Cuando llegó a la cancha lo primero que hizo fue buscar un lugar, aunque todos los espacios estaban ocupados. Le tocaría mirar el partido desde la puerta de salida, solo desde ahí se podía ver toda la cancha.
En cuanto llegó el partido recién empezó, por suerte Chris no vió que llegó un poco tarde.
Aunque Chris lo vio llegar tarde y sabía la razón, hace unas horas lo vió con Hyunjin. A pesar de la inseguridad que tenía porque Jeongin no llegara y se fuera con Hyunjin tenía una pequeña esperanza.
Le sacó una sonrisa saber que Jeongin vino a apoyarlo, luego de casi cuatro meses saliendo y haciendo que Jeongin dejará de amar a Hyunjin, le daba aunque una pequeña seguridad de qué Jeongin sentía algo por él.
En una distracción el balón estuvo a punto de pegarle en la cara, pero pudo esquivarlo a tiempo. Continuó jugando como si nada, no debía tener distracciones porque tenía planeado una bonita declaración. Podía hacerlo como lo había planeado solo si ganaba.
Luego de casi una hora de juego, Jeongin comenzaba a cansarse, así que decidió buscar un lugar donde sentarse, ahí encontró un lugar cerca de la reja que separaba la cancha de los espectadores.
Ahí estaba hasta que vió como Chris estaba a punto de sufrir una falta, con todas sus fuerzas comenzó a gritar.
―¡Chris! ¡Cuidado!
Chris logró escucharlo, haciendo caso al grito esquivó al contrincante, haciendo que el otro pierda el control y cayera al césped sintético, causando una lesión.
Pronto los enfermeros fueron a su rescate, pero el árbitro creyó que fue una falta por parte de Chris, haciendo que reciba una tarjeta roja, mandándole a la banca.
Jeongin estaba triste por eso, todos vieron lo que pasó en realidad pero el árbitro no los escuchó.
Chris se fue a la banca, pero al ver que Jeongin estaba cerca decidió salir de la cancha, corriendo hasta llegar donde Jeongin.
―¿Puedes acompañarme? ―pidió de manera dulce, estirando su mano para que Jeongin la tomará.
―Claro ―respondió de manera tímida, su corazón estaba muy nervioso.
Tomando la mano de Chris se levantó de su lugar, comenzando a seguir los pasos de Chris.
Llegaron hasta los baños de la cancha, ahí Chris soltó la mano de Jeongin comenzando a arrodillarse, tomando tímidamente la mano de Jeongin.
El corazón de Jeongin no podía latir más que ahora, sentía que podía salirse de su pecho, cuando Chris tomó su mano y lo vio arrodillarse sus mejillas se calentaron, causando un sonrojo tierno.
―Innie, en un principio... Cuando empezamos a salir te dije que haría que olvides lo que sientes por Hyunjin... ―se quedó pensando por un momento, causando un suspenso ―Pero en estos meses siento como tú corazón se está abriendo a un nuevo amor y...
―Chris, estoy consciente de como empezamos, también en la ayuda que me diste ―poco a poco acarició con su pulgar los dedos de Chris, dando una ligera esperanza al contrario ―Y estoy seguro que mi corazón ya está llenándose de tí...
El corazón de Chris dió un brinco, la felicidad se instaló en su pecho y una sonrisa se dibujó en sus labios.
―¿Eso quiere decir...?
―Qué... Me gustas, me gustas mucho Chris
Se levantó del suelo y delicadamente tocó la mejilla de Jeongin con su mano, acercándose poco a poco, esperando que Jeongin continuará o que le detenga.
Jeongin sin esperar más, se abalanzó hacia los labios de Chris, dándose su primer beso, el primero de muchos.
Cuando sus labios se tocaron, sintieron muchos fuegos artificiales explotar a su alrededor, envolviendo la atmósfera de muchas mariposas y corazones.
Sus mentes dejaron de pensar en todo, incluso en el lugar donde estaban y si alguien podría verlos. Nada les importaba en este momento, solo querían disfrutar la sensación de calidez y de correspondencia.
Ambos parecían estar destinados a estar juntos, Yang Jeongin pudo sentir el sentimiento de ser correspondido, de recibir el amor que entregaba.
Si solo hubiera conocido a Chris antes de enamorarse de Hyunjin, para este momento ya estarían casados.
Una sonrisa de Jeongin los hizo separarse.
―¿Qué es divertido? ―preguntó de manera burlona.
―Solo pensaba en lo feliz que soy ahora, gracias a tí, me tienes muy mal Chris... Y me gusta ―una risita tierna se escuchó, causando una alegría en Chris, su amor, al fin era correspondido.
Editado: 15.04.2024