La eternidad del abismo

Habla, reflejo

—¿Quién eres?

—La que quedó después del incendio.

—No te reconozco.

—Tampoco tú me reconociste cuando te dejaste morir por él.

—Te ves distinta… más fría.

—Aprendí que el calor quema más que el hielo.

—¿Y las lágrimas?

—Ya no me pertenecen. Las gasté todas.

—¿A dónde vas?

—A donde no me sigan las sombras.

—¿Y si vuelve?

—Le mostraré el abismo que dejó,
para que se caiga solo.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.