La noche de la celebración fue el inicio de algo nuevo para Kiara y Alexander. Después de que todos se marcharon, regresaron a su habitación. El silencio en el cuarto era diferente. Ya no era un silencio lleno de tensión, sino de amor. La voz de Alexander, aunque aún ronca, era un regalo que Kiara atesoraba. Se sentaron en el balcón, con las luces de la ciudad a sus pies, y se quedaron en silencio, disfrutando de la compañía del otro.
Alexander, con una sonrisa sincera, tomó la mano de Kiara. Él le mostró su teléfono. "¿Te casarías conmigo... de nuevo?", decía el mensaje. "Esta vez, por amor."
Las lágrimas corrían por las mejillas de Kiara. Ella asintió, su corazón lleno de una emoción que la dejaba sin palabras. No necesitaban un contrato. No necesitaban nada más que el uno al otro. Él la miró a los ojos, y su voz, aún con un tono ronco, dijo:
—Kiara... te... amo. No sabes cuánto.
—Yo también te amo, Alexander.
Él la abrazó, y la sostuvo con fuerza. El amor que sentían era tan grande, que no necesitaba palabras, solo un toque, una mirada, un simple abrazo. Se sintieron más cerca que nunca, dos almas que se habían encontrado en un mundo de caos, y que habían encontrado la paz en los brazos del otro.
Una semana pasó, y el amor de Kiara y Alexander floreció. El abuelo, ahora recuperado, estaba feliz. Su nieto había encontrado a su alma gemela, una mujer que lo amaba por lo que era, y que había roto el guion de la novela para escribir su propia historia. El futuro se sentía brillante y lleno de esperanza. Y el pasado, con todas sus heridas y dolor, había quedado atrás.
🥀¿La esposa del CEO mudo?🥀
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matrimonio por contrato, villanos como personajes principales, nueva etapa de vida
Editado: 23.09.2025