Ambos eran niños, deseaban crecer y madurar rápidamente para poder disfrutar de la etapa de un dulce amor.
Encontrar a su pareja y experimentar todos los escalones de crecimiento en una relación.
Aunque existía dos caminos que ninguno de los dos creyó que seguiría, el amor unilateral, su primer amor era no correspondido.
Tristemente el chico de quién estaba enamorado tenía pareja, lo peor de todo, Jeongin es el mejor amigo de Hyunjin desde los cinco años.
Se conocían perfectamente, lastima que los ojos de Hyunjin miraban a todos lados menos a los ojos de Jeongin.
Durante dos años tenía este sentimiento atorado en su corazón, a pesar de salir con unas cuantas personas no puede sacarse de la cabeza a Hyunjin.
Esto era muy frustrante para Jeongin, sabía que sus sentimientos no serían correspondidos, a pesar de tomar valentía y ser perseverante Hyunjin no lo vería con otros ojos.
Porque el camino del amor fue divido en dos, desgraciadamente Jeongin camino por el lado del amor no correspondido y Hyunjin... tuvo la fortuna de encontrar al amor de su vida.
Lee Felix.
El chico perfecto, tan lindo que parecía un modelo y tan dulce que te salian caries.
Son, según todos sus compañeros, la pareja perfecta.
Y quién no lo diría, Hyunjin es tan atento y delicado con el trato que le da a Felix que muchas chicas suspiran soñadoras por encontrar a un chico así.
Todos, excepto uno, Jeongin lo que menos quería era un chico similar a Hyunjin, quería simplemente olvidar cualquier rastro de amor hacia él.
Si debía alejarse de Hyunjin lo haría, su corazón estaba en juego, luchó tanto por mantenerlo fuerte y con cada pieza en su lugar que ahora debía ponerse en primer lugar.
La tarde era cálida con una ligera brisa, el sol radiante en lo alto, todos los alumnos reunidos en el comedor, la hora del almuerzo, un momento para relajarse.
Aunque Jeongin no conseguía un minuto de paz con esa pareja perfecta comiendo en la misma mesa.
Ser la tercera rueda, eso no era bueno.
Con una bandeja en mano se dirigió a la mesa donde se supone que debían estar Hyunjin y Felix, pero al estar a unos metros cerca vió que la mesa estaba vacía, tal vez y su suerte comience a cambiar.
Llegó hasta la mesa, colocando su bandeja con un poco de rudeza, frotando el puente de la nariz demostró su frustración, cuando existe una nota es una excusa que debe inventar.
"Innie, necesito que mientas sobre mi asistencia en la clase de química, Felix tiene examen de deportes y necesita mi apoyo"
¿Por qué debemos ser débiles ante la persona que nos gusta? es una maldición.
Jeongin asintió en silencio, por lo menos podría almorzar sin escuchar chasquidos de besos a su lado.
Sacó de su bolsillo los audífonos inalámbricos para conectarlo a su celular, no le gustaba el ruido de muchas voces juntas.
Reprodujo en su celular las canciones de su playlist "Amar duele"
Es un masoquista.
La canción comenzó, transportando a Jeongin a un mundo donde solo existía él, dónde podía eliminar los sentimientos hacia Hyunjin como si fuera una simple gripe.
Con una pastillita se olvidaría todos los síntomas de un amor unilateral, ¡Qué buena idea!
Tomó la cuchara para comenzar a comer su almuerzo, también para dejar de pensar idioteces. Sería más fácil arrancarse el corazón a esperar aquella pastilla.
A demás este amor debía superarse antes de graduarse, no quería que su romance adolescente sea arruinado, más de lo que ya está.
Sintió que muchas personas se movían, levantó la mirada, escuchando como se encontraba a la mitad de su playlist, así de mal estaba.
Cogió la bandeja para dejarla en el lugar correspondiente, debía correr.
Salió del comedor lo más rápido que pudo, la profesora de química era muy estricta pero bastante despistada.
Llegó a su salón jadeando por la corrida, por su suerte la profesora había salido.
Fue hasta su lugar, todo sin dejar de escuchar su playlist, Enchanted de Taylor Swift se escuchaba. Las lágrimas inundaron sus ojos, le era difícil alejarse de Hyunjin porque toda su vida estuvo con él.
Porque no solo pudo enamorarse de otra persona, o tal vez jamás poner sus ojos en un chico tan diferente a él como lo era Hyunjin, o simplemente nunca debió enamorarse de su mejor amigo.
Sabía todo de Hyunjin, era su consejero, su mano derecha, su cómplice. Aunque para el contrario solo se trataba de un amigo.
Un mejor amigo.
De esa etiqueta jamás podría bajar, ni subir, nunca.
Editado: 15.04.2024