Bonitofi era llevada hacia dentro de ese hospital, un hombre grande y musculoso la llcargada mientras le retenía los brazos y le cerraba la boca con un paño. Su mochila y su maleta cayeron al suelo.
El lugar era oscuro y profundo. Bonitofi no sabía lo que sucedía, el miedo y la confusión la sofocaba, intentaba gritar, pero le era imposible, intentaba liberarse de las manos de ese loco, pero no funciono, no pudo darle golpes bajos.
Llego a lo que parecía una antigua central de enfermería, ahí en una silla de madera estaba sentado un hombre gordo, bigotón, calvo y usando camisa de tirantes.
El musculoso tiro a Bonitofi en el suelo, tomo una silla y se sentó al lado del gordo.
Bonitofi se levantó, pero el hombre obeso saco una pistola de su pantalón, apuntando hacia ella quien se paralizo ante la amenaza.
Gordo: sabes qué es esto verdad, bien, ahora retira ese paño que tienes en la boca y habla.
Asustada se quedó inmóvil, giro hacia el hombre musculoso y él le hizo un ademan para retirar paño.
Lentamente lo retiro de su boca, de la parálisis y del miedo podía hablar.
Gordo: bien, tranquila, seguro que estas confundida, pero es normal a todas les pasa mismo, hagamos esto rápido, mi nombre es Romeron, pero me dicen Gordo, el hombre musculoso que te atrapo y está al lado mío es Spian, pero se autoproclamo con el nombre de Cirujano. Dinos tu nombre
No dijo nada.
Gordo: mejor no lo pienses (recargo el arma haciendo un “CLICK, CLICK”)
Estaba tan pavorida que le costaba procesar la información.
Bonitofi: mi nombre es Bonitofi…
Gordo: ohhh ya veo, Bonitofi… debes de estar muy asustada eh, tranquila, cálmate.
Bajo el arma.
Gordo: pon atención, necesitamos de alguien que sea nuestra sirvienta.
Cirujano: y también nuestro asistente.
Gordo: te reclutamos a ti y a otras niñas para esa labor.
Bonitofi: ¿Qué me van a hacer?
Gordo: nada. Tu único trabajo será limpiar nuestro desastre y apoyarnos en nuestras labores, mientras hagas todas nuestras indicaciones no hay problema.
Bonitofi: ¿Qué clase de trabajo? (ayyy Dios no).
Gordo: ahh. Eso. Ya lo veras. Por ahora (toco una campana de la central de enfermería, al hacerlo apareció un hombre atrás de Bonitofi cargando su mochila-paracaidas y su maleta) descansa. Él es Tyron el jefe de los sirvientes, él te dará una habitación y te explicará cómo será tu trabajo. Mañana empezaremos.
Toco la campana nuevamente, Tyron tomo a Bonitofi de la mano para llevarla consigo.
≤ :( ≥
Los pasillos eras oscuros y viejos, aun se usaba azulejo en paredes, había múltiples puertas bloqueadas, aún existía equipo médico, camas, consultorios y expedientes abandonados, la atmosfera de terror era cada vez peor cuando más se internaban dentro de ese hospital. Había poca luz, solo algunas farolas antiguas del hospital lograban iluminarlo.
Tyron la llevaba de la mano, no decía nada solo caminaba. Se detuvo en un espacio y soltó a Bonitofi.
Tyron: escucha, este lugar…
Al momento de girarse Bonitofi emprendió la huida.
Tyron: ¡espera!
No lo pensó dos veces, Bonitofi corrió entre los pasillos separándose de él, entrando en la profunda oscuridad, con el aliento al máximo y velocidad forzada corría a todo pulmón.
No sabía a qué dirección ir, o si existía salida cercana, pero ansiaba sobre cualquier cosa salir rápido de esa situación, no miraba atrás, con todo su aliento pasaba rápidamente de pasillo en pasillo, abría una puerta, abría otra, nada solo eran consultorios médicos, un pasillo lo llevo hacia dentro una lavandería, otro pasillo lo llevo hacia una central de enfermería, su desesperación aumentaba.
Bonitofi: ¡debe de estar aquí, siempre hay una salida de emergencia!
Llego a otra puerta, era grande, debía ser la salida. Empujo el pomo, sentía un vacío del otro lado, esa debía de ser la salida. Empujo con fuerza, se abrió la puerta encontrando al fondo el pasillo tapeado con ladrillos.
Tyron: oye espera, escúchame por favor (apareció atrás de ella)
Bonitofi: aléjate…
Doblo por otro pasillo, siguió corriendo, llego hacia otra gran puerta la abrió y esta también estaba tapeada, Tyron la seguía desde atrás.
La desesperación de Bonitofi, aumentaba sentía que no encontraría la salida.
Llego a una ventana tapada con tablas y clavos.
Atrás de Bonitofi se encontraba Tyron.
Tyron: escúchame no te hare nada.
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Editado: 22.11.2025