La Familia Dark

Capítulo 17

"Nota de autor": Este libro es una primera versión. Actualmente he revisado, ampliado y corregido esta historia para autopublicarla en físico y digital en Amazon y Kindle Unlimited como (Oscuros Secretos I. La Familia Dark)".

La tía Brigitte cogió un barco un par de días después que nosotros, cuando descubrió que todos habíamos desaparecido y ató cabos. Desde entonces nos había estado buscando. El incendio del Nocturna le llamó la atención, luego lo hizo la batalla campal del restaurante de sushi. Fue entonces cuando usó su magia de bruja, o al menos así lo describió, hasta encontrar nuestro hotel un día después, justo después de que nos fuéramos a la fiesta de la duquesa. Así que encontró a sus dos hijos, a Logan postrado en la cama con una fea herida, a Penélope intentando mantenerlo con vida, y a un par de niños, uno de los cuales había perdido la visión en un ojo. Hizo preguntas, recibió respuestas, y decidió autoinvitarse a la fiesta.

Mientras nos contaba todo esto y mientras nosotros le contábamos la situación actual, hizo algún tipo de truco para meter a un Jeremy adormecido en el interior de una de las armaduras, de una forma parecida a la que usaba Winona para traspasar paredes. Allí lo escondió mientras recorríamos todos los pasillos en busca de Quinn y Elliot, o incluso el jefe al que habíamos venido a liquidar. Tardamos diez largos minutos hasta que encontramos finalmente una puerta entreabierta que daba a una estancia casi tan grande como la sala de baile, solo que estaba en la tercera planta. Los techos eran realmente enormes, y una gran lámpara de araña de cristal colgaba del centro abovedado bajo una cúpula de cristal. Tres de las paredes eran casi en su totalidad de cristal y a través de ellas se podían ver los oscuros jardines antes de alcanzar la iluminada y alejada ciudad. En la cuarta pared, por la que habíamos entrado, colgaba una gran cabeza de ciervo de enormes cuernos. En el fondo tras subir un par de peldaños, Zachary Dark sonreía completamente relajado, sentado en un sillón de oro y carmín, junto a lo que parecía el escritorio que usaría de despacho. El resto de la estancia estaba completamente vació, salvo por Quinn, Elliot, los cuatro o cinco hombres armados y los quince o veinte cadáveres del suelo. Si el suelo había sido de otro color anteriormente, ahora era rojo sangre en casi su totalidad.

<<¿Qué estaba ocurriendo?>>, me pregunté. Aunque la respuesta parecía estar ante mis narices. El hombre disfrutaba poniendo a prueba a esos dos niños que tantos problemas le habían causado, mandando a sus mejores asesinos a por ellos y viendo como caían uno por uno.

Un hombre con un largo cuchillo hizo un rápido movimiento hacia Quinn, quien con una esquiva y un veloz gesto le desarmó. El cuchillo se elevó, Quinn lo agarró con la otra mano y se lo clavó en el antebrazo atravesándolo. Luego empujó el brazo del hombre con un pie hasta que se clavó el cuchillo en el ojo. Quinn lo soltó, sacó otro cuchillo de debajo de su falda y lo clavó bajo la barbilla del hombre pasando a través de su lengua y matándole en el acto.

─ Increíble ─ dijo Zachary Dark riendo y aplaudiendo. Se levantó despacio sin dejar de aplaudir ─. Me vendría muy bien alguien como tú en mi organización, chica. Tienes un enorme potencial. Encajarías bien con Devon, mi samurái.

─ ¿Tu samurái al que decapité y con el que alimenté a sus pececitos? ─ contestó Quinn con chulería.

El rostro de Zachary se ensombreció y se detuvo unos instantes, pero volvió a reírse y continuó andando.

─ Eso sí que es sorprendente.

─ También he matado a Jake, Emery, Mason, Gustav… ¿Quién sabe si la duquesa ya ha muerto también?

─ Si mi esposa estuviera muerta lo sabría ─ contestó ─. Pero en fin… Más motivo para reclutarte chica, ya que has diezmado a toda mi organización criminal y me veré obligado a empezar de cero. ¿Cómo decís que os llamáis, tú y tu acompañante?

─ Soy Quinn Dark ─ dijo ella ─. Recuérdalo bien.

Zachary se detuvo de nuevo.

─ ¿Dark has dicho? ─ preguntó él ─. Qué bonita casualidad. Ahora empiezo a entenderlo todo. ¿Qué clase de habilidades sobrenaturales tenéis? Podríais serme muy útiles.

Elliot y Quinn se miraron enarcando una ceja. Entonces decidí entrar dando tres pasos veloces, la tía Brigitte no estuvo a tiempo de detenerme y caminó despacio detrás de mí.

─ ¡Él también es un Dark! ─ grité.

Por la cara que pusieron Elliot y Quinn parecía que no habían estado presentes en el momento de la gran revelación. Entonces se tensaron.

─ ¿Y quién tenemos a aquí? ─ preguntó al verme ─. Cuantos invitados de honor hoy. Pero no me habéis contestado. Quiero ver vuestras habilidades. Zuko.

El tal Zuko se abalanzó con un cuchillo hacia Elliot y se lo clavó en el cuello.

─ Qué lástima ─ dijo Zachary ─, creí que te defenderías a tiempo y me mostrarías tu magia.

Zuko se apartó y Elliot se llevó la mano al cuchillo y lo quitó. Entonces empezó a regenerarse, dejó de perder sangre y con un movimiento de muñeca le clavó el cuchillo en la frente a Zuko.

─ Impresionante ─ dijo Zachary ─. Un chico inmortal. Te quiero en mis filas chaval. ¿Cómo te llamas?

─ Elliot Dark ─ contestó él.

─ Ya basta de rodeos. Voy a mostrarte mi poder ─ dijo Quinn.




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