La Espada Del PrÍncipe

Capítulo 4. El odió infundado de Henry

Todos los sirvientes llegaron a la sala, junto con el príncipe, quien no entendía lo que estaba pasando.

Los guardias traían a Winter agarrada de los brazos, ella se estaba vistiendo, cuando cuatro guardias irrumpieron en su cuarto y la sacaron a la fuerza, así que ella solo pudo ponerse la falda y una blusa corta de tirantes, los guardias la arrojaron contra el suelo, mientras ellas se cubría el pecho con sus manos.

−Oigan, ¿qué les pasa? −dijo Zed tratando de ayudar a Winter.

−Gracias por traerla, el motivo de esta intromisión es para recordar el suceso que ayer presenciamos, alguien…. me pueden explicar, ¿por qué el príncipe Zed estaba solo en el laberinto?

−Fue mi culpa padre, yo lo perdí de vista y olvidé como volver, así que hice lo primero que se me ocurrió y vine a pedir ayuda, el error fue mío.

−Que bueno que confiesas hijo −cerro el puño y le golpeo en el abdomen −esa es una pequeña lección, por tu error, espero que nunca más se repita, pero no solo es tú culpa −miro fijamente a Winter −la culpa también la tiene su guardia por no cuidarlo como es debido, no puedo creer que el general de una nación sea una completa estúpida para cuidar a alguien tan importante.

−Si me deja explicarle se lo agradeceré, por supuesto que… primero necesito una camisa, esto que está haciendo se llama humillar.

−Pónganla de pie.

Los guardias obedecieron a Henry.

−Haber si te queda claro mocosa estúpida, esto es una lección para ti, por lo tanto, no tienes derecho a exigir nada, aquí tú no eres más que una gata del rey y su perrita faldera, ¿te queda claro?

−Esto es lo más injusto que he escuchado y más que una lección; parece que solo esta frustrado porque su querido hijito no pudo completar su plan, usted y yo sabem…

Una cachetada impacto en la cara de Winter. El silencio se hizo presente en la enorme sala, Zed nuevamente intento intervenir, pero Sian lo detuvo.

−Su alteza, si usted intenta intervenir, se verá como una clara declaración de ruptura al pacto entre los tres clanes, por favor no se meta.

Zed estaba realmente frustrado, pero comprendió la situación.

−No me vayas a salir con que no debo pegarle a una mujer, porque tú no eres precisamente eso −la toma por el cabello −tú eres un general y debes comportarte como un verdadero hombre y no como una chiquilla llorona.

Winter apretó los dientes y dijo de manera altanera −¿Quién esta llorando?, yo solo veo a un cobarde y su marioneta moverse, no me haga reír señor, usted golpea con un niño asustado.

Henry sintió el ego herido así que cacheteo sin parar a Winter y en su última cachetada la tiro al suelo y comenzó a patearla.

−Hínquenla en el suelo, ahora veras lo que es dolor de verdad.

Ambos se veían con un odio intenso.

−Ya deja de hacerte la fuerte, entiende de una vez que Akira no está aquí para defenderte, ni el rey, ni nadie −viendo a todos −ustedes mejor que nadie saben, que si algo le pasa al príncipe por sus malos cuidados recibirán el mismo castigo, así que esto les sirva de lección −tomo el látigo en su mano y comenzó a golpear a Winter en la espalda −así es como se debe castigar a los subordinados, para que conozcan su lugar.

Después de unos minutos la espalda de Winter comenzó a sangrar, ella permanecía completamente serena, solo recordaba que los golpes del rey o de Akira dolían más, esta expresión hacía que Henry hirviera de rabia.

Winter comenzó a reírse y se soltó de los guardias.

−Ya termino o va a seguir con está estupidez, sus golpes me dan tanta risa, ni para dar lecciones sirve, es realmente vergonzoso; déjeme decirle algo; los golpes del rey duelen más y los de Akira ni se diga −dijo Winter con un enorme ego.

−¿Cómo te atreves?

−Yo no necesito que me defienda nadie, recuerde que yo sola recupere un territorio invadido por el enemigo en un solo día, usted en cambio tardo muchos días y con un enorme ejercitó, desquítese con su inútil heredero, él no supo idear un plan.

Henry se giró hacia Liam y comenzó a golpearlo, Zed no pudo aguantar ver tanta violencia y le dijo a Henry que se detuviera, entonces Winter lo vio con inconformidad y le dijo −Que débil.

El rey al escuchar la conmoción se dirigió rápidamente a la sala y al ver a Winter ensangrentada y a Liam en el suelo, pidió una explicación, Winter se la dio, el rey le dio su capa a ella para que se cubriera. Y les ordeno a todos retirarse, Zed acompaño a Winter a la enfermería, pero ella le dijo que estaba bien, que no necesitaba preocuparse.

El rey y Henry se quedaron solos, entonces el rey le dio una golpiza a Henry, quedó tan mal que tuvieron que cargarlo entre varios para llevarlo a la enfermería del castillo.

En la enfermería…

−Winter, bienvenida de nuevo, hace dos días que no te veía, eso ya es un gran récord −dijo el doctor del reino.

−No es nada −dijo Winter sentándose en la camilla.

−Eso dices siempre, y siempre vienes muy mal −le descubre la espalda y se asusta −pero mira nada más, como te hiciste esto, tu espalda esta sangrando, espero que las heridas no sean tan profundas, traeré las gasas, acuéstate boca abajo, volveré en un minuto.

Zed estaba realmente preocupado y su rostro parecía decaído.

−No se preocupe señor, estaré bien en unos minutos.

−Yo… yo… lo siento; debí intervenir y no quedarme mirando sin hacer nada.

−La debilidad solo lo llevara a perder, debe volverse fuerte. Esto solo es una pequeña prueba para formar su carácter −dijo Winter con una mirada de determinación.

−Aunque digas eso, yo nunca podría ser tan despiadado con una mujer, aunque lo niegues… tus heridas son bastantes graves y dolorosas.

−Para llegar a la cima, debe perder un poco de humanidad y nunca debe mostrar debilidad o piedad, incluso su abuelo que parece tan tranquilo es bastante despiadado, seguramente que al líder Henry ya lo molió a golpes.

−Pues yo no quiero ser así.




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