Nicolle Orellana
¿Quién eres? le pregunté al chico pero no respondió, solo se acercó lentamente, me agarró por la cintura y me atrajo a su cuerpo, luego tomó mi barbilla y me plantó un beso suave y apasionado, le correspondí automáticamente, lentamente alejó su rostro del mío, me miró a los ojos y fue en ese momento cuando me dí cuenta que aquel chico que había robado mi primer beso era ¿Wayne? OMG!
Me desperté de un brinco cayendo de la cama ¡eso dolió! frote mis manos por mi cabello alborotandolo. ¿Qué clase de pesadilla había tenido?
Estiré mi mano para verificar la hora y la sorpresa que me llevé no era buena, era tardísimo, en quince minutos iniciaba la clase de redacción periodística, de inmediato traté de levantarme de la cama pero mi cuerpo se sentía muy pesado, el trajín de la biblioteca me dejó molida, como si hubiese estado todo un día en el gimnasio y pensar que solo fue el primer día.
Me duche como pude, me vestí y salí de prisa aunque mis piernas dolieran y mis lágrimas salieran no descanse en ningún momento, llegué y la clase ya había empezado, antes de entrar tomé aire ya que mis pulmones estaban a punto de colapsar, abrí la puerta y la profesora me miró con mala cara, agaché mi cabeza y silenciosamente me incorporé en la clase, Oriana me tenía un puesto guardado.
— Buenos días Ori, ¿por qué no me despertaste para venir juntas? – le susurre.
—Buenos días Niki, estuve tocando la puerta de tu habitación y como no obtuve respuesta supuse que ya habías salido.
—Es increíble, sí que estaba profundamente dormida porque te juro que no escuche nada, de seguro mi alarma sonó y tampoco la escuché.
— ¿Así de cansada llegaste anoche? dormiste como una piedra.
—La verdad es que sí, me sentía muy cansada , le agradezco a Chris por haberme llevado a mi habitación, de no ser así hubiese dormido quien sabe donde.
—Hablando de Chris, ayer cuando salí a buscar un poco de agua lo ví con Gabrielle, estaban muy cerca el uno del otro, aunque no sé si sean ideas mías, pero creo que interrumpí algo ya que ambos estaban actuando muy extraño apenas me vieron.
Coloqué los ojos como plato y por un momento olvidé que me encontraba en el salón de clases así que alce la voz.
— ¿¡Crees que se gusten!?.
— Señorita Orellana, que descaro con usted, no le bastó con llegar tarde sino que ahora interrumpe mi clase y tras de eso fomenta el desorden. —la profesora se notaba muy molesta y la entendía perfectamente.
Nota Mental: Debo portarme bien.
— Disculpe profesora, no volverá a suceder.
La clase continuó y el regaño de la profesora pasó a un segundo plano, en mi cabeza solo estaba la imagen de Chris y Gabrielle, si de verdad pasaba algo entre ellos seria muy feliz. Chris no tenia novia desde hace algunos años y la morena seria la chica ideal para él.
La clase finalizó y lo primero que hice fue enviarle un mensaje a mi mejor amigo.
Bff Niki 💕11:00 am
Buenos días Chris, Gracias por llevarme a mi habitación, no sé ni en qué momento me dormí.
Chris 😘 11:02 am
Buenos días Niki, caíste rendida apenas te subiste a mi espalda.
Bff Niki 💕11:03 am
Estaba muy cansada, eres el mejor 😘¿A qué hora estas libre? Tengo algo que preguntarte.
Chris 😘11:03 am
Veámonos en la cafetería a las doce.
Bff Niki 💕11:04 am
Perfecto a esa hora nos vemos, te quiero.
********
Eran las doce, mi mejor amigo me estaba esperando como habíamos quedado, llevaba puesta su bata de doctor que lo hacia ver tan genial, estaba con sus audífonos puesto (como siempre), me senté a su lado, acto seguido lo besé en la mejilla.
—¿Qué escuchas? —Le quité uno de sus audífono, no tuve necesidad de escuchar su respuesta, esa voz la reconocía perfectamente y aunque lo odie a él no podía negar que su voz se estaba convirtiendo en mi melodía favorita.
—La canción se llama defecto perfecto y es October Kingdom.
— Lo sabía, esa voz es inconfundible.
— ¿Descansaste lo suficiente?
— Sí, de hecho llegue tarde a la clase, la alarma no sonó, o bueno si sonó pero no la escuché, hasta Ori me estuvo tocando en la puerta, creó que estaba medio muerta literalmente.
—¿Medio muerta? Yo creo que ni si hubiese un terremoto despertarías.
— ¡Eres un exagerado!
Chris soltó una carcajada que me contagio.
— Ayer parecías un koala, apenas te puse sobre mi espalda quedaste rendida, menos mal que Gabrielle estaba despierta y me abrió la puerta o de no te hubiese tocado dormir en el suelo.