Michael: eso jamás lo permitiré. Porque tu deber de esposa es estar siempre conmigo y no quiero escuchar otra palabra más sobre esto.
Amelia: lo que acabas de decir no tiene ningún sentido y te recuerdo que yo nunca he sido tu esposa, pero definitivamente estas demasiado mal.
Michael: yo sé perfectamente lo que estoy diciendo. Nada más que no te conviene que siga hablando o prefiere que toda la sociedad se entere.
Amelia: no tengo nada de qué avergonzarme. Además, no debemos de seguir hablando delante de todos y este no es el lugar adecuado para hacerlo.
Ella no tenía nada de qué avergonzarse y no entendía que era lo que le pasaba y mucho menos era su esposa como lo había asegurado
Michael: tienes razón, mi Amelia. Solamente que el día de mañana arreglare este asunto para que vuelvas a ser mi prometida y no quiero ver a nadie cerca de ti.
Amelia: ya me cansé de escucharte y hacerte entrar en razón. Pero si vas a mi casa, yo no pienso recibirte y lo que menos entiendo que es lo que intentas lograr con todo esto.
Michael: no te conviene verme enojado y tu más que nadie lo sabe. Porque conoces como es mi verdadera personalidad cuando algo no me gusta.
Amelia: será mejor que me vaya con mi familia y ahora por tu culpa la sociedad pensará mal de mí. Estoy segura que tu verdadera intención es que no me case nunca.
Michael: sabes perfectamente lo que estoy pensando y no me gusta que me lleves la contraria. Porque debes de aceptar que te casaras conmigo.
Ellos guardan silencio y él ve a su prometida irse con su familia, pero ese caballero que había estado a su lado se las pagaría muy caro por atreverse a mirar lo que le pertenecía. Nada más que Esmeralda estaba enojada, porque no podía entender que la prefiera a ella y al ver que estaba solo se acerca a Michael
Esmeralda: así que ahora la prefieres a ella. Solamente que no permitiré que te cases con Amelia, ya que tu esposa seré yo, aunque no te guste.
Michael: no quiero problemas con mi futura esposa y será mejor que te vayas. Porque ella puede pensar todo lo contrario si nos vuelva a ver juntos.
Esmeralda: desde cuando te importa lo que ella piense. Además, ya eres un caballero soltero y debes de estar a mi lado, porque ya te esperé mucho tiempo.
Michael: jamás te pedí tiempo y sobre todo estaba consciente de que me casaría con mi Amelia y la que debería dejarme en paz ahora eres tú.
Esmeralda: me amabas a mí, pero eso nunca lo podrás negar y me convertiré en tu esposa. Seguramente esto lo estás haciendo por tu palabra de caballero.
Michael: cómo te explico que no me interesas. Amelia en cambio es diferente y con ella compartiré el resto de mi vida como estaba destinado desde un principio.
Esmeralda: el amor lo sentiste a mi lado y eso es difícil de olvidar. Eso significa que lo único que sientes por ella es un simple capricho.
Michael: no te interesa lo que siento por mi prometida. Solamente que entre tu y yo no ha pasado nada para que te creas con el derecho de convertirte en mi esposa.
Esmeralda: solo que eso nadie lo sabe y si le digo algo Amelia me creara a mí. Ella te ama demasiado que no permitirá que cumplas con tu palabra.
Michael: mi prometida es la única mujer que me ama y no creo que tú lo hagas. Porque tarde o temprano encontraras otro caballero que despierte un interés en ti.
Esmeralda: estoy segura de que Amelia tiene un nuevo pretendiente al terminar de esta manera contigo y debe de ser divertido saber quién será y verte enojado me da demasiado gusto.
Michael: ella no tiene ningún pretendiente. Porque yo conozco cada uno de sus movimientos y siempre he tenido personas de mi servicio cuidándola.
Esmeralda: eso definitivamente no es verdad y no quiero que intentes engañarme. Además, nunca te intereso lo que pasara con ella.
Michael: estas completamente equivocada y si intentas separarme nuevamente de mi prometida no tendré otra opción que robármela para que entiendan que es mía.