La estrella de Color Naranja

Entrometida

Tratando de dejar a Trevor atrás, baje lo más rápido que me daban las piernas, aunque sabía que no era rápida para él; también sabía, que el no se adelantaba para no causarme más vergüenza.

Pero los gritos de la elegida se escuchaban por toda la planta baja, no miré al alfa de alfas por ninguna parte, pero que le gritara a los miembros de mi manada no estaba permitido... eso había leído, nadie puede dar órdenes en tierra de otro alfa, menos una luna, sin mencionar que una elegida tenía menos peso que una pluma en otro territorio.

-Quien les dijo que pueden hacer lo que se les pegue la gana conmigo, ¡he dicho que quiero lo que le dieron a la luna!, ¡es mucho pedir!, ¡que sean una especie diferente no les da derecho a sobrepasar la orden de su reina -

-¡Ahhh esa mujer!- quise decirlo en voz alta pero al bajar solo quería estrangular a ese intento de loba cuatrera... 

-Elegida, creo que no es tono, ni manera de hablarle a los miembros de la manada- haciéndolo lo más calmadamente posible-

-Solo quería del te que te llevaron, además vi las flores del  ...-

-Elegida, las flores de mi jardín no están disponibles para cualquiera -

-¡Yo no soy una cualquiera, soy la elegida del alfa de alfas y todos me deben respeto y pleitesia, todos deben estar a mis pies como manda la tradición-

-Elegida, se muy bien que le debemos respeto, pero el té de las flores de mi jardín, no las puede consumir una "Elegida", no por querer menospreciar su estatus como la pareja del alfa de alfas, sino por que el arbusto tiene vida propia, solo reconoce a aquellos cuyo apareamiento es por voluntad de la luna; entenderá que, si usted desea tomar el té nadie la puede detener, pero será un problema después si tratamos de explicarle a su alfa que usted murió por voluntad propia- explique, no se de donde salió esa explicación pero Odel estaba en mi mente en esos momentos. 

-señora mía, felicidades, acaba de terminar con la necedad de una luna barata-

-¡Odel!, no es la forma de dirigirse a la elegida del alfa-

-Esa es solo una cosa que sirve de calentador del alfa, espero la Diosa luna se apiade de ese alfa tonto y le de una verdadera luna pronto-

-¡Dayana!- la voz del alfa de alfas se hizo sentir en todos los rincones de la casa-

Trevor estaba en las puertas del ascensor desde saber cuando, pero seguro escuchó todo el alboroto.

-Alfa, solo quería probar el té de flores, pero me dicen que no soy digno de él... alfa, acaso no soy tu mayor virtud para que me digan eso -

-Dayana, cariño, tu te mereces todo lo que este mundo pueda brindarte, pero han dicho que no es posible, no puedes ser más comprensivo-

-¡Alfa!, solo quiero un poco del té- sus berrinches ya habían cambiado al alfa de decisión y seguro que nos ordenaria darle lo que ella pedía.

-Hermano, no es que no deseen darle lo que pide, lo que pasa es que es peligroso darle el té, tu sabes que este lugar...-

-no me importa, solo dale lo que pide, ¿acaso te has olvidado de quien soy en unos días?-

-no hermano, en absoluto, solo ... bueno pero nadie le servirá el té; Preparen una jarra con el té y sirvan la mesa si ella lo quiere tomar, que lo tome por su mano - ordenó Trevor y rápidamente se colocó en la mensa una tetera con el contenido.

-Odel, que tan mortal es el té para alguien del exterior-

-mi señora, las flores fueron cortadas para su malestar, pero mi sabia reconoce a los de la manada, creo que será una pena verla morir sin haber visto una cría suya -

-¡Odel!-

-no puedo hacer nada mi señora, usted trato de advertirle-

-Hermano, estoy seguro que amas a tu elegida, no le des eso, la ...- Solo una mirada lo hizo callar, todos miramos como el mismo alfa le sirvió lo que ella deseaba.

-Es muy dulce su aroma mi alfa-

-Verdad, prueba un poco y dime -

-sabe a bálsamo y un toque de flores, muy liviano con ...-Sus ojos cambiaron de color a un amarillo intenso, pasando por un negro extremo.

-Dayana, ¿Que sucede?-dijo el alfa, pero ella no se movía, era como si su cuerpo, se hubiese paralizado por completo, tanto que aunque quisiera gritar no lo hacía, como si quisiera retorcerse de dolor no podía hacerlo, lágrimas casi negras de su propia sangre empezaron a rodar en su cara. Luego de eso todo su cuerpo cayó al piso convulsiones extremas y gritos desgarradores,  nadie ni el alfa de alfas en persona pudo evitar lo que sucedió.

La loba dentro de Dayana salió de su cuerpo, retorciéndose en extremo, viéndose en libertad de la que era su portadora se inclinó ante mí.

-Liberarme de tan absurda portadora, ha sido una bendición, gracias por ello, ahora señorita me reuniré con mi madre en el firmamento - la loba se alejó hasta el arbusto que extendió sus espinas para así tomar la la vida de la loba.

-¡Que hicieron!, ¿que le hicieron?-

-Le expliqué que no debia tomarlo, le dije que nadie que no fuera el mate de otro lobo podia tomar el té, usted escuchó mi explicación, el arbusto solo es una extensión de la madre luna... -




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