No busques fuera lo que arde dentro.
No esperes que otros llenen tus vacíos,
porque el amor más fuerte
es el que nace en tu propio pecho.
Ámate en tus ruinas,
en tus noches sin consuelo,
en tus silencios más profundos.
Porque solo cuando te amas
puedes amar sin miedo,
sin perderte,
sin dejar que te apaguen.
Sé la llama que nunca se apaga.
Sé tu propio refugio.
Sé, sobre todo,
amor que se queda.