Minutos atrás, Jano y Alan se hallaban deteniéndome de correr, pegarle un puñetazo a Tahiel, y asesinar a las personas que caminaban lejos del campo de batalla a sus espaldas, a excepción de Eider, claro. Tahiel por su parte, se limitaba a mirarme como si yo fuese un niño estúpido que no comprendía el peligro al que se estaba enfrentando, y aunque en este momento ya tengo la suficiente calma como para pensar igual que él, en ese momento, su mirada no hizo más que enfurecerme aún más.
—¿Massiel, quieres calmarte de una buena vez? —preguntó Alan.
Jano asintió—. Eres consciente de que de nosotros tres, eres el único que puede ser afectado por el poder de Tahiel, ¿verdad?
Me solté del agarre de ambos y solté un bufido—. Dijo que usará su otro poder, no hay de qué preocuparse.
—¿No hay de qué preocuparse? No puedo creer que seas tan estúpido —me dijo con severidad.
Tahiel se giró hacia nosotros luego de ver que sus compañeros se encontraban a una distancia considerable y pensó de nuevo que convertirse en aquel temible monstruo era su única solución si quería salir bien librado, después de todos, entre sus oponentes se encontraban Jano y Alan, a quienes no podía manipular, y vio que ninguno de ellos le permitiría usar su poder en mí, además, con Yanis presente, esperó ser capaz de atacarlos sin que ellos murieran gracias a la suerte.
Se colocó la capucha de su sudadera verde y se amarró las agujetas de ésta para que la capucha no se le cayera. Jano nos susurró que lo hacía porque no le gustaba que vieran su rostro cuando se transformaba, porque quien tenía toda aquella inmensa fuerza, velocidad y brutalidad, no era él.
Miré atentamente los dedos de Tahiel que se asomaban por las mangas de su sudadera, y vi el instante en que estos se tornaron negros, se alargaron y se hicieron puntiagudos, si hubiera estado un poco más lejos, habría jurado que aquello que salía de esas mangas verdes eran las delgadas ramas de un árbol, pero entonces vi esas cosas moverse y bajé la mirada hacia sus pies, notando que los zapatos que él se encontraba usando se habían abierto de la punta, de donde salían delgados y puntiagudos dedos negros iguales a los que tenía en sus manos.
Jano se colocó enfrente de Alan y mío, y luego de alzar un brazo, lo dirigió hacia Tahiel y un trueno apareció del cielo para dirigirse hacia el monstruo, pero no logró darle, el monstruo desapareció en un instante y antes de darme cuenta, Jano, quien había cubierto todo su cuerpo de una capa de electricidad, había detenido con una patada al monstruo que había estado a nada de quitarme la cabeza.
Alan solo pudo ver el trueno caer y al monstruo siendo expulsado a toda velocidad hacia una pared, pero no supo bien lo que había pasado, lo cierto era que la velocidad del monstruo y de Jano estaban a un nivel totalmente diferente, incluso para mí que estuve años entrenando con Jano, me costó trabajo seguirlos con la vista en sus siguientes movimientos, pero me las arreglé para ver cómo Jano corrió hasta la pared con la que había chocado el monstruo tras ser pateado, y mientras concentraba una gran cantidad de electricidad en su puño derecho, convirtió todo su brazo en una espada y la dirigió contra ese monstruo, aunque él no tuvo problemas en esquivarlo inclinándose hacia a un lado, mientras con las garras de su pierna izquierda, trataba de abrir una herida el costado de Jano, sin embargo, cuando el puño de Jano tocó la pared, la energía del impacto terminó por mandar a volar al monstruo sin ser capaz de hacerle daño.
Jano pegó un brinco mientras el monstruo aún se hallaba en el aire y desde ahí le lanzó un trueno que lo pegó al suelo y levantó una nube de polvo, pero antes de que Jano pudiera volver a pisar el suelo y hacer un segundo ataque, vi algo saliendo de la nube de polvo y me preparé para mi oportunidad de golpear al monstruo, aun así solo tuve tiempo de cruzar los brazos frente a mi cara para detener las garras del monstruo a uno tres centímetros de lograr tocarme y de inmediato sentí cómo mis pies fueron obligados a deslizarse hacia atrás hasta que Jano nos alcanzó y el monstruo se alejó de mí cuando Jano trató de golpearlo.
—¡Ve con Alan! —me gritó Jano mientras trataba de darle al monstruo con bombas eléctricas que creaba desde las palmas de sus manos—. ¡No te despegues de él!
Me apresuré a ir al lado de Alan una vez más cuando de pronto sentí algo puntiagudo acariciando mi espalda y trueno cayendo detrás de mí un instante después, el cual me mandó a volar, agradecí a la ropa-armadura de Alan, porque de no haber sido por ella, habría muerto electrocutado en ese momento, luego me puse de pie tras aterrizar torpemente en el suelo y seguí corriendo hacia Alan pese al hormigueo que sentía.
—Es increíble —dijo Alan tan pronto me paré a su lado—. No puedo ver más que destellos de luz moviéndose de un lado a otro, me tomó varios segundos darme cuenta de que habías desaparecido de mi lado… creí que me había vuelto fuerte durante los años que entrenamos, pero ahora me siento incapaz de hacer algo contra Tahiel… nunca me había sentido tan inútil.
—Es igual para mí. De nuevo estoy dejando que alguien más pelee solo.
Me miró de reojo—. ¿Ya estás más calmado?
—Sí… odio admitirlo, pero me calmé porque me abrumó la intensidad de la pelea entre Tahiel y Jano, y también, cuando Tahiel me atacó… sentí miedo —, miré mis brazos, y vi cómo estos, a pesar de estar cubiertos de ropa-armadura, tenían enormes moretones—… necesito pensar con la cabeza fría si es que no quiero morir.