la estatua

La voz de la tele anunciaba otra desaparición —nada nuevo— pensé. Apague la tele al terminar de desayunar, mientras iba a mí trabajo todo se sentía raro, más gente desaparecida, más asesinatos, más revueltas, todo está cada vez más caro —este país se va cada vez más a la mierda, ojalá poder irme a un país desarrollado— pensé.

Al llegar al trabajo mis compañeros, especialmente los más jóvenes, estaban hablando sobre páginas web para ganar plata fácil, esto último captó mi atención así que me acerque a ellos para escuchar mejor, Mencionaron muchas páginas pero me quedé con una “trabajos ocultos” aunque sonaba a algo ilegal, haría lo que sea para irme de este pozo de sufrimiento al que llaman país.

Llegué a mi casa cansado, más cansado que de costumbre, quería buscar esa página pero, solo quería irme a dormir lo más pronto posible, decidí hacerlo mañana, ya que mañana es domingo, ni siquiera me bañé, solo comí algo y me fui a dormir, tuve un sueño extraño, estaba en una roca bastante grande flotando en un vacío infinito, frente a mi había una estatua, cuando desperté al otro día lo primero que hice fue bañarme y mientras desayunaba decidí buscar la página, no lograba encontrar ninguna página con un nombre similar, la frustración de no encontrar la página llego a tal punto que termine golpeando con fuerza el teclado de mi laptop, mientras agarraba mi cara con una mano cubriendo mis ojos para calmarme, me percate de que se abrió una página extraña, totalmente negra con un texto que decía “quieres los secretos del cosmos?” y dos opciones “si/no“, puse que si en un intento desesperado de que me llevara a la página, en cambio, me llevó a una página con información de un ser cósmico con forma de estatua y como invocarlo, —que tontería— pensé, cuando quise salir de la página note que no podía ver ni abrir pestañas, intente de todo pero, no podía abrir nada, ninguna tecla funcionaba, solo el mouse, cerrar la página era imposible, intente apagar y prender la laptop pero, tampoco funcionó.

El lunes llevé la laptop a un técnico, en realidad a muchos técnicos, ninguno pudo hacer algo, además de costarme un ojo de la cara, ahora tengo deudas, mientras los días iban pasando, algo se repetía, yo viendo la laptop cada vez que me iba y cuando volvía del trabajo, no se porque pero ver la laptop me molestaba, hasta que llego el fatídico día en que me despidieron del trabajo, con deudas y sin trabajo en un país que se va cada vez más a la mierda, la depresión y el alcoholismo se volvieron algo de todos los días, la falta de trabajo duro meses, yo ya estaba viviendo en la calle porque no puede pagar el alquiler, ni tampoco padres que me ayuden, ellos habían muerto hace tiempo, vendí muchas cosas para conseguir algo de plata, pero lo único que no vendí era la laptop, no se por que…en realidad si se porque no la vendí, porque el solo verla hace que sienta algo además de vacío, me hacia sentir una ira, una rabia tan intensa que quería romperla, pero nunca lo hice.

Días después mientras me dolía el estómago por el hambre, una última esperanza llego a mí con forma de recuerdo, el ritual de invocación, el último brillo de esperanza que quedaba en mí me decía que lo intentará, ya no tenía nada que perder así que decidí intentarlo, abrí la laptop, por alguna extraña razón aún tenía batería y seguía ahí esa maldita página, leí todos los pasos de la invocación, me quede en silencio, la sonrisa tímida que tenía había desaparecido, tenía que matar a alguien para hacer que funcione el ritual, tenía que hacerlo hoy, no sabía si mí cuerpo moribundo podría matar a alguien otro día, tome un cuchillo que le robé a otro vagabundo y salí a buscar a alguien solo y desprevenido, desafortunadamente encontré a alguien, una chica de secundaria de espalda, me acerque rápido y le corte el cuello lo más rápido posible, no quería que sufriera de mas, el resto del ritual era sencillo ya que solo necesitaba un cuerpo y usando su sangre dibujar un círculo muy extraño con formas y letras que no pareciera pertenecer a ningún idioma, al terminar de hacer el círculo debía alejarme tres metros y pronunciar ciertas palabras, lo hice, una y otra vez, pronuncié las mismas palabras una y otra vez, nada paso, al darme cuenta de lo que había hecho.

me acerque al cuerpo sin vida de la chica, pero mientras lo hacía tropecé con algo, lo único que salió de mí boca fueron gruñidos y quejidos, fue entonces que la sangre alrededor de la chica empezó a brillar, me volví a alejar los tres metros, del círculo salió una luz tan brillante que tuve que cerrar los ojos, cuando los volví a abrir estaba en una gran roca flotando en un vacío infinito, detrás de mí había una estatua sin ningún rasgo, con un agujero del pecho hasta los abdominales, me acerque a la estatua, metí mí mano en el agujero, entonces metí mí brazo entero, mí brazo no salió del otro lado, intente sacar mí brazo, pero cuándo lo hice me di cuenta de que no tenía brazo, del miedo pegue un grito desgarrador mientras caía al piso, mire a la estatua de nuevo, del agujero estaba saliendo la cabeza de un tiburón, de pronto empezó a hablarme

—que es lo que buscas humano —su voz distorsionada, penetrando mis oídos

—t-t-tu cumples d-deseos no?— estaba intentado hablar a pesar del miedo—

—me parece que te equivocas, yo no cumplo deseos

—que…tu no?...

—no, aunque el que si los cumple a estado muerto hace bastante tiempo.

Caí de rodillas al piso, pensando en todo lo hice para llegar aquí, la culpa, el arrepentimiento, me carcomían por dentro

—quieres que hablemos?— me preguntó el tiburón—

Hablé con él durante mucho tiempo aunque para mí no parecía haber pasado tanto, me contó que dependiendo de quién lo vea será un tiburón o un cocodrilo, me contó muchas cosas, muchas que no puedo mencionar.

—es momento de que te vayas

—si…lo se

—que piensas hacer ahora?— me preguntó

—...

—no, no hagas eso

—…que?…no dije nada