Justo cuando estábamos a punto de perder, apareció el espíritu de Elvira. Surgió con su hermosa belleza y un rostro de claro fastidio, miro al turista con un increíble desden que le dejo claro su enojo.
-No entiendo cómo es que eres descendiente de mi padre - espero
Atacó al turista, succionando su energía. El tipo gritó de dolor y en protesta ante el ataque y...se convirtió en polvo. ¡Fue impresionante!
No quedaría más de el y no volvería a fastidiarnos la maldita existencia.
—¡Elvira! —exclamé, al ver al espíritu aparecer—. ¡Gracias!
—Descansa en paz —susurró Elvira, con una voz suave y dulce.
Su alma volvió a desaparecer.
Dejando un silencio que solo rompía el sonido del viento.
Ricardo y yo esperamos durante un rato más para ver si ocurría algo más, pero sabíamos perfectamente que no iba a ser así, la hacienda ahora se veía más viva