Intentamos detenerlo, pero se puso como loco.
Nos atacó de todas las maneras posibles estaba claro que para el lo más importante era matarnos y apoderarse del alma de Elvira. Pero no lo permitiría, no permitiria que manchara el alma de Elvira con su maldad.
Durante la pelea una fuerza oscura se apoderó del turista. Nos atacó con una fuerza increíble e inhumana.
—¡Sofía, cuidado! —gritó Ricardo, al ver al turista acercarse a mí.
—¡No te dejaré que te salgas con la tuya! —respondí, lanzándome sobre el turista.
Intentamos detener al turista, pero estaba poseído por una fuerza oscura. Nos atacó con una furia implacable, lanzándonos contra las paredes y el suelo.
Durante la pelea, el esqueleto de Elvira cayó al pozo y se rompió en pedazos. En ese momento, una segunda fuerza oscura se apoderó del turista, transformándolo en una criatura monstruosa y aterradora.
Palideci del miedo al ver su aterrador aspecto. Era una bestía de más de tres metros de altura y con una mirada tan feroz y tan frívola.
Ricardo y yo caímos al suelo de espaldas y corrió algo que jamás imaginé.