portal, girando su cuerpo hacia la derecha, poco a poco.

— ¡No te atrevas a cruzar a mi sitio, aléjate del portal y entrégame la Llave del Tiempo o ellos pagarán tu desobediencia! 

Abi Al, termina de dar la vuelta, quedando solo su pie izquierdo por fuera del portal. El enfurecido Demonio, levanta su arma amenazando a todos y grita nuevamente.

— ¡Te ordeno que salgas de...! 

Abi Al se introduce totalmente en el portal y deja de escuchar a Zula Fráguer.

Al pasar del otro lado del Cerrojo, Abi se percata que está en el mismo Salón del Tiempo, pero es como si hubiera entrado a un espejo, porque todo se halla al revés, sin embargo hay poca luz, a diferencia del otro salón.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.