CAPITULO 1. LA ESTRADA

AÑO DE 2020.

La Estrada es una escuela preparatoria, donde los padres alistaban sus hijos para cursar este grado académico, se podía decir que los padres que internaban a sus hijos en este lugar eran unos únicos temerarios, pues se corría el rumor que en ese lugar aparecían fantasmas y hasta brujas, aunado al cambio del comportamiento de los alumnos, que por el internamiento, por la presión escolar o por un hechizo fantasmal; hacía pensar a más de uno sobre la posibilidad de escoger a este plantel educativo. Cosa que tiene sentido, pues esa escuela preparatoria hace menos de 10 años era un hospital abandonado.

Se corre el rumor que, por las noches, aquellos adolescentes traviesos que osan en visitar esos pasillos oscuros, pueden ver una pequeña sombra moverse atrás de los baños, como si fuera un niño saltando de alegría.

Otro rumor decía que la intendente era una bruja y que, si te atrapaba a altas horas de la noche, te tomaría con sus garrar y no te dejaría ir, luego te sazonaría y te cocinaría como si fuera pollo frito y se lo daría de comer a su hijo quien la acompaña al trabajo.

Hay muchas historias increíbles en este lugar.

Pero el día hoy, se contará una muy especial.

≤ J ≥

Una chava muy atractiva y algo problemática llamada América siempre buscaba algo por que cuestionar, algo que hacer, algo de ruido quizá o simplemente atención, pero especialmente a alguien a quien molestar. Ese alguien eran Marina una alta, delgada y con cabello castaño, y una enana y pelo enredado llamada Bonitofi, las dos son conocidas por todos en la escuela como las alumnas más antiguas. Siempre repitiendo sexto semestre de preparatoria.

Marina era de naturaleza tranquila y muy reservada, Bonitofi por su parte, era lo contrario ella entraba y salía por toda la escuela, por su cuerpo enano, rechoncho y cabello enredado como borrego, fue que le apodaron la oveja negra. Los maestros y las tareas no era nada significativo para ella, siempre estaba sola y su única compañía era Marina y la bruja de la intendente.

América: algo está mal y tengo que saberlo.

América se acercó a ellas dos, lo comprobó; sí eran grandes de edad, como de 28 años, y viviendo ahí en la preparatoria. Siempre se sentaban ambas justas, por las sillas debajo de un árbol afuera del comedor, por ello recibían el apodo del Dúo del McDonald’s, una alta y delgada como el caballero de la triste Figura de Don Quijote de la Mancha, y un enano, regordete, pero en vez de burro se trataba de un borrego simulando a Sancho Panza.

América: Oigan ustedes.

Bonitofi: Ahora que América.

América: esta escuela está hecha para alumnas de menores de 18 años, máximo 19, pero ustedes no son así, son unas ancianas de 28 años.

Bonitofi: ¿Qué? Pero si tengo menos de 30.

América: y dos para llegar al muro.

Bonitofi: veras (se paró enfrente de ella, cerca de tocarle el cabello).

Marina: por favor cálmense.

América: porque simplemente no se salen de la escuela o intentas pasar materia.

Bonitofi: si quisiera estudiar puedo hacerlo y tener una calificación aprobatoria, pero es más fácil comprar una botella por un cardex perfecto.

América: ¿ahh? Entonces ¿Por qué no lo haces y te vas?

Bonitofi: puedo hacerlo, pero me quiero quedar en este lugar, es mi casa.

Marina: es nuestra casa.

América: no sean estudiantes y trabajen al igual que la intendente. (Revolvió los ojos horizontalmente) ya sé, les conseguiré una bacante, (saco su smartphone) que tal una fotografía, con ella su trabajo estará garantizado, lo compartiré por las redes sociales. Un meme que diga: “Ayudarme soy pobre, pero sigo en la escuela”.

Marina: te falto el XDxdxDXDXD.

América: acaso estamos en 1995.

Poso el celular frente a ellas y tomo una fotografía. La pantalla del celular mostro una imagen borrosa.

Tomo otra fotografía, cuidando que el error no hay sido la interposición de su dedo en la cámara.

El resultado fue el mismo, una imagen borrosa como un fotógrafo tratando de grabar patos en un lago con niebla y sin patos.

América: Diablos.

Bonitofi y Marina se miraron con sonrisa.

América: ya lo verán mañana les tomare una fotografía, solo esperen serán virales por internet, me agradecerán porque serán famosas “hasta yo quiero ser como ustedes”.

≤ J ≥

Y así paso otro día más en esa escuela, los alumnos salieron dejando ese dúo dinámico adentro. Bonitofi y Marina eran conocidas por generación y generación de alumnos que pasaba frente a ellas, maestros las vieron y las educaron, las estaciones circulaban alrededor de las dos, a veces era cálido y sudoroso como verano, frio y con café en invierto, seco como otoño y moqueante como primavera.