La esposa fea del multimillonario

Capítulo 5

Leonardo: el problema es que nunca la pudimos ver como si fuera nuestra hija y eso fue lo que paso. Nada más que ella no tuvo la culpa.

Isabel: yo más que nadie lo sé. Solamente que había algo en mí que hacía que la rechazara siempre, pero llego el momento de saber qué fue lo que paso cuando nació. 

Leonardo: para que te quites esa duda de tu mente lo hare. Pero como te dije antes estoy seguro de que Alexia es nuestra hija y te has puesto a pesar que pasaría si no lo fuera.

Isabel: me daría cuenta de que era verdad todo lo que pensaba con referente a ella. Espero que averigües lo antes posible lo que te estoy pidiendo.

Leonardo: así lo hare con tal de descubrir la verdad y si es nuestra niña tendrás que pedirle perdón por las dudas que siempre has tenido sobre su nacimiento.

Isabel: por supuesto que lo hare, ya que necesitare pedirle perdón. Eso solo pasara hasta saber la verdad y ahora necesito irme a descansar a mi recámara.

Ella se va y Leonardo se queda pensando en cómo hubiera sido su vida si tan si quiera le hubiera mostrado un poco de afecto a su única hija y no podía evitar sentirse culpable por eso

En la casa de la familia McGregor

Cristian: no puedo creer que tu esposa se haya ido. Solamente que tus abuelos no se deben de enterar de lo que está pasando, porque eso significaría problemas.

Dante: sé que el único que podrá solucionar esto soy yo. Además, ya la estoy buscando y presiento que muy pronto lo hare y cuando eso pase la tendré a mi lado.

Cristian: esto es tu culpa por no saber cuidarla. Solamente que esas son las consecuencias de esto y espero que mis padres no se enteren de lo que está pasando por otras personas.

Dante: ellos no tienen por qué enterarse. Porque mi esposa volverá a mi lado y me doy cuenta de que fue un error haber venido a verte.

Cristian: ahora que pasara si no la encuentras, pero si no lo haces dejaras de buscarla y después de eso te volverás a casar con la mujer que decida tu madre.

Dante: nunca me volverá a casar, ya que tengo a mi esposa. Eso debes de decírselo a mi madre y yo jamás aceptare a otra mujer en mi vida.

Cristian: se lo diré, aunque seguramente ella se sentirá feliz al saber que se fue. Además, te preocupas demasiado por tu esposa y no deberías de hacerlo, estoy seguro que has pensado en el divorcio.

Dante: eso quedo en el pasado. Nada más que ahora ya no lo habrá y me siento bien al saber que siempre estará a mi lado, aunque no entendía porque antes me molestaba su presencia.

Cristian: debes de respetar la decisión de ella al dejarte. Porque no puede estar a tu lado si ya no te quiere y para que la olvides necesitas concentrarte en tu trabajo, eso ayuda más de lo que te imaginas y cuando menos lo pienses ya no tendrás nada que te recuerde a ella y de esa manera Alexia ira desapareciendo de tu mente o no quiero pensar que te enamoraste de tu esposa.

Dante: no estoy enamorado. Solamente que no me gustas saber que no está a mi lado y eso no significa que lo este, ya que no sé lo que se siente estar enamorado.

Cristian: tu comportamiento es un claro ejemplo de que lo estas. Pero si es así espero que nunca la encuentras para que no te des cuenta de eso.

Dante: estoy consciente que el tiempo que estuve con ella mi comportamiento no fue el mejor. Deberías de evitar decir tus buenos deseos para mí.

Cristian: solo te estoy diciendo la verdad. Sabes perfectamente que merece encontrar su felicidad y a tu lado definitivamente nunca la iba a tener.

Dante: yo quería un consejo de mi padre y por eso vine a verte. Pero no debes de preocuparte por mi nunca, porque yo mismo la buscare.

Él se despide de su padre cuando se levanta de su asiento. Dante jamás había tenido el apoyo de su familia y no iba a dejar nuevamente que interfirieran en su matrimonio

En algún lugar fuera de la ciudad

Alexia: llego la hora de cenar y cuando hayas terminado nos vamos a ir a dormir. Nada más que lo único que alcance a comprar en la terminal de autobuses fue una leche y pan, pero mañana temprano nos iremos de compras.

Nana: eso es más que perfecto, mi niña. Además, debemos de cenar algo, porque no te puedes ir a dormir sin hacerlo como siempre lo hacías.

Alexia: te prometo que eso ya no pasara. Pero sabes que esperaba hacerlo con mi esposo y el siempre se la pasada adentro de su despacho cuando llegaba de la empresa, estoy segura que lo hacía para no verme y así que me tuve que acostumbrar a no verlo.

Nana: sufriste demasiado por su desamor y todavía puedo sentir tu tristeza al recordar todo lo que pasaste cuando eras su esposa. Pero dicen que el tiempo cura las heridas del corazón y sobre todo no verlo te hará olvidarlo.




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