La esposa de Saturno

Capítulo 6

Al caer la noche Normand salió a casa de Adrienne para pasar el rato. El agente Robert y la señorita Gautier tuvieron un encuentro bastante íntimo. Normand haría lo imposible por tener a la mujer de su lado, a él no le costaba tener sexo con Adrienne a cambio de información. 

Mientras en casa de la prostituta se llevaba a cabo una asquerosa manera de hacer intimidad, Dione y Marjolaine conversaban sobre la visita de Max. 

—¿Qué piensas hacer al respecto? —Preguntó Marjolaine 

—Ya pensaré en algo, por ahora voy a dejarla tranquila. En un descuido la enfrentaré. 

En ese instante el timbre sonó. Pier había pasado para visitar a Dione pues apenas se había enterado que la periodista ya no trabajaba en la cadena. El presentador le llevó muchos regalos a Dione, pero hubo algo que llamó la atención de la mujer: un sombrero. 

—¡Wow! Es extraño —dijo

—¿Qué tiene de extraño? Ese sombrero es fabuloso, si no te gusta yo me lo quedo —dijo Marjolaine. 

—Es que la muy estúpida no tiene sentido del gusto por la moda—Comentó Pier —¿Acaso no ves mi programa? 

—¡Claro que sí! Y sí tengo buen gusto, es solo que este sombrero ya lo había visto antes. 

—¡No inventes! Este diseño aún no sale al mercado ¿Cómo es eso de que ya lo habías visto? 

—¡Sí! —Dione afirmó —En un sueño. 

Marjolaine y Pier se miraron las caras al no entender cómo era posible lo que Dione acababa de decir. La periodista al verlos confundidos sonrió diciendo

—¡Coincidencia, tal vez! 

—Por cierto, chicas, les comento que el atuendo de Mel para el concierto del día nacional lo diseñé yo. A cambio, me dio boletos y en primera fila —comentó Pier en tono presumido mientras sacaba los boletos de su pequeño bolsito de mano —Aquí tienen mis niñas. ¡Nos vemos en el evento! 

—¡Wow! Primera fila para ver a Mel… Trés magnifique ¡Merci, Pier! —Marjolaine estaba muy emocionada ya que era fan de la artista. 

—Hablando de Mel, te manda a decir que espera verte en su concierto. No soportaría que su amiga solo la vea en la tele —habló Pier dirigiéndose a Dione. 

—Dile que no me lo perdería. 

Pier pasó una hora conversando con Dione y Marjolaine, más tarde, salió pues debía encontrarse con Mel para terminar algunos detalles de la ropa para el evento. Al salir del edificio, Pier se dio cuenta de que alguien estaba viéndolo desde del otro lado, el presentador le informó al guardia quien rápidamente se contactó con Normand para avisarle que el sujeto estaba ahí. 

Normand salió de casa de Adrienne con rumbo al edificio. El guardia le comentó que el sujeto de la capucha seguía ahí, Normand volteó para ver al hombre encapuchado que miraba hacia la ventana de Dione. Silvain estaba tan concentrado en vigilar a la periodista que no se percató que el agente Robert estaba parado en frente de él.  

—Si la admiras tanto ¿Por qué no le pides un autógrafo? —Preguntó Normand asustando a Silvain. 

—¿Quién es usted? 

—Agente especial Normand Robert, ahora le pregunto ¿Quién es usted? 

—De donde vengo me llaman Saturno. 

—Eres Silvain Durand ¿No es así? 

—¿Usted qué cree? Señor agente especial… 

Norman comenzaba a enojarse por la actitud de Silvain —Escucha amigo, no estoy aquí para perder el tiempo ¿Qué quieres exactamente? 

—Protegerla, es todo. 

—¿A Dione? ¿De quién o qué? 

—Del peligro. 

Normand comenzó a reír mientras arrestaba a Silvain de manera arbitraria —El único peligro aquí eres tú ¡Camina! 

Silvain no se opuso ante el arresto, sabía que no le iban a comprobar nada y lo soltarían en pocas horas. Aunque, no había celda que retuviera a un guardián de Saturno, esa noche Silvain durmió recluido en la jefatura, sabía que los agentes le harían preguntas y estaba listo para responderlas.

Al interior de la celda, Silvain pensaba en Dione y que pronto cerraría su ciclo. Debía hacer algo para salir rápido de aquel lugar, pero no quería a pesar de que tenía el poder de salir de ahí. 

Al día siguiente Normand y Zoé esperaban por Silvain en la sala de interrogatorio. 

—¿Qué es todo esto? ¿Acaso cometí algún crimen? —Silvain fingía que no entendía por qué lo habían llevado a aquel cuarto. 

—Silvain, hace tiempo Dione nos comentó que la llamas frecuentemente diciendo que eres un ente protector y no sé qué otra historia fantástica ¿Estas consiente de tu realidad? —cuestionó Normand mirando a Silvain fijamente a los ojos. 

—Escuche, agente Normand; la verdad es que soy un guardián de Saturno y mi misión en la tierra es proteger a Dione y entrenarla para su misión que iniciará pronto. 

Normand y Zoé comenzaron a reírse de Silvain y de vez en cuando sus miradas se encontraban cuando Durand les respondía con la verdad, a pesar de que sonaba muy fantasiosa. 

—Monsieur Durand, vamos a darle un toque de seriedad y realidad al asunto ¿Trabaja usted para Constantin Dubois? Y le agradezco que por favor sea honesto y coopere con nosotros —Zoé hablaba firmemente pues estaba cansada de las historias de Silvain. 




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