La eternidad en un mar de estrellas.

Cap. 9: REVENISH.

El supervisor nos contó que desde que él tenía memoria, su mamá siempre conversaba alegremente con su mejor amiga sobre cómo sus pequeños crecerían y se convertirían en marido y mujer.

—Definitivamente Guilmer y Miriam están destinados a estar juntos —decían mientras reían.

Las familias del supervisor y Miriam vivían en una zona totalmente rural de Kleidi, en donde las casas estaban distanciadas por kilómetros, eran muy pobres para ir a la escuela e ir a ella significaba recorrer a pie un camino durante 4 horas, por ello, los padres de ambos niños preferían mantenerlos en casa para que ayudaran a cultivar verduras o cuidar de los animales.

El supervisor no tenía otro amigo más que Miriam, y Miriam no tenía otro amigo más que el supervisor, además, llevándose solo un año de diferencia, siendo el supervisor el mayor, los pequeños crecieron con un enorme apego y cariño por el otro, lo hacían todo juntos y se cuidaban mutuamente, tenían una relación muy linda, y cuando fueron creciendo, aún con la idea de que terminarían casándose, comenzaron a expresarse cuánto se querían mientras planeaban un futuro juntos.

Desde que el supervisor tenía 10 años, su padre había hecho que lo acompañara al centro del pueblo en donde, con ayuda de varias personas, habían montado un pequeño mercado, y desde entonces, su padre lo había hecho ahorrar el dinero que ganaba en el mercado para cuando se casara con Miriam. Así, cuando el supervisor cumplió 18 años, sus padres y los de Miriam organizaron una enorme fiesta tras casarlos por la iglesia, aún tenían que esperar un año para casarse por el civil, ya que Miriam aún era menor de edad, pero con el dinero que había juntado el supervisor, pudieron construir una casita en la colina en la que siempre solían jugar a bajar rodando como troncos cuando niños, y dieron inicio a su vida de casados.

Al siguiente año, no solo celebraron su boda por el civil, sino también el nacimiento de su primer hijo, Alan. Habiendo convertido a su padre en abuelo, el supervisor se convirtió en el supervisor de los camiones de carga, posición que le dejó su padre, y con ese nuevo cargo, pudo garantizar una buena vida para su nueva familia. Por otro lado, durante el siguiente año, Tahiel se unió a la mujer que quería matarme. Y dos años después… aquella organización adoptó el nombre de REVENISH y pasó de tener como líder a la mujer que me quería matar, a Tahiel.

(Universo 2, E10, 53 años desde el nacimiento de los hijos de Junuem)

REVENISH se había convertido no solo en un grupo de personas que cazaban a familias adineradas, muchos delincuentes seguidores de Tahiel, usaban el nombre de REVENISH para causar estragos en los pueblos grandes, medianos y chicos, robando y secuestrando a personas. Esto último era lo que más miedo causaba, pues según los rumores, cuando REVENISH secuestraba a una persona pidiendo una cantidad exagerada de dinero, daban un plazo corto para intercambiar el dinero por la persona, por lo que casi siempre mataban al secuestrado, por otra parte, si los familiares de la persona secuestrada lograban juntar el dinero, cuando devolvían al secuestrado, lo devolvían lleno de marcas de tortura, muchos de los antiguos secuestrados se volvían locos y por lo general terminaban por acabar con sus vidas ellos mismos.

Para la muy mala suerte del supervisor y Miriam, ésta última fue secuestrada por ellos mientras ella se dirigía al mercado a ver al supervisor y comprar algunos ingredientes para la cena de esa noche. Cuando la madre de Miriam, quien estaba cuidando de Alan mientras su hija salía a hacer las compras, le dio la noticia al supervisor, él sintió cómo el mundo se le caía encima. Esperó la visita de los secuestradores pidiendo recompensa, el supervisor estaba a tal nivel de desesperación, que incluso si tenía que robar o matar, haría lo que fuera necesario para juntar el dinero y tener de regreso a su esposa, y sin importar cuanto la torturaran, él se encargaría de llenarla de amor para evitar que Miriam tomara su vida.

Sin embargo, pasaron los días y nunca fueron a pedir recompensa por Miriam, el supervisor no quería creerlo, pero temía que la vida de su amada esposa ya hubiera sido tomada, pero entonces, unas dos semanas después, mientras el supervisor se encontraba deshojando maíces, vio acercarse a tres hombre junto con su esposa. Gran parte de él quería correr, matar a esos tres hombres y recuperar a su esposa, pero miró los ojos temblorosos de Miriam y supo que tenía que pensar con la cabeza fría.

El supervisor entró dentro de la casa y le pidió a su suegra que se llevara a Alan y lo escondiera lo más lejos que pudiera, tuvieron que salir por la ventana para no ser vistos, y luego el supervisor se quedó parado frente a la puerta, listo para hacerle frente a los hombres.

—¡Buen día, señor Montecaso~! —lo saludó Tahiel luego de tirar la puerta de una patada—. Oh… parece que nos estaba esperando. Voy a ir al grano, tengo conocimientos sobre el poder que tienes, también del de Miri. Y si papá y mamá tienen poderes, estoy bastante seguro que el pequeño Alan debe tener uno también. Dejaré vivir a los tres si se unen a mí, ¿trato?

El supervisor lo miró con rabia y apretó tanto los puños que los dedos se le pusieron blancos—. ¿Crees que estoy dispuesto a trabajar con unas basuras como ustedes?

Tahiel suspiró—… Que aceptes o no, no me quitará el sueño, te estoy dando la oportunidad de vivir porque tu poder me parece interesante y útil, de hecho, ¿sabías que tengo el poder de manipular a las personas? Si yo pudiera, usaría mi poder para obligarte a venir conmigo, pienso que eso nos haría las cosas más fáciles a todos, pero hice un trato con Miriam y no puedo hacerlo, ya que soy un hombre de palabra. Así que escoge: sigue mis órdenes o muere.



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En el texto hay: muertes, viajes en el tiempo, super poderes

Editado: 29.10.2023

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