La Falsa Familia Real

Prólogo

Estaba sentado en mi despacho, revisando documentos, cuando Alexander, mi secretario, entró con una expresión seria en el rostro. Sabía que traía noticias importantes, pero al ver su expresión no hay dudas de que no son tan buenas.

—Su alteza —dijo, inclinándose ligeramente—. He recibido una carta de su padre, el rey.

Levanté la vista, sintiendo una mezcla de curiosidad y preocupación. Tengo muchos años sin ver a mi padre, ¿qué querrá?

—¿Qué dice la carta, Alexander? —pregunté, completamente interesado.

Alexander tomó aire antes de continuar.

—Su padre ha decidido venir al reino para conocer a sus nietos y herederos. Quiere asegurarse de que los rumores sobre su… reputación como soltero son falsos —informó.

Sentí un nudo en el estómago. Sabía lo que esto significaba. Mi padre no solo quería conocer a sus supuestos nietos, sino también decidir a quien va a heredar su reino.

La presión sobre mí era inmensa, y podía ver la preocupación reflejada en los ojos de Alexander.

Me levanté del sillón y caminé hacia la ventana para pensar en lo que acabó de escuchar y en que sucederá si mi padre se da cuenta que no tengo ni esposa, ni herederos.

Estaba en problemas.

Me giré y miré a mi secretario.

—¿Cuándo llegará? —pregunté, tratando de mantener la calma.

—En una semana, majestad —respondió Alexander—. Debemos estar preparados para su llegada y asegurarnos de que todo esté en orden, su alteza.

Asentí lentamente, mi mente trabajando a toda velocidad para encontrar una solución. Sabía que el tiempo se agotaba y que debía actuar rápidamente para proteger mi corona y mi reino o entregárselo al bueno para nada de mi hermanastro.

—Alexander — pronuncié, mi voz firme pero con un matiz de urgencia—. Debemos conseguir lo más rápido posible una esposa por contrato.

Alexander me miró sorprendido, pero asintió rápidamente, comprendiendo la gravedad de la situación.

—Entiendo, su alteza real. Me pondré en marcha de inmediato para encontrar una candidata adecuada.

Se giró para retirarse.

—¡No, espera! —vocifero.

Sabía que no era una solución ideal, pero en este momento, era la única opción que tenía. Debía presentar una familia ante mi padre, y no podía permitirme fallar.

Levanté una mano para detenerlo.

—No es necesario buscar demasiado lejos. Tengo a alguien en mente.

Alexander frunció el ceño, intrigado.

—¿Quién, majestad?

—Es mi exnovia de la universidad, Mabel Cooper —respondí, sintiendo una mezcla de nostalgia y determinación—. Ella está cuidando a sus sobrinos. Creo que puede ser la adecuada.

Alexander asintió lentamente, procesando la información.

—¿Está seguro de que aceptará, majestad?

—No lo sé — admití—. Pero debemos intentarlo. Ella es nuestra mejor opción. Le diré que si no acepta, voy a despedir a su padre del gran puesto que tiene en la corte. Estoy seguro de que va a acceder —finalizó decidido—. Prepara todo, vamos a salir hoy mismo a América, tengo que ir por ella.

Holaaa, hoy traigo una historia corta y divertida, para reírse y morir de amor un rato, con niños traviesos y una hermosa pareja que podría merecer una segunda oportunidad en el amor. Mañana les actualizo el primer capítulo 😘

PD: LA NOVEL IRÁ PARA SUSCRIPCIÓN.




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