Al siguiente día, durante el desayuno, Yanis sintió las miradas de todos esperando a que él se acercara a Camila, eso realmente lo estresó, quería gritar y mandar a todos al carajo, pero entre esas miradas estaba la de Yannel, por lo que mejor mantuvo la calma e hizo lo que todos querían. Cuando Yanis terminó su desayuno, levantó su plato y luego caminó hacia la habitación de Yannel y Camila, como era de esperarse, Camila se encontraba sentada en su cama con la espalda recargada en la pared, mirando hacia la ventana, completamente inmóvil, lucía igual a un muñeco, uno sucio y descuidado.
Él se sentó en la cama de Yannel para quedar frente a frente con Camila y suspiró con cansancio—… Hey… ¿cuánto tiempo piensas permanecer de ese modo? ¿Sabes cuán molesta eres?
Camila no respondió.
—¿Me estás ignorando, pequeña imbécil? ¡Di algo!
Pero ella siguió sin responder.
Yanis apretó los puños, tratando de mantener un poco la calma—… Guilmer dijo que te halló en Bromia, en un pueblo peligroso en el que muchos sobreviven robando o prostituyéndose, ahí ver cadáveres en las calles en plena luz del día es algo normal. ¿Te cargas esa cara de trauma por algo que viste ahí? ¿Es eso? ¿Qué viste…? ¿Acaso mataron a tus padres?
Camila arrugó ligeramente las cejas y agachó la cabeza.
—Oh, entonces fue eso. Mis padres también murieron, no te sientas especial.
—Me importan un carajo —susurró.
Yanis frunció el ceño—… ¿Qué acabas de decir?
—Mi padre era un alcohólico y mi madre siempre trataba de matarme… ellos no me importan, todo está bien siempre que esté con Frank —, encogió sus piernas hasta abrazar sus rodillas—, pero Frank ya no está conmigo.
Yanis suspiró—. ¿Qué pasó con Frank?
—Frank… era el único que era bueno conmigo, y él tenía un poder, como ustedes, él podía hacer que su sombra se moviera y tomara forma de perro, era muy divertido y me hacían reír… pero un hombre vio las sombras de Frank, se lo llevó con él y yo no pude detenerlo, ese bastardo me golpeó hasta que no pude correr más detrás de ellos.
—Guilmer también perdió a alguien que le importaba, Yannel y yo le brindaremos nuestra ayuda para recuperar a esa persona, no creo que haya problema si en el camino recuperamos a Frank.
Camila asomó su cara de entre sus rodillas y lo miró a los ojos—. ¿En serio?
—Sí —, frunció el ceño cuando sintió que casi se le escapaba una sonrisa—… pero cambia esa actitud pesimista, arruinas el ambiente de esta casa.
Increíble, pero sí, más que las palabras amables del supervisor o Alan, en las cuales Camila no confió, fueron las provocaciones de Yanis las que lograron que ella comenzara a abrirse, y que luego de un tiempo, terminara por convertirse en la Camila que yo conocí, así que, aunque Yanis no es mi persona favorita, tengo que agradecerle por lo que hizo por Camila.
(Universo 2, E10, 65 años desde el nacimiento de los hijos de Junuem)
—El otro día te vi riendo con Camila, no sabía que te llevabas así de bien con ella, me alegra —soltó Yannel un día mientras se encontraba a solas con Yanis en su habitación, ambos tumbados en una cama cada uno.
Yanis giró la cabeza para verla y arqueó una ceja—. ¿Qué…? Yo no me llevo bien con esa cosa.
Ella se estiró para abrir un cajón de la mesa al lado de su cama y de ahí sacó un esmalte de color rojo con el que empezó a pintarse las uñas—. Dices eso, pero yo nunca te había visto reír de esa forma —afirmó con indiferencia.
—Solo me estaba burlando de ella, siempre lo hago, ¿qué tiene de especial?
—La forma en la reías era —, suspiró frunciendo el ceño—… como sea. ¿Ya lograste hacer lo que te pedí?
—Sí.
—Entonces, quiero que marques a Sasha.
—… ¿Por qué a Sasha?
—Porque puede ser una molestia para mí. —Sopló sus uñas para secarlas y luego hizo una media sonrisa—. Tú solo has que lo que digo.
Yannel le había pedido a Yanis tiempo atrás que comenzara a practicar para poner semillas sin que se vieran. Al principio intentó hacer que las semillas y las frutas fueran del mismo color que la piel para que no se notaran, pero no podía cambiar el color de los hilos verdes que unían las frutas con la semilla. Muchos animales en el bosque fueron utilizados por Yanis hasta que se le ocurrió algo más qué intentar. En sí, Yanis podía poner la semilla en cualquier parte del cuerpo, pero nunca había intentado poner una bajo la piel o en algún lugar interno del cuerpo. Una vez logró esto, por órdenes de Yannel, puso una semilla en Sasha, la cual se encargó de entorpecer su poder antes de la batalla contra Tahiel.
(Universo 2, E10, 66 años desde el nacimiento de los hijos de Junuem)
—Ven conmigo, vayamos al lado del señor Tahiel —le dijo Yannel luego de traicionar al supervisor a mitad de la batalla.
Yanis aceptó asintiendo con la cabeza, pero él estaba muy confundido ya que Yannel nunca le había contado sobre sus intenciones de unirse a REVENISH, y mientras caminaban hacia la mansión azul, los ojos de Yanis se fueron en dirección al lugar donde estaba Camila, para él, no importaba qué pasara, Yannel siempre sería la más importante y nunca sintió especial afecto por las personas con las que vivió en la casa del supervisor, ni siquiera por Camila, o eso se dijo así mismo, pero en el fondo, estaba un poco preocupado por cómo iba a reaccionar ella cuando se enterara de su traición, la posibilidad de decepcionarla no le era indiferente. Una vez entraron a la mansión, se toparon con un hombre castaño con un peculiar color de ojos, eran de un rojo purpúreo, parecido al vino.