22 de Diciembre de 2009
Una vez más Charles se despertó con la luz del sol y esta vez pudo percibir también los sonido. Voces humanas, canto de pájaros, todo se unía allí formando un difuso coro matinal.
Con el cerebro descansado tuvo una idea. Así que salió a buscar a Hope.
La encontró con las mujeres del pueblo, amasando en unos grandes recipientes en el suelo.
-Hope...-la llamó y luego se dio cuenta que era la primera vez que la tuteaba.
-Buenos días Charles – le respondió ella que no dejó pasar la posibilidad de acabar con la formalidad.
-¿El equipo de Isabella que está trabajando en la construcción tiene vehículos verdad? Ellos pueden sacarme de aquí.
-Sí tienen vehículos, pero lamentablemente el temporal también los aisló a ellos, de hecho estamos encerrados a medio camino. Ellos quedaron en la zona de construcción a varios kilómetros, el camino hacia aquí no se puede transitar y nosotros tampoco podemos salir.- explicó ella con paciencia.
-Pero...
-Están trabajando Charles, la gente de Isabella se está dedicando a despejar el camino, probablemente para mañana logren llegar, entonces podrás irte...-le dijo y entonces una mujer le dijo algo a la chica referido a la labor que estaba haciendo y ella se disculpó por entretenerse.
-Hiciste que me retaran- le dijo a él.
-¿Qué están haciendo?
-Panes de maíz para la cena navideña –le respondió la joven y él pensó en las abundantes cenas navideñas a las que estaba acostumbrado. Por lo visto la de allí sería muy diferente.
-No parece algo que se coma en Navidad...-comentó él y ella sonrió
-Lo importante no es lo que se come Charles, sino compartir y el sentimiento. Además es mucho más satisfactorio cuando uno lo hace con sus propias manos para la gente que ama...¿por qué no pruebas?-sugirió y luego le dijo algo a la mujer llamada Ixchel que le había presentado anteriormente.
La anciana se acercó a él y luego de indicarle que se sentara en el suelo, pudo un recipiente al lado de él y le depositó una buena cantidad de masa en las manos.
Él miró a la mujer y luego sus propias manos con desconcierto. Hope rió.
-Amásalo así –le dijo y antes de darse cuenta él se encontró amasando tal como ella le indicaba. Aquello también era nuevo, no solía trabajar con sus manos. Daba órdenes por teléfono y manejaba computadoras, con eso había construido un imperio, no tenía la más minima idea de cómo amasar pan de maíz.
Sin embargo siguió con dedicación las instrucciones de Hope y las que cada tanto daba Ixchel. Al mediodía pudo probar el pan que había hecho. Hope llegó hasta él y tras ordenarle abrir la boca le dio un trozo de pan tibio. Era delicioso, lo más rico que había probado en mucho tiempo.
Le pidió a la joven que se lo dijera a la anciana y está rió encantada, luego le dijo algo a Hope que ella se negó a traducir pero que la hizo sonrojar.
"Quédatelo"- le había dicho Ixchel y Hope había negado con la cabeza para luego sonrojarse. Sin embargo cuando miró a Charles Ebenezer , algo extrañó le agitó el pecho.
Había llegado allí para destruir todo lo que ella había defendido, pero ahora se lo veía distinto. Tal vez porque estaba despeinado, con la camisa suelta ,y comiendo pan de maíz con una satisfacción casi infantil.
Tal vez porque era atractivo o porque lo más atractivo era que ella sentía que podría ser una buena persona de tener la oportunidad.
No podía dejar de mirarlo y cuando él concentró sus ojos verdosos en ella, la sensación que la inquietaba se acrecentó. Afortunadamente, el médico llegó para interrumpirlos.
-¿Qué pasa? – preguntó ella
-Anoche se desprendieron varios techos, así que vamos a arreglarlos, porque por las nubes que se están juntando parece que hoy también tendremos mal tiempo.
-Bueno, vamos –dijo ella y lo siguió.
Inesperadamente Charles se limpió las manos en sus costosos pantalones, ya inservibles, y los siguió.
Un rato después mientras reparaban las casas, la mujer entendió por qué aquel hombre manejaba un negocio relacionado con la construcción. Organizó al grupo que había ido a ayudar y agilizó el tiempo, más rendimiento en menos tiempo, además de dar acertadas sugerencias para mejorar la calidad de la construcción.
Pensó que era una pena que él no usará esas habilidades para ayudar, sin embargo ahora estaba colaborando.
Se sintió un poco culpable, tal vez ella no tuviera que ver con el clima, pero sí estaba manipulando un poquito las cosas para que él permaneciera allí.
Sólo quería un poco más de tiempo, tenía la sensación de que si él pasaba tiempo allí , entendería y no podría expulsarlos. La gente del lugar ejercería su magia y aunque él no lo sabía , no podría borrarlos fácilmente de sus recuerdos.
-Gracias – dijo ella cuando terminaron y le acercó algo de beber.
-No te preocupes, es agua de botella, cortesía de Isabella.
-¿Cómo convenciste a Isabella para que te ayudara? – le preguntó él y anotó mentalmente tener una buena charla con la Sra. Isabella Bless –antes Charles- tan pronto regresara a la ciudad.
-Nos conocemos desde hace mucho tiempo...-dijo ella
-Sí, pero si no me informaron mal, ella te hizo echar de sus oficinas con la policía.
-Sí, hace unos años hubo un problema con una de sus construcciones en una reserva de animales. Yo fui a exponerle los hechos y Bella me dejó muy en claro su posición. Creo que ha sido así desde que éramos jóvenes, yo intentaba convencerla de "mis causas perdidas" y ella me daba una dosis de realidad. Nunca fuimos amigas..y creo que Isabella se hubiera deshecho de mi con mucho gusto.
-¿Qué hizo que esta vez fuera diferente?
-Rose...y Nicholas.
-¿Umm?
-Yo conocía al marido de Isabella , somos amigos de hecho y bueno hablé con él antes de venir aquí .No sabía que se hubiera casado con Isabella y cuando él me sugirió que hablara con su esposa acepté. Cuando descubrí que era Isabella casi caí de espaldas, pensé que iba a echarme de nuevo, pero me escuchó. Cuando le pregunté por qué, me dijo que por Rose. Cuando conocí a la pequeña lo comprendí.
Editado: 25.12.2020