La eternidad en un mar de estrellas.

Cap. 31: ¿Qué pasó con el odio?

(Universo 2, E10, 68 años desde el nacimiento de los hijos de Junuem)

Luego de leer todo esto, ¿no te da la impresión de que igual y Tahiel no es tan malo como quizás pudo parecerte al principio? Tampoco es como que sea una buena persona, pero me resultó curioso que desde su perspectiva, nosotros también podemos vernos un poco como los malos, eso no cambia en absoluto todo lo que él hizo y de hecho yo lo sigo despreciando, pero creo que me habría gustado conocer esta parte de Tahiel antes de morir y no sé, quizás algo habría cambiado.

En fin, te seguiré escribiendo un poco más sobre ellos. Dos años después de nuestra batalla contra REVENISH, ellos obtuvieron un nuevo miembro, un hombre de 28 años, de ojos marrones y cabello negro azabache, su nombre era Robin Hatadi, se unió luego de haberse «enamorado» de Yannel durante una misión en la que ella tuvo que ir a la ciudad Thanato, luego se presentó ante Tahiel y le hizo ver lo útil que podría ser su poder de teletransportación, una vez entró a la mansión azul, le declaró sus sentimientos a Yannel, pero ésta lo rechazó tan brutalmente como acostumbraba hacer con Yanis.

—Tahiel dijo una vez que no quería relaciones amorosas aquí más que la suya con Miriam, pero sabes que él estaba bromeando, ¿verdad?—le preguntó Arley a Yannel mientras ambas yacían tendidas en la cama de la habitación de Yannel—, ¿o es que en serio no planeas darle una oportunidad al amor?

Yannel negó con la cabeza—. Tú amabas a Ilhan, ¿cierto? ¿Te sientes capaz de olvidarlo?

Ella miró hacia el techo—… No, aunque él esté muerto, siempre será la persona más importante para mí.

—Es lo mismo conmigo, la persona que amo está muerta, pero a pesar del tiempo, no he podido dejar de amarlo.

Arley suspiró—. Yo no digo que te olvides de él, yo tampoco pienso olvidarme de Ilhan, pero… hay un chico… que creo que si es él, puedo ser capaz de volverme a enamorar.

Yannel sonrió—. ¿Cómo es él?

Ella también sonrió—. Es más joven que yo, 4 años, y es muy lindo.

—Vamos, dame más detalles —dijo luego de hacer un mohín.

—Está bien —aceptó entre risas—, pero necesito ponerte en contexto. Mi padre estafó a su jefe, así que él, mi madre y yo huimos a otra ciudad, las cosas ya estaban bastante mal para nosotros, pero empeoraron luego de que mi padre se fuera con el poco dinero que nos quedaba, no dejó con un montón de deudas y cobradores persiguiéndonos. Fue durante esa época en que mi poder apareció. Mi madre tuvo que buscar trabajo, era guapa, así que le daban un buen sueldo a cambio de «favores»… mientras tanto yo conseguí empleo como sirvienta en una casa adinerada, con los Hagelyn, tenía como 13 años en ese entonces. Luego mamá comenzó a actuar extraño en casa, nunca me dijo nada, pero supongo que su jefe debió haberle hecho algo realmente traumático durante el sexo, porque de inmediato dejó el trabajo y buscó otro.

Yannel la miró con pena—. ¿En serio?

Asintió—. Yo sabía lo que hacía mi madre, sabían cuán desesperada estaba por deshacerse de una buena vez de los cobradores, así que yo… también comencé a abrirles mis piernas a varios hombres; la primera vez que lo hice tenía 14 años, estaba muy asustada y me la pasé llorando, así que no me pagaron muy bien. El chico del que te hablé, lo conocí un año más tarde, era un mocoso de 11 años que solía ir a la mansión de los Hagelyn a jugar con la señorita de la casa. Era lindo, siempre que conseguía hacer que la señorita Romina durmiera, él iba todo alegre a buscarme. A él le conté todo sobre mí, la clase de vida que tenía, los hombres con los que me enredaba, pero él aceptó todo de mí y siguió amándome. Sabes, ese niño incluso hizo una total locura por mí. Resultó que en realidad él era el prometido de la señorita, yo ya me olía que él era un niño rico, pero nunca creí que fuera de la familia Miraini.

«Ah, está hablando de Sasha», pensó Yannel.

—El día en que se descubrió quien era él en realidad, fue a por mí para decirme que me amaba, y tras besarme desapareció, dejó su compromiso con la señorita, dejó el apellido Miraini y ahora debe vivir como una rata de alcantarilla, escondido en quién sabe dónde. Pasaron los años pero él continuó buscándome cada que podía, siempre que se siente mal va se refugia entre mis piernas, es lindo, no me molestaría quedarme con él… pero estoy segura que él se está enamorando de la señorita Romina, es una lástima, porque la señorita contrajo matrimonio hace unos años. Recuerdo que el día en que ella se casó, él me hizo el amor desesperadamente, las luces estaban apagadas, por lo que no pude verle la cara, pero estoy segura que él estaba llorando esa noche.

—Vaya, nunca me lo hubiera imaginado. —Rio ligeramente, «¿Quién diría que Sasha era así de patético?».

—En tu caso, pienso que de quien puedes enamorarte es de Yanis. Aunque pienso que ya lo estás.

Yannel frunció el ceño—. ¿Qué?

Arley soltó una pequeña risa y tras levantarse de la cama, salió de la habitación.

Por aquel tiempo, Yannel había estado teniendo sueños del pasado, soñaba con aquellos días en los que solo eran ella y Yanis, cuando recién salieron de la mansión de los Lizardi, en ese entonces, Yanis solía tener una cara inexpresiva todo el tiempo, parecía que no escuchaba ni veía nada, Yannel cuidaba de él y lo alimentaba porque sabía que si él moría ella también lo haría, pero una parte de ella, estiraba su mano hacia él porque no podía abandonarlo. Luego de tantos años, Yannel se preguntó por primera vez si lo que hizo Yanis esa noche, había sido por mera locura u odio hacia su familia, o en realidad había tenido una muy buena razón para ello, después de todo, él parecía querer llorar siempre que ella pronunciaba el nombre de su hermano Timoteo.



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En el texto hay: muertes, viajes en el tiempo, super poderes

Editado: 29.10.2023

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