Las palabras siempre han sido mí mejor refugió.
Cuando el mundo se vuelve demasiado ruidoso, cuando la realidad pesa más de lo que debería, me escondo entre letras, creando historias que nadie leera. Escribo sobre amores imposibles, sobre despedidas silenciosas, sobre sentimientos que nunca se pronuncian. Y, de alguna manera, eso me hace sentir menos sola.
Pero esta noche, por primera vez,así palabras me fallan.
Miro la pantalla en blanco, el cursor parpadeando como si esperara algo de mí. Y yo...no tengo nada que decir. No sé si es cansancio, si es bloqueó, o si simplemente hay algo dentro de mí que aún no entiendo.
Respiro hondo y cierro la laptop. Mañana lo intentaré de nuevo. Mañana encontraré las palabras.
Lo que no sé es que, en unas horas, mí historia ya no será solo mía.