Nicolle Orellana.
Luego de un par de canciones October Kingdom se despidió de sus fans y bajaron del escenario para unirse al público, se sentaron relativamente cerca de nosotros, junto a ellos habían unas chicas que parecían modelos de revista, nunca las había visto y era extraño no verlos con sus novias, refiriéndome a Wes y Wayne, fue ahí donde comprobé los rumores, definitivamente eran unos mujeriegos.
Quité la mirada de ellos y me acerqué a mi mejor amigo, el plan cupido debía ponerse en marcha, así que lo agarré por la mano y lo jalé hacia la pista de baile, Gabrielle solo nos miró y sonrió.
—Creo que ya es el momento de confesar tus sentimientos, no puedes perder más tiempo. —Le dije mientras bailábamos.—En el segundo piso hay una terraza que tiene una vista súper hermosa, el sitio es perfecto para declararte.
—Gracias Niki, ¡deseame suerte!
—¡Mucha Suerte Chris! No olvides el regalo.
—Aquí lo tengo, no te preocupes, te veo luego. —Me abrazó y me dio un pequeño beso en la mejilla para luego marcharse hacia donde estaba la morena, ambos se dirigieron hacia el segundo piso. Mi corazón gritó de felicidad.
Me quedé tan concentrada viendo a la parejita que no me di cuenta en que momento quedé sola bailando en la pista, sí bailando, ¡Que vergüenza!, Traté de salir de la pista de baile pero justo en ese momento sentí que alguien me detuvo por el hombro.
Axel.
—Veo que te han dejado sola ¿Te gustaría bailar conmigo?
- Claro, bailemos.
Axel me tomó por la cintura y acercó mi cuerpo al suyo, además de estar jodidamente guapo, su aroma era delicioso, sus intimidantes ojos color miel me miraron fijamente, luego acercó sus labios a mi oreja.
Mi corazón se estremeció de los nervios, no todos los días un famoso me invita a bailar.
Ori no vayas a odiarme.
—¿Por qué te han dejado sola? ¿Peleaste con tu novio?
—Oh no! él no es mi novio, es mi mejor amigo y tenía que atender un asunto, por eso se fue.
—Entonces eso quiere decir que no tienes novio. —Afirmó.
—¿Y porque tan seguro?
—Es obvio, una chica tan linda como tú no puede estar sola en un lugar como éste, si tuvieras novio lo más lógico es que estuvieras bailando con él y no conmigo.
—Cuanta lógica, aunque tienes razón estoy soltera. —Alcé una ceja y sonreí.
Una sonrisa se le escapó.
—En ese caso ya somos dos.
—Lo sé. —El rubio se sorprendió. —No sé si recuerdas nuestra primera entrevista, Ahí me lo dijiste.
—Ah...ya me acordé, creo que jamás olvidaré ese día, fue un día muy loco.
—Demaciado loco para mi gusto. — Ambos reímos. —Aunque ahora que recuerdo, dudo que sea cierto esa respuesta que diste.
—¿Porque lo dices? Estoy soltero créeme.
October Kingdom = Mujeriegos.
—Eso no es lo que vi hace poco, estaban muy bien acompañados por unas chicas que parecían sacadas de revista.
—De hecho son modelos, hace un tiempo tuvimos una sesión de fotos con ellas y quedamos en invitarlas cuando tocáramos y hoy fue ese día, se lo debíamos hace mucho.
—Ah.
—¿Así que me estabas observando?. —preguntó con sutileza.
No precisamente a ti.
— No es lo que piensas, todos nos dimos cuenta de eso, tampoco es que pasen desapercibidos y menos si acababan de cantar.
—Nuestra belleza no se puede ocultar. —Tomó su barbilla.
—Tan creído.
Seguimos bailando y de un momento a otro me encontré mirando la mesa donde estaban los otros miembros de la banda, mis ojos se abrieron como plato al ver la compañía que tenía el pelinegro, Vanessa estaba casi encima de Wayne y recordé la conversación que tuve con ella, al parecer si era verdad que se acercaría a él está noche, mi respiración comenzó a agitarse, empecé a sentirme acalorada y no era porque estaba bailando, los ojos del asiático conectaron con los míos, una sonrisa maliciosa se reflejó en sus labios, acto seguido hizo algo que me dejó impactada, tomó por el cuello a la rubia, la atrajo hacia él y le plantó un beso en los labios, el beso se percibía muy salvaje, sentí una punzada en el corazón, no quería seguir viendo esa dolorosa escena así que me separé bruscamente de Axel.
—¿Paso algo? ¿Te encuentras bien? —el rubio me analizó tratando de encontrar respuesta.
—Lo siento, no paso nada, me siento cansada de tanto bailar, quiero sentarme.
—Me hubieses avisado, no es como si te estuviese obligando a bailar.