La eternidad en un mar de estrellas.

Cap. 47: Qué podía cambiar.

¿Pero qué era lo que pensaba Massiel #4 realmente de todo eso? Le dijiste que lo amabas y luego resultó que solo estabas confundida, así que estaba un poco enfadado por darle tantas vueltas al asunto, también se sintió aliviado, pero… cuando tú le dijiste que no lo amabas, sintió algo brusco en su pecho, aunque decidió ignorarlo. En realidad, él no quería ser arrastrado por algo que hasta ahora le era tan banal como el amor, quería usar todo su tiempo en fortalecerse y poder ayudar al supervisor en la futura batalla contra REVENISH, eso era lo único que le importaba.

Pero de pronto, llegaron mañanas en las que despertaba de múltiples sueños en los que tú estabas presente, tampoco le dio demasiada importancia a eso... aunque había veces en las que pensaba vagamente que aquellos sueños no estaban tan mal, y hasta amanecía con una sonrisa.

Más o menos como un mes después, Massiel #4 escuchó a Camila y a Alan hablar, discutían sobre la situación tan estresante que debías estar pasando al renunciar a él, incluso describieron como se les apachurró el corazón cuando te vieron llorar mientras les preguntabas cómo se podía hacer para olvidarse de alguien. Luego de escucharlos, él corrió hacia la zona del bosque en la que solía practicar contigo, en donde lo habías esperado tanto tiempo que te dormiste, entonces se plató frente a ti y comenzó a hacerse todo tipo de preguntas. ¿Por qué le habías mentido? ¿Trataste de consolarlo? ¿Estabas preocupada de que se sintiera mal e inventaste eso de que fue un flechazo temporal?

Él no tenía ni idea de por qué se sentía tan enojado, pero al mismo tiempo… él estaba muy enojado consigo mismo por no darse cuenta de que tú le habías mentido. Se puso de cuclillas y te miró fijamente, detuvo sus pensamientos complicados y dejó que su cuerpo se moviera solo, entonces tú te moviste al sentir algo acariciando tu mejilla y al abrir los ojos, viste la espalda de tu entrenador con las orejas ligeramente rojas.

Luego de eso, notaste que Massiel #4 se la vivía en las nubes, siempre que hablabas con él te miraba fijamente pero no parecía escucharte, estaba como… embobado, pero solo podías pensar en que fuera lo fuera la cosa que él tuviera, sería bueno que se le pasara rápido, porque había veces en las que te costaba mucho trabajo actuar como si no estuvieras nerviosa ante su mirada.

—Hey… ¿cómo…? ¿Cómo es estar enamorado de alguien? —te preguntó una tarde al finalizar una práctica.

Tan pronto la pregunta salió de su boca, se percató de lo estúpido que había sido al preguntarte eso a ti, pero desde el día en que se había enterado de que continuabas enamorada de él y estuvo al borde de besarte mientras dormías, no podía calmarse, y quería saber la razón del por qué se sentía de ese modo.

—Bueno… ¿cómo puedo describirlo…? —Miraste hacia el cielo buscando las palabras adecuadas—. Cuando estás con esa persona especial, sientes como si todo… ¡wa~…! y todo tu corazón comienza a… ¡wo~!

Él contuvo una carcajada—. Oye, dilo con palabras que pueda entender.

—Es que es muy difícil de explicar —, te cruzaste de brazos—… te pasas pensando en esa persona todo el tiempo… pensando en qué estará haciendo, qué estará mirando… y de repente quieres tocar a esa persona y tu corazón late rápidamente… y también… uhm… cuando no es correspondido, solamente quieres ahogarte en lágrimas.

—… Oye, dame tu mano. —Te extendió la suya.

—¿¡Eh!? ¿¡Por qué!? —preguntaste mientras retrocedías.

—¡Solo hazlo!

Tragaste saliva y se la diste.

Massiel #4 miró su mano sosteniendo la tuya, se preguntaba si su corazón se hallaba latiendo fuertemente, pero no sabría decirlo, entonces alzó la vista para verte a la cara… y al verte roja hasta las orejas, pensó que por fin lo entendía, que esa cara… era la cara que hacías cuando él te tocaba.

—¿Qué…? ¿Qué pasa? —dijiste sorprendida y nerviosa cuando él te acarició la mejilla.

—Es solo que… es interesante.

Por la forma tan intensa en que él te veía, te obligó a agachar la cabeza, pero entonces sentiste su otra mano en tu otra mejilla y el rostro de él mucho más cerca, terminaste por empujarlo por el bien de tu corazón, y luego de llenar tus pulmones de aire tras aguantarte la respiración por medio minuto, tu cabeza se llenó de miedo.

—… Massiel, ¿te diste cuenta de que yo todavía…? —Le diste un vistazo y supiste la respuesta. Tu mente se puso completamente en blanco.

Tú mejor que nadie sabías cuán amable podía ser Massiel #4 en el fondo, tú lo viste trabajar arduamente en el mercado sin causarle ningún problema al supervisor, lo viste leer libros de ciencias para poder tener una conversación con Alan y entender lo que decía, lo viste dar sus ahorros sin quejarse para darle un vestido a Yannel en su cumpleaños por parte de todos, lo viste… no buscando problemas con Yanis, lo viste conseguir los ingredientes necesarios para que Alan preparara la comida favorita de Camila cuando ella se hallaba deprimida, lo viste pelearse a golpes con el ex novio celoso de una de las novias en turno de César, y ahora… lo estabas viendo tratando de corresponder tus sentimientos.

—Yo en realidad… estoy e…

—No me des tu lástima —dijiste cuando notaste las temblorosas manos de él y su voz quebrantada por los nervios.



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En el texto hay: muertes, viajes en el tiempo, super poderes

Editado: 29.10.2023

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